No estando allí
No estando en mí país, pero sí estando inmerso en él, por el patriotismo que siento, me permiten ver las cosas que le suceden desde un angulo diferente, desde un angulo que me posibilita verlo en el contexto sudamericano y mundial. Esa percepción me gustaría compartirla con mis amigos y coterráneos, que al igual que yo estamos alejados físicamente, pero imbuido por sus infortunios.
Si todos tuviéramos la posibilidad y el tiempo de leer todos los periódicos, revistas, artículo sueldos y mails que recibimos, estaríamos en condiciones de analizar la situación por la que está atravesando nuestra patria, América y el mundo, podríamos analizar la situación en forma más crítica y comparativa con el entorno. De lo que se desprende de la lectura, podemos aseverar, que en Bolivia hay algunas personas que tienen el panorama muy claro, como es el caso de: Cayetano Llobet, Susana Seleme, Ruber Carvalho, El Gordo Mendez, Centa Reck, Estremadoiro, Oscar Bowles y muchos otros más, a los que leemos desde los periódicos que editan sus artículos, o en los mail que recibimos.
A continuación presentaré una opinión mía, que podría denominarse una tesis para demostrar que en Bolivia convivimos por lo menos dos culturas, nosotros los orientas y los “collas” que están a punto de ser dominados por los aymaras en venganza de lo que hicieron “Manko Capack y Mama Ocllo”, cuando los conquistaron en nombre del Dios Sol (inti).
El mundo se divide en continentes que tienen características antropológicas, étnicas, genéticas, religiosas, económicas, que los diferencian. La prueba está en como se agrupan los países, no por su ubicación sino por su poderío económico y eso lo vemos con el G8, con el G20, además esto concuerda con la caracterización que hacemos de primer mundo tercer mundo, o como se ha dado en llamarlos ahora “países emergentes”.
Las democracias más avanzadas, no solo están en los países más antiguos, sino en los poderosos. América tiene otra particularidad además de ser un continente, está a su vez dividida en tres: Norte, Centro y Sudamérica. Norte América está dividida en dos, la porción del norte conquistada principalmente por Inglaterra, donde se exterminaron a los aborígenes y se importaron africanos. La otra porción corresponde a México, que siendo Norte América, fue colonizada por los españoles, lo mismo que Centro América y el Caribe, donde los españoles no exterminaron a los indios, pero si los esclavizaron casi a nuestros días, pero aquí también importaron negros africanos, para esclavizarlos y distribuirlos por América, por lo tanto ellos tienen algo más que lo que tenemos al sur español.
Sudamérica, también colonizada por los españoles, tuvo una característica adicional; por un tratado entre portugueses y españoles, el tratado de Tordesllas, (Se conoce como Tratado de Tordesillas el compromiso suscrito en Tordesillas – actualmente en la provincia de Valladolid, en el noroeste de España – el 7 de junio de 1494 entre Isabel y Fernando, reyes de Castilla y Aragón y Juan II rey de Portugal, en virtud del cual se establecían un reparto de las zonas de conquista y anexión del nuevo mundo mediante una línea divisoria del Océano Atlántico y de los territorios adyacentes). Este hecho hizo que casi toda la mitad oriental de Sudamérica pertenezca a Portugal, que importó negros para esclavizarlos y exterminó a los aborígenes, por lo menos los que se dejaron pillar, porque algunos se quedaron en la selva y permanecen allí. El occidente de América conservo a sus aborígenes, porque fueron usados como animales de carga y maquinas de guerra, al sur de Bolivia fueron exterminados y en el caso de Argentina sólo quedaron para nombrar algunos lugares exóticos, en el caso de Chile quedaron unos cuantos algo más que en Norteamérica, pero sólo para las postales.
Perú, Ecuador y Bolivia fueron donde se desarrolló con más fuerza la etnia quechua y fueron los últimos Incas que exterminaron los españoles, esa cultura dominó a los aymaras, que es la cultura a la que ahora quieren retornar los que pretenden hacer los cambios en Bolivia. Esa gente pertenece al occidente y está constituida por una mayoría quechua, desde luego que la minoría aymara tienen el odio más concentrado y la prueba es su famosa “justicia comunitaria”, el “sacrificio de perros”, a quienes degüellan en vivos; está separada del oriente por las montañas.
En el oriente se mantuvo el predominio de los españoles que son los que todavía subsisten, por cuanto los aborígenes de los llanos orientales ya casi se extinguieron, son muy pocos los que quedan, pero a partir del 1952 hubo una gran migración del occidente (collas) que en el último gobierno de Paz Estenssoro se incrementó notablemente, porque les ofrece mejores perspectivas de desarrollo y progreso.
En Bolivia conviven cuatro culturas claramente diferenciables, en el occidente predominan los (1) quechuas que es gente trabajadora y muy fácilmente se asimila al mestizaje, con un gran sentido del progreso y la ambición de dejar de ser originarios, porque en su gran mayoría son mestizos. El altiplano está bajo el dominio de los (2) aymaras cuyo centro neurálgico puede decirse que es “Achacachi” y cuyo centro urbano es “El Alto”. Otro grupo está constituido por los (3) aborígenes orientales que pertenecen a las otras treinta y cuatro (34) etnias nombradas por los políticos de turno, ese grupo es pacifico no racista y lo que le gusta más es vivir bien, comparten plenamente con los mestizos españoles y no tienen ningún tipo de egoísmo y por último los (4) mestizos blancoides, descendientes de españoles, que ocupan una gran parte del territorio y que principalmente están concentrados en el oriente.
Lo expresado en este escrito no corresponde a lo escrito en algún libro de historia, es la vivencia que tengo de mi país y a lo que leí en diferentes lugares, u obtuve como transferencia de viva voz de mis ancestros que radicaron principalmente en Perú y Bolivia.
Luis Alviña