Por qué motivo
Tengo una forma diferente de pensar que algunas de las personas que me rodean, incluso de mis hijos y de mis nietos, con mucha mayor razón de mis amigos. Algo que, si poseo desde que tengo uso de razón, es que me puedo catalogar como derechista, nunca me gustaron los izquierdistas y el Che Guevara siempre me cayó muy mal, desde cuando se supo de él en Sierra Maestra y mucho más después de que supe de todos los crímenes que cometía en Cuba en contra de esa pobre gente y que incluso fue desleal con sus compañeros de lucha contra Fulgencio Batista. En esa época muchos jóvenes (la mayoría) eran aficionadas a esa tendencia, pero eso era hasta que le encontraban el gusto al progreso, a disfrutar de los beneficios que aparentemente te ofrece la derecha, pero que en realidad es fruto del trabajo honrado y tesonero.
Cuando tuve algo más de razón y vi los daños que un partido hacia a mi familia, a mi clase social, fui opositor e incluso jure a los “Camisas Blancas” de Falange Socialista Boliviana, pero nunca supe con exactitud cuáles eran sus ideales, desde esa época puedo decir que toda mi vida fui “opositor”, porque siempre vi que todos los partidos políticos o todos los políticos, en algunos casos (muchos casos) militares, proclamaban que harían las cosas mejor para Bolivia, pero siempre vi que eran unos aprovechadores, que siempre trataron de dominar todos los poderes, que siempre decían que harían cosas para mejorar la vida de los indios, que siempre fueron mayoría y lo único que vi es que se aprovechaban de esa pobre gente, la misma que a mi criterio es un grupo de personas en extinción. Creo que mi tendencia política es la democracia cristiana de Konrad Adenauer, una democracia liberal basada en la economía social de mercado y el anticomunismo.
Ahora que pasaron los años y vi pasar tantos gobiernos y ahora escucho a los actuales gobernantes que se autoproclaman indios. Me pongo a pensar que los pocos indios que existen en su estado aborigen, que en su mayoría son aimaras y algunas pocas etnias del oriente. Todos ellos son gente que se está extinguiendo de inanición, no tienen educación, medicina no la conocen y desde que somos un país independiente, o mejor dicho desde antes, desde cuando llegaron los españoles, han sido engañados y utilizados. Los curas los han convencido con santitos, rezos, canciones y muchas mentiras, para aprovecharse de ellos y ni que decir de los laicos, que los han esclavizado, los han explotado y ahora los políticos los usan para mentir al mundo y siguen usándolos, pero siguen sin educación, sin medicina, sin decencia.
Esos indios, los autóctonos, cada vez son menos, cada vez están más mestizados o convertidos a otra clase porque emigraron a la ciudades y dejaron el campo y se asimilaron a la clase ciudadana, se alejan de sus ancestros, que cada vez son menos y sin haber disfrutado en absoluto de lo que disponemos los de la clase media, los que ya somos una etnia consolidada y que cada vez más estamos absorbiendo a los mestizos, quienes luchan por ser iguales a nosotros y lo están consiguiendo, porque para esa gente lo que les interesa es progresar, no les interesa de qué manera, les da lo mismo trabajando en el contrabando, el comercio legal o ilegal, los cultivos de coca y el tráfico de drogas. Ellos quieren tener una casa en el mejor barrio de Santa Cruz, que sus hijos estudien en el exterior, que hablen inglés, que tengan un buen auto, con este gobierno o con cualquier otro y tratan de alejarse de su cuna, de sus orígenes, ya no quieren la chompita a rayas, quieren Adidas, Nike.
Me alegra que esa gente progrese, porque su progreso nos lleva hacia adelante a todos, pero el gobierno debe cuidar de que no incursionen en los negocios sucios y que todos tengamos libertad, para trabajar, pero también libertad para elegir nuestros gobernantes. Los gobiernos del futuro deben invertir más en educación y concientizar que todos debemos pagar impuestos y respetarnos mutuamente, implantando una buena justicia.
Miguel Aramayo
SCZ. 22-01-2018