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Un amigo en Mónaco

19 Feb

Un amigo en Mónaco

Estaba en mi departamento de París, con la puerta que da al balcón abierta, porque el tiempo pese a ser frio en esta época del año, estaba soleado y no soplaba nada de viento. Mientras en mi mini Ipat leía las noticias de Bolivia, tanto las que me llegan por prensa de varios países del mundo con un programa que me proporciona El Deber, además de las noticias que recibo de los amigos por intermedio del Facebook. La situación no está nada buena y tiende a empeorarse, lo cual me produce mucha pena por mis paisanos, los que son de mi grupo (oligarcas) y el saldo de la gente a la que aprecio sobremanera y que creo que es la más afecta por las circunstancias actuales.

 

Me puse a pensar que soy un sortudo, de poder estar respirando otros aires, gracias a mi capacidad psicológica de huir de los problemas. Mi corazón sufre por los míos, los oligarcas de Santa Cruz de la Sierra y por todos mis amigos de la República de Bolivia. Mientras pensaba en todo esto sonó mi celular, era un amigo que vive en Mónaco y que estaba en Paris haciendo unas compras y unos negocitos inmobiliarios.

 

Quedé con mi amigo de juntarnos para almorzar y le oferte que se aloje en mi departamento, acepto que almorcemos, pero después pensaba trasladarse al sur de Francia para abordar su yate que lo dejó en Marsella, para que le instalen unos equipos que le resultaban más baratos y de mejor calidad que lo que podía conseguir en Mónaco, además que debía ver a un cliente colombiano que estaría en Paría y que tenía interés en comprar un departamento en Mónaco, en una nueva ubicación que corresponde a nuevas tierras que le están ganado al mar y que están próximas al casino.

 

Mientras almorzábamos me contó que Mónaco está extendiendo su territorio hacia el mar, con un proyecto de 2.300 millones de dólares, creciendo hacia el Mediterráneo. Se trata de “Portier Cove”, un desarrollo inmobiliario cerca del Casino Monte Carlo, que albergará a 1.000 residentes en departamentos y villas de lujo cuando esté terminado en el 2025. En los espacios públicos habrá colinas, jardines, un paseo marítimo y un pequeño puerto deportivo. Es una extensión artificial de 60.000 metros cuadrados construida sobre un manto de rocas y con arena traída desde el norte de Sicilia. Los departamentos son de 400 metros cuadrados y las casas de 1.000.

 

Como mi amigo está en ese proyecto me invito a conocerlo y me sugirió que al final de la tarde podríamos partir a Marsella, para después abordar su yate y partir a Mónaco. Acepté y en menos de que cante un gallo ya tenía todos los planes listos, no era más que pasar por mi departamento para alistar un poco de ropa, computadores, cargadores y artículos de limpieza, después de todo retornaría dentro de tres días, De París a Mónaco no son más de 1.000 Km. El primer tramo lo haríamos en tren, saliendo de Paris a las 21:15 llegamos a Marsella en más o menos 3 horas y 40 minuto, luego por mar a Mónaco, el retorno lo haría por tren saliendo de Mónaco a las 7:45 llego a Paris a las 21:30 recorriendo un paisaje muy distraído y en un tren muy cómodo.

 

El viaje fue sin inconvenientes y el navegar en la mañana por el Mediterráneo contemplando en el horizonte todos los puertos y playas que hay desde Marsella hasta Mónaco es como recibir un premio, además que mi amigo me iba comentando todos los lugares por donde pasábamos, algunos los conocía de viajes anteriores. Cuando llegamos a destino fuimos a su humilde morada una mansión de más de un millón de dólares, más lujo que un hotel de seis estrellas. Me presentó a su mujer y sus hijos, que estaban desayunando.

 

Por ahora no les cuento más y espero haberles endulzado el día con este mi paseo, lo que sigue será mejor.

 

Miguel Aramayo

SCZ.20-01-2017