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Cuando el arte supera a la tecnología.

21 Ago

Cuando el arte supera a la tecnología.

Se puede decir que el arte es algo diferente a la tecnología. En el arte influyen factores tales como el romanticismo, lo espiritual de las personas, el temperamento de las personas e incluso se puede afirmar, que el arte es más algo que nace del corazón y por lo tanto, que es el alma, que influye en el arte. Sea cualquier tipo de arte: la musica, la danza, el canto, la pintura, el dibujo, la literatura, la poesía. Que para su desarrollo influye el clima, la luz, el frio, el calor, el agua, el viento, en fin todo lo que es naturaleza.

 

La tecnología, a mi criterio, también tiene un nacimiento espiritual, porque quien inventa algo, lo hace ilusionado en encontrar un sentido real a lo que su intelecto analiza y descubre. Todo descubrimiento o invento requiere de la observación profunda de la naturaleza, de la materia, de la energía, de la luz, de la velocidad, del frio. Que el artista observa como algo espiritual y pretende representar, como danza, como luz, como color. El técnico tiene pretensiones similares, pero espera que su representaciones tengan un sentido cuantificable,  demostrable en términos reales y no simplemente espirituales.

 

Leonardo da Vinci, creo que es una simbiosis de ambas ponencias, es un artista, pero que de alguna manera plasma ese arte en base a conocimientos técnicos, cuando esculpe, pone en práctica sus conocimientos de anatomía, porque el cuerpo no sólo obedece a formas externas, los músculos, los tendones, las venas y las arterias, siendo internas, le dan la forma exterior a un cuerpo, de la misma forma la perspectiva en un dibujo depende de leyes físicas de óptica. La luz, la sobra, también obedecen a leyes técnicas, así como la combinación de colores y las técnicas químicas que se emplean para hacer los colores resistentes al agua, a la luz, al calor, al tiempo.

 

Por lo tanto y como siempre, aplicando mi criterio, Un técnico no es alguien totalmente materialista, exento de espiritualidad, de humanidad, ni tampoco un artista es totalmente espiritual y separado de lo material, es más, requiere de lo material para estilizarlo y elevarlo a niveles espirituales. Una poesía, una composición musical, requieren de ayuda material, se requiere de un recinto, un lugar físico, donde el eco de la voz pueda producir reverberación, para que una oda cause vibraciones en quienes la escuchan, lo mismo que el sonido de una lira o un heraldo. La danza también requiere de adecuada iluminación una superficie lustrosa, donde se puedan deslizar los pies, para dar armonía a una coreografía.

 

Hablando del cine, por ejemplo, ese arte no hubiera podido tener ningún adelanto, si no hubieran sido los hermanos Lumiére, Auguste Marie Louis Nicolás Lumiére y Louis Jean Lumiére. Inventaron el cinematógrafo que fue patentado el 13 de febrero de 1895. Ese mismo año, los Lumiére rodaron su primera película, La salida de los obreros de la fábrica Lumiére en Lyon Monplaisir. Fue presentada el 22 de marzo de 1895, tres días después del rodaje, en París.

 

Hoy día, ese invento, que es arte, usa un sinnúmero de técnicos, de todas las especialidades conocidas, las mismas que son nombradas al final de toda filmación, pero principalmente, es el arte donde se emplean una cantidad de efectos especiales, que corresponden a alta tecnología.

 

Por lo tanto, creo tener razón, al decir que el arte y la tecnología tienen el mismo nacimiento, como todo lo que mueve este mundo material, la espiritualidad de los seres humanos, lo que los religiosos llaman alma, que es parte integrante, indivisible e intrínseca de nuestra personalidad.

 

Miguel Aramayo

SCZ. 21-08-2015