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Analizando

26 Abr

Analizando

Así como en la tierra se producen movimientos sísmicos, en un momento determinado se producen alteraciones tremendas e inauditas, en un estrato del cielo que afectar el orden constituido del monte Olimpo, en Grecia. Dejando que un semidiós de un nivel muy inferior, se sienta con poderes ilimitados y altere la tranquilidad del universo. Afectando a un individuo en particular, al mismo que le produce un cambio de personalidad o quizá, haga que en el mismo personaje afloren sentimientos ocultos, quizás escondidos muy sutilmente y que con este cambio que produce en el cielo, mejor dicho, en el universo espiritual, se manifieste abiertamente en un individuo determinado, el mismo que estamos analizando por pura casualidad.

 

El individuo afectado, que un momento determinado, poseía una forma de actuar y un carácter normal, en apariencia. Puede ser poseído por ese semidiós escapado del Olimpo y sufrir una alteración en su conducta y exteriorizar su verdadera personalidad. Ese cambio o alteración, lo hace ver como un individuo morboso, mentiroso, rencoroso, altanero, creído. Con lo cual esa modificación en su estatus, produce que todo eso muestre lo que es en la realidad, por lo menos lo que exteriorizaba como marca de fábrica, pero como el individuo analizado también es hipócrita, incluso en ese estado, muestra su real faceta, logrando engañar a los demás.

 

A medida que describo de ese individuo, ustedes podrían pensar que estoy hablando de gente como Maduro, Putin, Trump, Ortega o una cantidad de otros personajes que podemos observar diariamente, los mismos que han tenido una transformación en el transcurso del tiempo. Sería irónico y nada racional que me refiera a ellos como poseídos por semidioses, cuando en la realidad son personajes comunes, que se han transformado a lo largo del tiempo, influenciados por otras circunstancias que les han brindado cada vez más poder y como el poder emborracha, ahora ellos están ebrios y se creen semidioses, pero en realidad son hombres vulgares que en cualquier momento caerán de su pedestal, por sus propias influencias, pero mientras se sienten en su cúspide se creerán capaces de hacer lo que se les antoje y serán dueños de vidas y haciendas de la gente que los rodea y que por extraña casualidad los ensalza, los alaba y se pone a su disposición, para colaborarlos en su propósito de sentirse cada día más grandes y poderosos, más próximos al altísimo.

 

El poder hace que los humanos perdamos las perspectivas de visión y de percepción, y cuando digo poder no es sólo el político, también existen otras formas de poder, como es el caso del dinero, la autoridad, sea ésta del tipo que sea, incluso la eclesiástica. Eso lo podemos ver en los diferentes estamentos de la sociedad, desde la dirección de una escuela pública de educación primaria o la dirigencia de un club deportivo de las ligas inferiores, o un catedrático universitario, incluso en un policía de rango inferior que te encuentra cometiendo una infracción y hablando de eso también puede mostrarse en un árbitro deportivo, sea del deporte que sea. Desde luego que es mucho más notorio en una autoridad política, porque ese estamento brinda mayores atributos al extremo que puede acaparar todos los poderes, como es el caso de los dictares que estamos viendo con mucha frecuencia en nuestra sociedad.

 

Ese mi sentimiento es compartido por muchos, pero muchos que no tenemos la capacidad de poder cambiar es estatus, por lo tanto, necesitamos de gente que nos dirija que encuentre la forma de solucionar y limitar ese exceso de poder, gente en la que confiemos y que no falle a nuestras aspiraciones, o se burle de nuestras aspiraciones.

 

Miguel Aramayo

SCZ.16-03-2019