Me falta aprender
Se tan poco que, a medida que leo más, me doy cuenta de mi real ignorancia. Cada vez que inicio la lectura de un nuevo libro, me entero de cosas que no conocía, ni por referencia, pero eso me sucede no sólo al leer libros, también me pasa lo mismo cuando leo algunos artículos en revistas o en periódicos.
Lo interesante de leer más, es que además de distraerte y consumir el tiempo ocioso, también vas almacenando más conocimientos y te das cuenta que lo que poseías en tu memoria, es ínfimo, comparando con todo el conocimiento almacenado en la humanidad. Desde luego que pretender saber todo, es prácticamente imposible.
Es verdad que, al leer más, me incentiva a escribir, ¿por qué si algunas personas pueden hacerlo?, ¿por qué yo no? Una de mis limitantes, cuando pienso en escribir es la pésima ortografía y el deficiente conocimiento de gramática; pese a esas limitaciones me animo a escribir, porque tengo un amigo que se toma la molestia de leerme y hacerme las sugerencias de cambio en ortografía, gramática y redacción.
Escribir, me resulta como una válvula de escape a lo que va acumulando mi cerebro y porque me siento capaz de expresar mis pensamientos en letras; además de desahogarme, sé que es una forma de dejar para los demás algo de los conocimientos que adquirí a lo largo de mi vida y no hacerlo me hace pensar que me comporto como un egoísta.
Estoy consciente que lo que se escribe con la mano no se puede borrar con el codo (Borrar con el codo lo que se escribió con la mano), por lo menos ese es un adagio antiguo, que lo tengo muy en cuenta, porque una vez escrito es difícil desdecirse y uno puede “meter la pata” diciendo cosas que puedan ofender a otras personas o escribir sin el debido fundamento.
He probado varios estilos y creo que encontré la forma más fácil de expresarse y creo que es el dialogo, lo que me resulta más cómodo, porque además con ese estilo se usa más la primera persona y eso me da comodidad para expresarme. En estos últimos catorce años he procurado alejarme de la realidad, especialmente la realidad política y por ese motivo he escrito con mayor frecuencia, además con los años uno aprende a delegar funciones y eso hace que uno se encuentre con mayor tiempo libre y que la mejor forma de consumirlo es escribiendo.
El estado de ánimo con el que uno se encuentre, también es un factor que ayuda a elegir el tema sobre el que se quiere escribir. Escribir novelas es algo más complejo porque uno debe elegir el tema, estructurarlo y después ponerse a escribir, pero para hacerlo uno debe leer cinco o diez veces más que lo que se pretende escribir, por cuanto uno debe documentarse en el tema elegido y se debe sustentar cada cosa que se escribe, porque la novela es ingenio y el ingenio se conseguí documentando sobre lo que se escribirá.
Ahora estoy ideando una nueva novela, que no es una biografía, pero es sobre una época vivida en términos políticos y pensé que tenía la cabeza llena de anécdotas e historia, pero ya llevo casi ocho meses en vueltas y vueltas y no he llegado a completar cuarenta páginas, porque realmente es complicado escribir sobre ese tema, además la historia todavía no fue escrita o la literatura sobre el tema es demasiado árida y difiere de lo que llevo en la mente.
Miguel Aramayo
SCZ.24-01-2020