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Cuento parecido al de Pinocho.

29 Mar

Cuento parecido al de Pinocho.

Me gustan tanto los cuentitos, que no sólo los leo, sino que también los escribo. Es una forma muy bonita de dejar enseñanzas, por ejemplo el cuento de Pinocho, es una forma de enseñar a los chicos a que no mientan, que obedezcan, porque no hacerlo tiene castigo y el mismo puede ser grave, no sólo que les crece la nariz.

Ese cuento, como muchos otros debería ser de lectura obligada para todos los chicos, porque tenemos casos de gente grande, que aparentemente no leyó esos cuentos, y mienten de tal manera, que después se dejan pillar y lo peor de todo, hacen de la mentira una forma de vida y ella se convierte en una eterna mentira. Lo peor de eso es que llega un punto que ellos mismos creen sus mentiras y les dan validez total, al extremo de que al creer que es verdad la repiten sin miedo ni vergüenza, queriendo hacer creer a los que dicen la verdad, que ellos, los sinceros, los francos, son los mentiroso y no ellos, los realmente mentirosos.

Esos mentirosos a los que me refiero, el 16 de abril del 2008 se inventaron una mentira, un cuentito, que no tenía príncipe azul, sino un príncipe maquiavélico, un príncipe de la muerte, en este cuentito la policía y los fiscales llegaron al hotel las Américas vía Internet y despacharon al otro mundo a tres incautos que fueron contratados por el príncipe maquiavélico, con la finalidad de destruir un movimiento cívico, al que llamaron: “Terrorismo, Separatismo, Magnicidio” y en base a ese cuentito corretearon un montón de gente, algunos tuvieron que huir al exterior, a otros los metieron entre rejas, injustamente, y desde ese entonces los tienen encerrados, sin poder decirles cual es su delito y sobre todo sin poder demostrarles que pruebas tienen para imputarles ese delito.

Ese cuentito que parecía bien hecho, comenzó hacer aguas en muy corto tiempo y aparecieron hasta libros escritos en el exterior sobre el tema y sus personajes, pero en estos últimos dos meses el cuentito se comenzó a caer a pedazos, pero esta vez a pedazos grandes y lo peor de todo es que quienes están produciendo el derrumbe son gente muy vinculada al cuentito original, incluso personajes de esos que llegaron al lugar de la matanza y la balacera y que en ese momento llegaron vía Internet, de esa gente ya hay uno preso en USA, otro huido al Brasil, otros convocados por los fiscales que reemplazaron al que llego vía Internet, de esos algunos en Palmasola (la bella cárcel de Santa Cruz), además de un muerto cuyo cadáver no concuerda con su ADN..

Esta hecatombe ha causado cosquillas entre los creadores y que sostuvieron el cuentito, pero la caída cada vez es más estrepitosa y los mentirosos siguen repitiendo su mentira inicial, pero da la impresión que ni ellos mismos la creen, pero no les queda más, porque no hacerlo les traerá trágicas consecuencias, claro mientas ellos sigan con el poder de mantener los presos y los ahuyentados, podrán prolongar la mentira, pero el cuentito ya nadie se los cree.

Ya no pueden inventar más mentiras para sostener la certeza de la primera, porque ya leyeron lo que decía Alexander Pope – Poeta Inglés. Se dieron cuenta que con una mentira suele irse muy lejos, pero sin esperanzas de volver, algo que aprendieron de un proverbio Judío. Se convencieron que una mentira es como una bola de nieve; cuanto más rueda, más grande se vuelve, esto se los enseñó: Martin Lutero. Viendo que más rápido se coge al mentiroso que al cojo. Además cuando un gobierno dura mucho tiempo se descompone poco a poco, y sin notarlo, esto según Montesquieu.

Miguel Aramayo

SCZ.29-03-2014