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Caminando por el desierto.

3 Oct

Caminando por el desierto.

Ya he caminado muchas veces sobre la arena, sobre la arena caliente, sobre la arena fría, sobre la arena gruesa, sobre la arena fina, sobre la arena seca, sobre la arena húmeda. He caminado solo, acompañado. He caminado de verdad, también en mis ficciones, incluso en un viaje me encontré con Jesús, Jesús el Nazareno, Cristo. He conversado con él y hemos festejado juntos un Shabat, estando Él acompañado por María Magdalena.

 

Por lo tanto tengo algo de experiencia para poder escribir respecto a ese tema, sobre como caminar por el desierto, porque incluso anduve montado en un camello y he acampado como lo hacen los beduinos y he leído sobre algunos personajes que habitan el desierto o que alguna vez transitaron por el desierto, cualquier desierto. Estuve compartiendo y cabalgando en camello con los tuaregs, “los hombres azules del desierto”. Oí hablar de Moussa Ag Assarid, el mayor de trece hermanos de una familia nómada de tuaregs. Alguien que nació al norte de Mali hacia 1975 y en 1999 se trasladó a Francia para estudiar. Es autor de «En el desierto no hay atascos», donde describe su fascinación y perplejidad ante el mundo occidental. Nació en el desierto, ¡sin papeles…! fue pastor de camellos, cabras, corderos y vacas de su padre. Estudió Gestión en la Universidad Montpellier.

 

También algunas veces me he sentido en un desierto, estando en mi casa, sentado en un sofá del living, pero tan solo, que el único ser que acompañaba mi soledad era yo mismo, porque al sentirme solo, me hice compañía con mis ficciones, con mis ilusiones y de un momento a otro salía de ese ostracismo para estar en Paris, Marbella, Atenas o en Portugal, España, Egipto. Porque estar solo, te da la ventaja de que puedes elegir con quien estar, como estar y donde estar; aunque te sientas en un desierto, sólo viento y arena, arena y viento, pero contigo mismo, que es suficiente compañía.

 

Ahora se me ocurrió elegir este tema, no sólo porque esté solo, como estoy el setenta por ciento de mi tiempo, porque el hecho de estar en un lugar donde hay mucha gente, no quiere decir que estas acompañado, puedes estar en la iglesia de San Pedro en el Vaticano con lleno total, como ya me sucedió alguna vez en una de mis ficciones, pero te sentirás tan solo como si estuvieras en un desierto, porque tu objeto fue explorar tu conciencia y el único que podría acompañarte es Dios, Él que siempre está con nosotros, por su condición de omnipresente, omnipotente, omnisciente y ¿no sé qué otros omnis más?

Hablando un poco sobre los hombres de azul, se les da ese nombre por el color de sus hermosos turbantes, Que son de una fina tela de algodón: permite tapar la cara en el desierto cuando se levanta arena, y a la vez seguir viendo y respirando a través de ella. Ese bellísimo azul. Se elaboran con el tinte de una planta llamada índigo, mezclada con otros pigmentos naturales. Esa tela destiñe algo y la piel de quienes la visten toma tintes azulados.

 

Tuareg significa «abandonados» , porque son un viejo pueblo nómada del desierto, solitarios, orgulloso, «Señores del Desierto», son de la etnia (bereber), y su alfabeto es el tifinagh. Son unos tres millones, y la mayoría todavía nómadas. Pero la población decrece… «¡Hace falta que un pueblo desaparezca para que sepamos que existía!», Se dedican al Pastoreo de rebaños de camellos, cabras, corderos, vacas y asnos en un reino de infinito y de silencio.

 

En aquel silencio, oyes el latido de tu propio corazón. No hay mejor lugar para hallarse a uno mismo. Allí todo es simple y profundo. Hay muy pocas cosas, ¡y cada una tiene enorme valor! Allí, cada pequeña cosa proporciona felicidad. Cada roce es valioso. ¡Sienten una enorme alegría por el simple hecho de tocarse, de estar juntos! Allí nadie sueña con llegar a ser, ¡porque cada uno ya es! El caminar descalzo sobre la arena cálida y ver las estrellas cada noche, y distinguir que cada estrella es distinta de otra. La puesta del sol es un momento mágico… Aquí tenemos el reloj, en el desierto son dueños del tiempo.

 

Miguel Aramayo

SCZ.03-10-2015