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Suspenso increíble

14 Nov

Suspenso increíble

Acabo de leer una novela del Dr. Robín Cook (médico y escritor con muchos libros escritos y más de 100 millones de libros vendidos), que titula “Anestesia Letal”, como todo lo que he leído de ese escritor (Polonio 210 – Anestesia Letal – Vector – Coma), llena de términos médicos, que para un tipo como yo son casi incomprensibles, pero hacen muy ameno su relato.

 

Más o menos hasta la mitad del libro (424 hoja) la trama es una descripción de un sinfín de tareas médicas de diferentes especialidades, con sus nombres difíciles e incomprensibles, lo mismo que los procedimientos médicos y quirúrgicos y ni que decir de los medicamentos y sus composiciones químicas, algo más complicado que, leer una posología en ingles de un remedio para una enfermedad difícil de recordar, con indicaciones y contraindicaciones.

 

Pese a eso, el escritor lo lleva a uno de la mano por cada hoja, haciendo que uno se compenetre del tema y de los personajes. Lo interesante es que no usa muchos personajes y los nombra de tal manera, con denominaciones cortitas, conocidas y fáciles de recordar. Los escenarios tampoco son muchos y son fáciles de memorizar.

 

Dos estudiantes de medicina, una muchacha blanca y un negro corpulento son los héroes, el novio de la chica queda con muerte cerebral, después de una operación de rodilla, algo que debería ser ambulatorio, pero que tiene un final malo. y los dos estudiantes siguen el curso para descubrir, por qué sucedió eso y se encuentran con que el hospital donde ellos estudian, un centro que atiende pacientes con muerte cerebral y un laboratorio que produce remedios de origen humano se asocian para descerebrar pacientes, para utilizarlos en la fabricación de los productos que comercializan. Para reclutar descerebrados usan una máquina de anestesia, la misma que manipulan para cortar el suministro de oxígeno y de esa manera producir un daño letal en el paciente.

 

Después de la mitad del libro comienza el suspenso, primero muy sutil y va aumentando de intensidad, pero no te da señales de cómo puede desencadenar la trama, prácticamente hasta la última hoja, hasta el epilogo. Faltando unas cuarenta hojas para el final el suspenso es intenso y cada hoja que pasa va increcendo, hasta que en las últimas cinco hojas ya uno queda inmerso en la trama y con los nervios de puntas, uno ya forma parte de la novela y quiere con desesperación llegar al final, por lo tanto, hasta el libro queda caliente de la tensión nerviosa que nos involucra en los personajes que participan en el final del libro.

 

Me gustó mucho la novela, como todas las que leí del mismo autor. Son libros muy bien escritos, pero que te dejan muy poco de enseñanza, salvo que tu cerebro almacena la perspicacia de los personajes que son los buenos y puede ser que algo de la trama te pueda servir en la vida real, quedas atento a lo que sucede a tu alrededor y quedas atento a situaciones que se podrían convertir en otra novela.

 

Podría ser un libro un poco más corto, quizá que con 300 o 350 hojas era suficiente y no se perdería nada de la trama y menos del suspenso que es lo más interesante de los relatos de este novelista.

 

Si tienen oportunidad de leerlo, no se lo pierdan, es un libro que te atrapa y te mantiene distraído, abstrayéndote de la rutina diaria.

 

Miguel Aramayo

SCZ.01-11-2017