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Cómo elevarse al cielo.

18 Dic

Cómo elevarse al cielo.

Creo que hay diferentes formas para poder subir al cielo. Para gente seria y muy creyente la oración es una de las formas más efectivas de elevarse al cielo. Para los románticos, como yo, creo que también existen otras formas de llegar al cielo, una es la música, la otra el amor, el amor expresado como otras formas de arte, el valet, la poesía, el canto.

 

Puedo decir que he probado las formas que expresé, en más de una oportunidad he creído elevarme al cielo, pero no solamente en forma imaginaria, he sentido levitar mi cuerpo, pero después encontré la razón física que me hacía pensar que había llegado a ese grado de santidad y únicamente era la sensación, porque mis rodillas se adormecían de tal manera que no sentía que estaba arrodillado y me daban la impresión de estar elevándome al altar, flotando por la capilla.

 

Algunas veces también, cuando estaba entre los quince y veinte años, me sentido flotar por amor: Cuando pude dar mi primer beso, un beso totalmente inocente a una chica de más o menos la misma edad (once años – quinto o sexto curso de primaria), ella quizá uno o dos años más que yo, una sensación inexplicable, pero que hasta ahora perdura en mi memoria, estuve flotando por no sé cuánto tiempo, pero por lo menos hasta que mi madre me dijo: ¿no vas comer?, o mi padre me dijo ¡cierra la boca y pisa el suelo…!, ¿estás en las nubes?, ¡pareces un idiota…!

 

Cuando pensaba en las muchachas que me gustaban y que quizá no me daban ni la hora, porque la mayoría de la veces eran algo más grandes que yo, trataba de buscar palabras para escribir poesías, o leer versos, pero en forma insistente, en busca de alguna poesía “que me llenará la casita del ojo”, que  cumpliera con mis ansias y, me la aprendía de memoria, para poder recitar a la persona amada, lo cual la mayoría de las veces no sucedía, porque nunca se presentaba esa oportunidad.

 

La música, también me produjo, con mucha frecuencia, la sensación de elevarme del suelo, especialmente cuando no sólo escuchaba, sino y sobre todo, cuando estaba bailando, bailando con alguien que me daba la impresión que estaba enamorado. He tenido una amiga, solamente amiga, con la cual algunas veces bailábamos muy apegaditos y soñábamos, dejándonos envolver por los ritmos románticos, nunca llegamos a enamorar, pero fuimos muy amigos y estoy seguro que más de una vez nos elevamos al cielo.

 

Algunas veces cuando escribo, como ahora por ejemplo, me siento flotar, no sólo porque estoy escribiendo sobre el tema, también porque me concentro de tal manera, que se borra mi entorno, y puedo decir que incluso no percibo el computador, ni siquiera leo lo que estoy escribiendo, todo fluye de mi mente al computador. Después ¡piso el suelo…! y reviso y me doy cuenta de los errores garrafales, tanto ortográficos, como gramaticales. Algunas veces no entiendo lo que quise decir, porque lo escrito es ilegible, pero ya no estoy en esa burbuja, ya estoy en la realidad y tengo que adivinar esos jeroglíficos, mirando el teclado para ver que letra están al lado de las escritas.

 

A continuación transcribo una poesía de Vicente Huidobro: HIJA – Tengo tu rostro entre las manos – oh aire dulce retrato de aire – anillo del mundo y del pasado – tu rostro de silencio – rostro de lámpara tierna – con qué facilidad te formas en mis ojos – como vuelves alegrando la negrura.   – Miseria del recuerdo – en el umbral del frío la selva se hace sueño – se desprenden las hojas – se mueren las miradas gota a gota.

 

Transcribo una poesía de Roberto B. MacKenzie: MI SECRETO. –  Te confesaré un secreto, Tú tienes un efecto raro en mí. Cuando me ves, mi corazón se acelera. ¡Cuando me hablas…! Es como si saltara un latido. Pero lo más intenso es cuando me tocas. Porque te juro que ciento, como que se detiene el tiempo…

 

 

Miguel Aramayo

SCZ. 17-12-2014