Te extrañaremos José

La vida tiene sus sinsabores que lastiman el corazón. Uno transita por la existencia, sin pensar que en un momento determinado Dios nos llamará para estar con Él, en ese momento dejamos a nuestros seres queridos
y también a los amigos, porque el llamado del Creador es ineludible.

José te fuiste después de un largo sufrimiento, sufrimiento para los tuyos y tus amigos, te extrañaremos, pero con la seguridad que en un futuro volveremos a estar juntos, pero mientras llegue ese momento
nos harás falta y con seguridad que te extrañaremos, sabiendo que vos desde la eternidad seguirás nuestros pasos y de alguna manera nos protegerás.

Nuestra relación no fue un simple lazo de convivencia laboral, fue tanto lo que charlamos y nuestras conversaciones fueron tan profundas, incluso tocamos el tema que nos toca vivir y coincidimos en casi todo.
Conservo en mi billetera una estampita del corazón de Jesús, que en este momento la tengo en las manos, contemplando con la misma piedad que la conservo y la seguiré teniendo, pero ahora no solo como lo que representa, sino que cada vez que la vea me imaginaré
que te estoy viendo y estamos conversando de temas existenciales.

Ahora, cuando te recuerdo, sabré con seguridad que ya no radicas en Buenos Aires, sino que estás allá arriba, donde algún día nos volveremos a ver, pero ya no será para una picadita común, saboreando un buen
vino, será con un mejor vino y nuestra conversación versará sobre temas que vos ya tendrás más conocidos, porque te adelantaste en el camino, que espero sea el mismo que me corresponda seguir.

Querido amigo, sé que mientras escribo con lágrimas en los ojos y el corazón acongojado, vos me escuchas desde el cielo y comprendes el porqué de mis cavilaciones.

Un fuerte abrazo y un adiós con la esperanza de que en algún momento volveremos a estar juntos y con la seguridad que desde donde estás seguirás mis pasos.

Miguel Aramayo

SCZ.12-04-2021