Santa Cruz igual que Holanda
Anoche escuché a un alto personero de la Alcaldía de Santa Cruz, hablaba sobre todos los logros que había alcanzado esa persona, como una súper profesional y como una súper autoridad, todo lo pintaba de color de rosas y además cada cierto número de palabras (poquitas) lanzaba flores al alcalde, que sin la ayuda y visón de él no se hubiera podido alcanzar lo que hasta ahora se logró. Claro que en eso hay mucho de verdad porque lo están demostrando con obras.
Todo lo que dijo me hizo sentir feliz, porque de un momento a otro me pareció tan fácil, por esa larga alocución percibí que la bella ciudad de Santa Cruz, con todo el trabajo que desarrolla la Alcaldía de esta ciudad y sobre todo con la guía de esa autoridad y el respaldo del mejor alcalde, por bueno, eficiente, y de una visión extraordinariamente promisoria, en poco tiempo podríamos parecernos a Holanda, lo único que nos diferenciaría, es que aquí (Santa Cruz de la Sierra), no podremos cultivar los tulipanes porque necesitaríamos un poco más de frio y eso cuesta mucho si queremos refrigerar algunos lugares de cultivo.
Tampoco podremos tener molinos de viento, aunque con un poco más de esfuerzo de esa autoridad y el magnífico alcalde, todo es posible, incluso todos los canales los podemos tener con agua, para aparentar el aspecto de la ciudad europea a la que podemos parecernos, en no menos de cinco años más.
Lo que dijo esa autoridad me pareció tan fácil como pasear en bicicleta por las calles de Houten en Holanda. Pueblo donde el arquitecto Rob Derks desarrolló un diseño en el que propuso la creación de muchas ciclovías. Para quienes utilizaban el auto como medio de transporte, solamente unas pocas rutas periféricas, de manera que el acceso al centro de la ciudad en auto, está totalmente restringido. Mientras que los que se mueven en bicicleta pueden utilizar trayectos extremadamente cortos. En ciudades como Oslo, pretende prohibir los autos en el centro hasta 2019, y Helsinki, quiere que sus habitantes no necesiten usar el auto como medio de transporte para el año 2025.
Cuando llegué a esa reunión en un espacio de menos de diez kilómetros desde mi casa pudimos comprobara con mi mujer, que era la conductora, la indisciplina y falta de educación de los que conducen, especialmente los taxis vuelteros y los colectivos de servicio público, amén de los demás conductores que por ese caos están estresados y sin paciencia para soportar a los otros conductores.
Después de escuchar a la autoridad le di la razón, que vivimos en el caos y que es muy necesario y urgente que alguien ponga orden, pero también me puse a pensar en la calidad humana y cultural de mis coterráneos, esa tarea será una obra titánica, si se logra que cambiemos y mejoremos.
Desde luego que no debemos desanimarnos, todo es posible si uno se propone, pero creo que lo más importante es tener un poco de paciencia y poder educar unas dos generaciones, pero educarlas desde la escuela y no sólo enseñarles ciencias, lo que más falta nos hace es que la gente aprenda educación, respeto, comprensión.
Para lograr eso debemos ponernos manos a la obra y primero que nada preparar a nuestros maestros y después a nuestros niños, pero debemos recordar que la educación, el respeto, la comprensión, son valores que deben aprenderse desde el nacimiento hasta cuando se pasa a la escuela y eso depende de los padres, por lo tanto cuando dije que necesitamos educar a dos generaciones, me equivoqué, necesitamos educar a cuatro generaciones, para poder pasear en ciclovías y vías peatonales, con parqueos para bicicletas, donde la gente pueda dejar las bicicletas y volverlas a encontrar.
Miguel Aramayo.
SCZ. 30-08-2017 Mañana cumpleaños de mi hijo Mauricio, mi Choquito.