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La comunicación telepática

4 Mar

La comunicación telepática

La comunicación telepática

 

Estoy muy triste, porque hoy un gran amigo partió a la eternidad, casi hasta último momento estuvimos comunicados, pero desde ayer no pude contactarlo, no me respondió físicamente, pero yo creo que estuvimos conectados hasta último momento. hoy a las 10:40 le mande el ultimo mail con lo que había escrito, para que él lo corrigiera. Se quedará así sin corrección.

 

Pienso que él desde donde estará para siempre, en este momento me está observando y sintiendo que nos dejó, con algo o mucha tristeza, pero ya se reencontró con Ana, su esposa y mucho de los seres que lo quisieron y se adelantaron en el camino que nos toca recorrer a todos.

 

Lo extrañare, como lo extrañaremos muchos de los que lo conocimos y será con mucho cariño, con el cariño que espontáneamente bridaba a todos con los que tenía contacto. Soñaré con las sesiones de mate en los que compartimos conversaciones sobre temas diversos, algunas veces filosofando, en otras resolviendo problemas o haciendo planes para el futuro.

 

Todo lo que yo escribía pasaban por su filtro de redacción y ortografía, muchas veces me decía que era preferible no publicarlo, que era para la basura, otras veces, y muchas, me felicitaba por el tema elegido y me incentivaba para que escribiera mi biografía, hasta que logró que lo hiciera y bajo una modalidad diferente, porque comencé escribiendo sobre mis tatarabuelos paternos y descendiendo por los bisabuelos, los abuelos, mis padres, hasta llegar a mí y el título es «Solo historias de amor». En uno de los libros que escribí, él redacto el prólogo, pero de todo lo que produje, él fue el primer lector y corrector, además todo lo hice bajo su incentivo.

 

Como trabajadores fuimos incansables y coordinábamos de tal manera que nunca tuvimos observaciones, porque él me hacía participe de sus experiencias laborales. Tuve un gran apoyo y en un momento crucial de mi vida su colaboración financiera fue de vital importancia. Gracias a él tengo una posición en esta vida, la colaboración en ese sentido fue mutua, casi hasta el final.

 

Por suerte su partida no fue tan traumática y estuvo en ese trance más o menos un mes y casi todo el tiempo consciente y lucido, con la esperanza de superar esa situación, lo cual no se dio.

 

Tengo la seguridad que cuando me toque traspasar el umbral que él ahora cruzó, nos reencontraremos y volveremos a tomar mate tratando de componer el mundo, que ya será otro, pero seguramente con sus cosas interesantes que discutir.

 

Miguel Aramayo

SCZ.28-02-2024