Conversando con el Ser Chiquito
Conversando con mi amigo el Ser Chiquito sobre lo que últimamente estoy sintiendo, siento deseos de escribir, de plasmar en papel mis sensaciones, mis sentimientos, mis vivencias, siento como que el tiempo se escapa de mis manos y quiero expresar por escrito todo lo que siento y dibujar gráficamente todo lo que me rodea.
Mi amigo el Ser Chiquito, me escucha y no me interfiere, tiene toda la paciencia del mundo y tengo la plena seguridad que no solo me escucha, me comprende y quizás como él es tan poderoso hasta me anime hacer lo que hago; así transcurre el tiempo y lo que pienso se convierte en conversación con el Ser Chiquito.
Muchas veces pienso que el Ser Chiquito, más que un amigo incondicional, es mi Ángel de la Guarda y que Dios le dio una licencia, licencia para que no solo me cuide, sino que también participe de mis decisiones, por eso algunas veces no me interfiere cuando le hablo, pero en otras ocasiones el opina, y hacemos no lo que yo quiero, sino lo que él quiere.
Toda mi familia lo conoce y algunos me preguntan cómo es, y pese a que alguna vez lo describí en algún cuento, lo vuelvo hacer, y lo hago con gusto: Es una persona tan chiquita que no pasa de dos o dos centímetros y medio de estatura, y físicamente es como era yo cuando tenia 20 o 25 años, usa lentes, y del mismo modelo que yo, el pelo es castaño y se peina con cotivi a la izquierda, su pelo es ondulado, su nariz es respingada, su físico es delgado, su cara algunas veces está iluminada por una sonrisa con unos ojos de un azul intenso que en esas ocasiones brilla como si centellara, pero otras veces tienen cara seria y la mirada es triste, pero los ojos siempre resplandecen, porque para hablar no necesita abrir la boca, habla con la mirada, pero también tiene la facilidad de la comunicación telepática y con esta modalidad estamos continuamente conectados.
Algunas veces estoy trabajando o distraído leyendo en la Internet, o simplemente sin hacer nada, escuchando música y dando rienda suelta a mis recuerdos y él no necesita hacer notar su presencia y algunas veces se acomoda en mi hombro junto a mi oreja y me dice algo o simplemente silva, otras no lo veo, no porque sea invisible, sino porque estoy con los ojos cerrados y en esos casos solo me habla, o me envía un mensaje telepático que retumba en mi ser como si fuera el celular con el tono “VIP”, y nos ponemos a conversar, conversar sobre cualquier cosa.
Muchas veces me puse a pensar que el Ser Chiquito es mi alma y es por eso que somos tan iguales y por eso siempre conversamos, de lo que estoy seguro es que no es mi conciencia, porque nunca me reprocha, siempre está de mi lado y todo lo que hago le parece bien, nunca me dice que hay algo malo, por eso lo quiero tanto y estoy seguro que él a mi, como yo a él.
Miguel Aramayo
20-11-2005