El tiempo pasa inexorablemente
José Hernández dice en uno de sus libros: “Hay dos cosas que se pierden y no se vuelven a encontrar, el tiempo y la vergüenza”. El gobierno del MAS está perdiendo ambas cosas en forma acelerada. El tiempo, porque han pasado tres años de gobierno y lo único que han hecho es crear un odio incontenible entre bandos antagónicos y, eso ya es perder la vergüenza, pero lo más grave como perdida de vergüenza es la entrega incondicional a un tirano extranjero, que hace mucho que perdió el tiempo, la vergüenza y que además está ocasionando que algunos países también pierdan el rumbo. Un hombre que notoriamente tiene problemas mentales y que pese a eso y por sólo su plata ha logrado comprarse gente afín, que increíblemente le cree.
Como las ciencias exactas, además de trabajar con números, permiten trabajar con lógica y aplicando razonamiento, se emplean métodos filosóficos de análisis, con lo cual estamos en condiciones de cuantificar: El tiempo perdido, el mismo que adecuadamente empleado puede haber rendido frutos. Este análisis permitiría también hacer estimaciones monetarias de costos y beneficios, pero como no todo se debe medir en términos económicos, el mismo análisis podría permitir hacer apreciaciones del costo social.
Poniendo en concreto, lo expresado hasta ahora en términos abstractos, puede ser visualizado con algunos ejemplos de la vida real, que mostrarán el perjuicio acarreado en estos tres años. Algunos podrán alegar que el análisis que se presentará es extremadamente materialista y por lo tanto descalificarán esta moción.
El contratar especio publicitario en periódicos, revistas, radio y televisión, tienen un costo muy alto y es muy fácil cuantificar los tiempos empleados en publicidad en los diferentes medios, multiplicar esos tiempos por el costo, por unidad de tiempo, por tiempo empleado y, se obtendrán los resultados económicos de un dinero que el gobierno lo gastó con solamente un beneficio político a favor de su tesis y en desmedro de la tesis del oponente. Pero que hay del tiempo que perdió la audiencia para escuchar cosas que incluso se saben que son mentira, se cuantifican horas hombres y se clasifica por rangos de personas, actividad, capacidad y valor hora, también se puede expresar la perdida en valor económico. Pero si ese dinero, si ese tiempo, se hubiera empleado para educar a la población, en cosas que son de un gran significado y de uso común y muy simple, como es la educación vial, la alfabetización, o la preparación de alguna materia en particular. Cálculo para que las amas de casa, aprendan a optimizar los ingredientes de diferentes recetas para conformar una combinación optima entre costo, valor calórico y valor alimenticio. O un sin número de otros temas. Tendríamos como resultado que el dinero invertido en publicidad hubiera tenido un resultado “tangible” y favorable para todos.
Si cuantificamos el tiempo perdido en las colas para conseguir combustible, en términos matemáticos es muy simple multiplicar horas por costo hora de cada vehiculo y costo hora de cada chofer con su correspondiente costo de oportunidad, para los diferentes tipos de vehículos y los diferentes tipos de chóferes. Además se puede cuantificar el costo del tiempo perdido en esa actividad que podía haber aumentado la eficiencia de los transportistas, de los ingenieros, de los médicos, de cada tipo de profesional que hubiera podido desarrollar mejor su actividad en beneficio de este país, pero ese tiempo, ese esfuerzo y esos recursos económicos perdidos no benefician a nadie, incluso ni políticamente.
Si cuantificamos el tiempo perdido en tantas y tantas marchas y contra marchas y, cuantificamos los recursos gastados en el pago que el gobierno, o quien sea tuvo que hacer a esa gente, si cuantificamos el tiempo de cada persona, por la cantidad de personas clasificadas en los diferentes tipos de personas, veremos que si ese esfuerzo se hubiera invertido en agricultura, en artesanía, o en cualquier otra actividad, con seguridad que se hubiera contribuido al incremento del producto neto interno de este país, al beneficio individual de los participantes y al mejoramiento de la imagen del país. Además de todo esto, la salud mental de los participantes en las marchas, los que apoyaban y los que rechazaban podrían haber eliminado los riegos de salud pública y no hubiera habido la cantidad de perdida de vidas humanas, y el tiempo perdido en medicina y esfuerzos, para atender a los heridos y con toda seguridad que el caudal de odio que tenemos ahora hubiera sido menor.
Los ejemplos y análisis que pueden aplicarse usando con mayor sutiliza la información disponible puede mostrar mucho más el perjuicio. Pero el objeto de esta moción, es mostrar que el tiempo perdido no lo podremos recuperar y tampoco podremos recuperar la vergüenza que hemos ganado. Esto deberá servir como ejemplo a las generaciones futuras, para que no sigan en la barbarie, en la vorágine, en la que hemos caído nosotros, por el capricho de personas que nos están dirigiendo como ovejas al matadero, con el único objetivo de satisfacer sus bajos instintos y su absurdo objetivo de ideales obsoletos y tan solo para alimentar su ego y su afán desmesurado de poder, por el sólo afán de poder. Y como lo han expresado algunos, por su egolatría de figurar en la historia, en la historia ¿para qué?
Luis Alviña