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Una mente brillante

31 Jul

Una mente brillante

Existen muchos ejemplos, en los que el amor lo puede todo y, estoy convencido de eso, porque para comenzar, en mi pensamiento está algo que también dicen los libros sagrados: ¡Dios es amor…!, todo lo que nos rodea es amor, hasta lo más mínimo, lo más diminuto, simplemente vasta entender la procedencia de la vida.

 

Un genial matemático, que todo lo que veía lo quería convertir en formulas, no sólo la dispersión de la luz que produce infinidad de colores al atravesar un cristal y mucho más coherente si ese cristal es un prisma, pero también la forma en que se mueven las palomas, puede ser traducido a símbolos matemáticos. Todo lo que nos rodea puede ser graficado en formulas. Si observamos las plantas, veremos que ellas ofrecen un claro ejemplo de lo que expreso, si contamos los pétalos de una flor o el número de ramas de un árbol y hasta las semillas de un fruto, absolutamente todo tiene un código que puede expresarse matemáticamente.

 

Si analizamos la sincronía de nuestros órganos, al analizar nuestra anatomía, y ni que decir de los prodigios que podemos encontrar en nuestro cerebro, pero es mucho más sorprendente si escudriñamos lo que puede hacer nuestra mente. Al mismo tiempo, podemos darnos cuenta de la fragilidad de nuestra mente y nuestro cerebro. Un sólo problema puede distorsionar nuestra realidad y hacernos ver figuras y personas que no son reales. Como un simple ejemplo, si cerramos los ojos y apretamos con nuestros dedos los parpados, con cierta delicadeza, podremos observar formas y colores, ver movimientos que son producidos por la presión en el fluido del humor acuoso de globo ocular, por la reacción de los nervios que activan nuestra retina y alteran nuestra macula

 

Otro ejemplo viviente es la historia de un famoso matemático: John Forbes Nash Jr. (Russell Crowe) que sufrió un ataque violento de esquizofrenia, enfermedad que logró distorsionarle su realidad y crear en su imaginación personajes irreales Charles, Marcy y Parker)  que alteraron su existencia e hicieron irremediablemente sufrir a su entorno. Aparentemente esa esquizofrenia fue causa de su exceso de concentración y aislamiento en su sabiduría.

 

Ese hombre fue una mente brillante, una mente privilegiada, al extremo que después de pasados los años y gracias al gran amor de una mujer, su mujer, que incluso concibió un hijo con él. Luego supere su enfermedad, sobrellavando su grave deficiencia, al extremo de convivir con sus seres irreales y situaciones ficticias, no llevándoles el apunte. Todo en base a ayuda médica de consejos y medicación, que lograron de alguna manera superar la esquizofrenia, pero analizando su biografía, mucho más que la ayuda médica y la medicación estricta, lo que más lo ayudo fue el amor de su mujer, el inmenso amor de su esposa y un pañuelito de ella le dio en una oportunidad y se le puso en el bolsillo de su chaqueta, para que se vea más elegante en foto que le toman en el acto de graduación de su doctorado.

 

Ese hombre, John Forbes Nash Jr., logró obtener el Premio Nobel de matemáticas 1994. y en su discurso al recibir esa nominación, su alocución no fue para las autoridades ni todo el público culto y privilegiado que se encontraba en el acto, todas sus palabras fueron dirigidas para su esposa (Alice). La mujer a la que amó y la que podía comprender su lenguaje, que era una forma de expresarse en términos lógicos y matemáticos, que ella sabía traducirlos para darle el sentido de romanticismo, porque el romanticismo también es un código que puede expresarse en forma matemática.

 

El discurso decía así: “¡Gracias! Siempre he creído en los números. En las ecuaciones y la lógica que conducen a la razón. Pero, después de toda una vida de tales búsquedas me hago la pregunta, ¿Qué es verdaderamente la lógica? ¿Quién decide la razón? Mi búsqueda me ha llevado a través de las matemáticas, la metafísica, la ilusión y luego de regreso. He hecho el descubrimiento más importante de mi carrera, el descubrimiento más importante de mi vida. Es sólo en la misteriosa ecuación del amor en donde hay razones lógicas que pueden encontrarse. Estoy aquí esta noche sólo debido a ti [su esposa, Alicia]. Tú eres mi razón. Tú eres todas mis razones. ¡Gracias!”.

 

Miguel Aramayo

SCZ.19-05-2018

Esto lo escribo inspirado en la película que relata la vida de ese matemático, que estudió y fue profesor en la universidad Princeton.