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Preguntas sin respuestas

3 Sep

Preguntas sin respuestas

–¿Yo también puedo preguntar?

 

–No sólo que puedes preguntar, también te puedes responder.

 

Eso es lo que hago constantemente en mi vida, me pregunto y me respondo y lo hago con tal prontitud y con la certeza de que la respuesta es correcta.

 

–¿Alguna vez te has respondido sin que te formulen una pregunta?

 

–Creo que esa es mi forma de actuar con mucha frecuencia.

 

Aparento ser muy reflexivo y contemplativo, pero creo que muchas veces soy más impulsivo y no requiero que me consulten para emitir respuestas. Después pienso y razono, pero “ya metí la pata” y hasta el tongoli*.

 

Lo de malo es que ya no hay tiempo para arrepentimientos, no queda más que afrontar las consecuencias y decir: “a lo hecho, pecho”. Mucha gente denomina a esa forma de actuar: Sinceridad, pero otra la denomina irresponsabilidad. En este momento no quiero expresar por cuál de los términos me inclino y para no responder sin ser consultado, mi opinión la vertiré en otro momento.

 

Mientras escribía esto me recordé de mi hijo Mauricio, que siempre me pedía que le cuente, cualquier cosa que lo mantenga distraído y le de conocimientos. Muy atento me interrumpía con la pregunta: ¿y poi qué? Y yo con mucha paciencia atendía su consulta que continuaba con: ¿y poi qué? De esa manera las conversaciones se hacían largas y como me gusta hablar, yo quedaba feliz.

 

Su hija mayor, que hoy cumpleaños, también le gustaban las conversaciones con el abuelo y tenía las mismas consultas frecuentes del padre, pero lo lindo en ella, era que no necesita que yo le responda; ella también se respondía y les daba catedra a los otros primos.

 

Ahora el tiempo ha pasado y ya no tengo quien me haga preguntas, todos los nietos están en otros carriles, excepto uno, que todavía sigue dándome el gusto de hablar, pero ese nieto ya tiene respuesta para mis consultas y casi siempre él tiene la respuesta para sus consultas.

 

Es así de implacable el tiempo, la gente va creciendo y cada vez te consultan menos, porque ellos ya tienen respuesta para sus consultas y tu opinión ya es obsoleta, porque es así como la juventud considera a la experiencia de los abuelos, pero eso no es malo, es la forma de avanzar que tiene la humanidad desde tiempos inmemoriales.

 

Ahora se me ocurrió escribir esto para felicitar a mi nieta Maria Laura, que ya es profesional, que ya es independiente y vive lejos, pero en mi mente y en mi corazón, la tengo como si estuviera a mi lado, dando concejos a sus primos.

 

Para ella va un gran beso con mucho cariño y un fuerte abrazo, deseándole muchas felicidades.

 

Miguel Aramayo

SCZ.18-07-2019

*Tongoli = la parte de atrás de la lengua del ganado vacuno