Pensando en mi madre y muchas madres
Siempre en esta fecha estuve pendiente de que debía escribir, para agasajar a mi madre. Desde cuando me independice le consultaba, ¿qué quieres que te regale para el día de la madre? y su respuesta siempre fue la misma: “quiero que me escribas
algo”. Yo siempre la complacía con un poemita, una carta o la dedicatoria en una simple postal y lo que decía me salía del alma, pero sin ninguna dificultad.
Ahora que no está ella, ni mi hermana y mi querida suegra, siento el deseo de escribir a las madres, como una vez ya lo hice, pero estando mi madre en este mundo. Por suerte lo que más tengo en mi tari (cabeza) son palabras de amor y muy
especialmente, de amor por ese ser que es lo máximo de la creación, la prueba es que incluso Dios buscó a una madre, la Virgen Maria, para encarnarse y mostrarnos el camino de la salvación.
En este momento estamos viviendo una situación en la cual estamos nerviosos, quizá por el encierro al que estamos sometidos, por voluntad de quienes nos gobiernan y recomendaciones de los científicos en medicina y muy especialmente en epidemiologia.
Quizá por eso y por no tener la cercanía de mi madre y mi suegra, es que me siento tan sensible. Mi piel se estremece con simples pensamientos y quiero exteriorizar los mismos, deseando toda la felicidad del mundo, a todas las madres que me rodean. Las que
son mis parientes, las que trabajan conmigo y mis amigas.
Para todas esas madres: ¡Un beso muy grande y todo mi cariño…! Ellas se merecen mucho, y yo tan solo tengo palabras para poder ofrecerles y agradecer lo que soy, porque eso se lo debo a la dedicación prodigada por esas dos mujeres, que
me acompañaron, me quisieron y me guiaron hasta su partida; mi madre y mi suegra.
Madres: ¡Muchas felicidades en su día!
Miguel Aramayo
SCZ.26-05-2020