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La mentira

15 Jul

La mentira

Recuerdo a un confesor que después de decir:

 

− “Ave Maria Purísima”.

 

Y haber escuchado la respuesta del pecador que decía:

 

− “Sin pecado concebida”.

 

− ¿Qué pecados tienes muchacho?

 

−Acuso padre que he mentido.

 

El confesor respondía: − ¡al grano contáme tus pecados, no le des vueltas al tema!

 

La palabra hebrea “emet” designa, a la vez, verdad, coherencia de vida y fidelidad y, en este sentido, en la Biblia, la mentira no se refiere primeramente a una voluntad de no describir
con exactitud unos hechos, sino a la actitud de una persona que no inspira confianza.

 

San Agustin y Santo Tomas de Aquino se dedicaron al estudio filosófico y teológico de la mentira. Definen la mentira, como un lenguaje contrario al propio pensamiento con la voluntad
de engañar. Al analizar la mentira se debe tener en cuenta que, es preciso incorporar en el análisis del acto de habla del mentir las dimensiones de la coherencia, de la autenticidad, de la fidelidad, de la honestidad y trasparencia, asumiendo al mismo
tiempo la opacidad, las paradojas de la vida y la ironía de la existencia humana
.

 

La verdad no se dice; la verdad se muestra, se descubre o, mejor aún, se acoge, ya que la verdad de las cosas, del mundo, del ser humano, es Dios que se manifiesta y se revela. La
mentira consiste, por tanto, en no querer acoger ni dejarse iluminar por la verdad y el amor de Dios.

San Agustín, en su libro Contra la mentira, enumera ocho clases de mentira.
La primera es la mentira en la enseñanza de la religión; la segunda, la que no aprovecha a nadie y daña a alguno; la tercera, la que aprovecha a uno dañando a otro; la cuarta es aquella en que se miente únicamente por el placer de mentir y engañar; la quinta
es la que se dice por el deseo de agradar; la sexta es aquella que, sin perjudicar a nadie, aprovecha a alguno para asegurar sus bienes de fortuna; la séptima es la que no daña a nadie y aprovecha a alguno para librarse de la muerte; la octava, la que no hace
daño a nadie y sirve a alguien como defensa contra la impureza corporal.

 

Con lo poco que se expresa en este escrito, se puede llegar a la conclusión. El querer estudiar y demostrar, ¿qué es la verdad y qué es mentira?, requiere de altos conocimientos de
filosofía y de teología. Dominar el contenido de la Biblia, en el Antiguo Testamente, hay muchas mentiras expresadas en Éxodo y Levítico, que recogen mentiras de Abraham, Isaac, David, Jonatan, que mintieron sin tener la desaprobación de la Biblia.

 

Desde luego que la verdad y la mentira, para su análisis tienen una alta influencia de la religión y por lo tanto se hace muy complejo su estudio, pero se debe tener en cuenta lo que
dice el octavo mandamiento “No levantar falso testimonio ni mentir”

«No darás falso testimonio contra tu prójimo»
(Éx. 20,16).
«No jurarás falsamente, y cumplirás los juramentos hechos al Señor».
(Mt 5-33).

 

Miguel Aramayo

SCZ.25-05-2021 Primer grito de independencia 1809, 1810 el cabildo en Argentina y 1815 la batalla de La Florida
en Santa Cruz.