Hilarión Daza
Hilarión Daza fue un presidente de Bolivia y fue a quien le tocó afrontar la invasión chilena (1879) que posteriormente se denominó “guerra del Pacifico”, donde como bolivianos perdimos el acceso al mar e involucramos en la guerra al Perú, de quien éramos aliados y fueron ellos, los peruanos, los que llevaron la peor parte. Bolivia entró a la guerra y se mantuvo en ella por muy poco tiempo, en cambio el Perú perdió territorio muy valioso para su economía, tuvo que resarcir los gastos de guerra de los chilenos y los tuvo en su territorio por mucho tiempo, porque incluso llegaron a Lima, haciendo lo típico que hacen los invasores y destruyeron Arequipa.
Existen muchas interrogantes en lo que corresponde a la reacción tardía del presidente para encarar la guerra, porque Bolivia estaba festejando el carnaval y se comenta que él prefirió el festejo antes que defender el territorio patrio.
El libro que estoy leyendo es una reimpresión de lo escrito por Luis Subieta Sagárnaga, abuelo materno de un colega, que a su vez es hermano de quien edita el libro, Mario Araujo y adiciona sus comentarios. El libro titula: El asesinato del General Hilarión Daza.
En este libro en la página 21 encontré algo que transcribo, con el objeto de mostrar que la historia de los bolivianos se repite cada cierto tiempo:
–El usurpador –dicen– supeditó a todos los poderes; se hizo legislador, ejecutivo y juez.
“Reformó los códigos, centralizo las rentas departamentales, dispuso de los puestos públicos en favor de sus pretorianos: confirió ascensos militares sin tasa ni medida, suprimió municipalidades; amordazo la prensa confinando a lugares malsanos a notables periodistas; desmoralizó al ejército, constituyendo pensiones militares de alta graduación en favor de simples soldados; y, en fin, asentó el reinado del más vil despotismo. No hubo más razón de estado que el pugilato, el destierro y la muerte para los ciudadanos leales al orden constitucional que protestaron contra la anormalidad imperante.”
En la misma página menciona algo que me llamó la atención: Relacionan inmediatamente “los fusilamientos de Andres Ibañez y sus compañeros en Santa Cruz…”
Este personaje, ni bien sale de la Guerra por un golpe de estado y porque demostró su ineficiencia como comandante del ejército boliviano, se traslada a vivir en París, disfrutando de la plata que le envían desde Chile a un Banco en Alemania y de esta manera le demuestran que el dinero del que disfrutaba era el pago que le hacia Chile por los favores recibidos en la guerra del Pacifico y que correspondieron principalmente a que el ejército boliviano no entró en combate en algunas batallas, como la de “Camarones”, en la cual los chilenos masacraron al ejército peruano. Se supone que hizo eso porque llegó a un acuerdo con emisario chileno. Quiso culpar de eso a Gabriel Rene Moreno, que demostró inocencia y salió airoso de ese percance.
Después de transcurridos 14 años de haber vivido en Francia retorna a Bolivia, porque el banco alemán de Richter, donde Chile le pagaba por su traición se declaró en quiebra y él perdió su plata, vendió lo que poseía en Francia y retornó a Bolivia para defenderse por el juicio que le seguían, por traición a la patria y por malos manejos. A su llegada a Bolivia fue asesinado, en un hecho confuso que aparentemente fue manejado por el gobierno de turno, para impedir que vuelva a tener influencia política, porque todavía le quedaban seguidores.
Como verán, lo expresado en el tercer párrafo en letra cursiva, tiene parecido a lo que sucede en otras épocas de nuestra historia, lo cual es una pena y demuestra que los bolivianos seguimos haciendo lo mismo que hicieron nuestros antepasados, como si no pudiéramos manejar la experiencia de lo sucedido, para mejor y adelantar.
Miguel Aramayo
SCZ.30-01-2018