La política es perjudicial
No me recuerdo cuando fue la última vez que escribí, podría averiguarlo fácilmente, pero ¡no quiero…! Claro que estoy seguro que las musas me abandonaron, porque mi mente quedó resentida con todos los acontecimientos políticos y pienso que, de ahora hasta mayo, el tema será como un purgante. Purgante que nos debemos tomar diariamente, cada vez que abrimos el periódico o prendemos el televisor.
Lo peor de ese proselitismo absurdo, mentiroso y engañosos estará en manos de políticos y sabemos cómo actúan ellos, pero además tendremos a los periodistas que, con el nivel que tienen, será de terror lo que nos espera. Por suerte podemos mantener apagado el televisor y dedicar más tiempo a la lectura de novelitas que nos distraerán y nos dejarán algo de conocimiento.
Del periódico no podemos librarnos, porque considero que es necesario estar informados y uno puede dedicar una mirada superficial a los titulares y leer únicamente lo que uno considera indispensable. Seguro que habrá noticias mentirosas y la llamada “guerra sucia”, que es la forma cariñosa, en que los políticos se expresan de sus contrincantes, en oportunidad de campañas electorales. Después de que se dicen basuras y temas conflictivos, después se abrazan y pactan y en esos pactos están jugando con nuestro futuro, con nuestro esfuerzo como ciudadanos conscientes y respetuosos de las leyes.
Ahora escribo este poquito de tonterías, porque no puedo privarme de expresar mis sentimientos, porque los políticos me tienen confundido, avergonzado y anonadado. Algunos de ellos son profesionales con magnifica formación universitaria, de familias notables que han dejado un legado a nuestra sociedad. Pero cuando uno los escucha y pone atención a sus palabras y sus planteamientos, ve una pobreza de criterio que asombra, estoy seguro que hasta ellos mismos deben quedar anonadados de sus alocuciones y en su conciencia (porque estoy seguro que la tienen) se deben reprochar, pero después se miran al espejo, se hacen unos cuantos gestos y siguen haciendo monerías.
Después de haberme desahogado de esto que me incomoda psicológicamente, no creo que en mucho tiempo vuelva a escribir sobre temas similares, porque me resulta más bonito escribir sobre temas románticos o comentar mis sueños y ensueños, que también me sirven como aliciente de las presiones diarias del trabajo y las relaciones interpersonales, con los compañeros de trabajo, los amigos y los familiares.
Miguel Aramayo
SCZ.04-02-2020