Viaje romántico

Estaba en un barco de ida a Escocia, para visitar la isla Skye. Viajando solo, porque mi propósito es meditar y
disfrutar de mi soledad, que tanto me place, porque me permite estar conmigo y mis gratos y grandes recuerdos, los que logran acercarme a la grandeza de la naturaleza y al mismo tiempo la espiritualidad. La isla
es deshabitada o casi desierta, que es un primor de la naturaleza. Su topografía da la impresión de que esa tierra se hubiera formado sobre las olas del mar que la rodea, tomando sus formas en una sinfonía de verdes de diferentes matices y con subidas y bajadas
tan sutiles que dan la sensación de dibujar las ondas marinas que la rodean de un mar increíblemente azul.

La isla se llama Skye y es la isla más grande de Escocia, que es un bolsillo de desierto que sobresale de la costa de West Highlands. La zona es una delicia para
los amantes de la naturaleza, por sus espectaculares acantilados, valles azotados por el viento y lagos resplandecientes.

La ciudad principal y capital de la isla es Portee, que es conocida por su pintoresco puerto.​ Skye es renombrada por sus llamativos paisajes, cultura y patrimonio,
así también como por la abundante vida silvestre, incluyendo águilas reales, águilas marinas, ciervos rojos y nutrias. El puerto parece una postal de un cuento de hadas con sus edificaciones de colores pastel y su embarcadero extremadamente sencillo. Cuando
llegué me sentí sorprendido de felicidad, porque era lo que me había imaginado y pese a estar solo percibí el calor que me bridaban los fantasmas que me acompañaban.

Los cinco días que pretendo permanecer aquí, los utilizaré para conocer todo lo que pueda y me sentaré a leer en algún acantilado, para dejarme arrullar por el
brusco sonido del mar y la brisa que sopla atravesando la vegetación. Observaré las águilas y me imaginaré volar junto a ellas, para alcanzar el infinito del cielo. Y recordé una canción:
Cuando vuelva a tu lado no me niegues tus besos, que el amor que te he dado, no podrás olvidar. No me preguntes nada, que nada he de explicarte, que el beso que negaste ya no lo puedes dar. Cuando vuelva a tu lado
Y estés solo contigo, las cosas que te digo no repitas jamás. Por compasión une tu labio al mío y estréchame en tus brazos y cuenta los latidos de nuestro corazón. No me preguntes nada, que nada he de explicarte. Que el beso que negaste, ya no lo puedes dar.
Cuando vuelva a tu lado y estés solo contigo, las cosas que te digo no repitas jamás, por compasión une tu labio al mío y estréchame en tus brazos y cuenta los latidos de nuestro corazón (Compositora:
María Grever)

Mientras disfrutaba de mi descanso en la isla, en uno de los paseos en grupo, escuché a una pareja que románticamente recordaban un viaje que hicieron a Portugal, Esa conversación
me hizo recordar una canción que dice: Al puerto te llevé las flores que encontré, mas lindas de la primavera divino rendez-vous,
(forma romántica de decir “encuentro”) que has olvidado tú muchacha de alma tan viajera.
La noche llevará la voz de mi canción perdida en el azul del tiempo. Y acaso al escuchar que llora el corazón saudades de aquel viejo amor. Abril en Portugal, tu luna es ideal, ahí todo es amor y vive el
corazón. Canción sentimental que me hace recordar aquel abril en Portugal. La noche llevará la voz de mi canción perdida en el azul del tiempo y acaso al escuchar que llora el corazón. Saudades de aquel viejo abril en Portugal, tu luna es ideal ahí todo es
amor y vive el corazón. Canción sentimental que me hace recordar aquel abril en Portugal (Compositores: Raul Ferrao / Jose Galhardo / Jose Mora Puntos −Letra de
Abril en Portugal−. Rememoré las tres veces que estuve en Portugal.

Miguel Aramayo

SCZ.25-07-2022