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Las hormonas y el sistema límbico.

17 Feb

Las hormonas y el sistema límbico.

Lectura del libro del Génesis: 1, 26-28. 31ª. Dijo Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que domine los peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos, los reptiles de la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó, hombre y mujer los creó.” Y los bendijo Dios y les dijo: “Creced, multiplicaos, llenad la tierra y sometedla; dominad los peces del mar, las aves del cielo, los vivientes que se mueven sobre la tierra.” Y vio Dios todo lo que había hecho; y era muy bueno.

 

Desde ese momento el hombre acato las palabras de Dios (sometedla) y comenzó a destruir todo lo que Dios le dio; lo primero, se comió el “el fruto prohibido del árbol del conocimiento”, el fruto del “bien y del mal”, lo que muchos dan en llamar “la manzana de Adán”, “El pecado original”.

 

Como Dios nos dio, aparentemente libre albedrío (mas adelante mostraré, que el libre albedrío es figurativo y no real). Iniciamos la destrucción de los bosques, la polución de las aguas de los ríos, la devastación de las especies animales y ahora, nos quejamos del “calentamiento global”, y, sin embargo, somos los humanos los culpables de estar en la situación en la que se encuentra el planeta que habitamos.

 

Dios creo al hombre a su imagen y semejanza, esto también es una alegoría como “la manzana de Adán”, porque Dios es totalmente espiritual, en cambio los hombres tenemos una parte material (Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás – Gen. 3.19), y una parte espiritual, que si respetamos los mandamientos, al final de nuestros días y corroborado por “el juicio final” viviremos eternamente en el cielo, en el paraíso. (“En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad. Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará”).

 

Al analizar la parte material del hombre, encontramos un sinfín de componentes, que para describirlos es necesario tener amplios conocimientos de medicina y por lo tanto, mi opinión se reducirá únicamente a nombra algunos de los componentes, que creo guardan relación con el “libre albedrio”: El sistema linfático, que es un sistema auxiliar al circulatorio y contribuye a este. La existencia de glándulas endocrinas, que producen sustancias mensajeras llamadas hormonas, las que vierten su producción directamente a los capilares sanguíneos, para que realicen su función en órganos distantes del cuerpo.

 

Otro de los sistemas, que muestran la materialidad del hombre es el sistema límbico, formado por varias estructuras cerebrales que gestionan respuestas fisiológicas ante estímulos emocionales. Está relacionado con la memoria, atención, instintos sexuales, emociones (por ejemplo placer, miedo, agresividad), personalidad y la conducta. Está formado por partes del tálamo, hipotálamo, hipocampo, amígdala cerebral cuerpo callosos, septo y mesencéfalo. El sistema límbico interacciona muy velozmente (y al parecer sin que necesiten mediar estructuras cerebrales superiores) con el sistema endócrino y el sistema nervioso autónomo.

 

Sabiendo sobre el funcionamiento del sistema límbico y el efecto de las hormonas, en mí pequeña cabeza y gran ignorancia, me surge una gran duda: El organismo del hombre siente miedo, pasión. Alegría, celos, hambre y muchísimas otros sentimientos que sería absurdo nombrarlos ahora, pero que lo que quiero decir es que nuestro cuerpo, nuestra parte material produce hormonas generadas por las gandulas u órdenes eléctricas (nerviosas) que alteran y condicionan nuestra forma de ser y de actuar, según lo que extraje de leer sobre el sistema límbico. ¿DÓNDE QUEDA ENTONCES NUESTRO LIBRE ALBEDRIO? Si no podemos influir en los mismos, porque ya estamos condicionados fisiológicamente y nuestra espiritualidad poco puede hacer.

 

Miguel Aramayo

SCZ. 17-02-2015 Fin del carnaval, mañana miércoles de ceniza. (polvo eres y en eso te convertirás