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¿Será que sé algo?

16 Ago

¿Será que sé algo?

El hecho de haber tenido la suerte que me brindó Dios y mi País de haber estudiado, digo bien y recalco, porque Dios es quien me dio la posibilidad de estudiar y mi País brindo los medios económicos a la UGR, para que esa casa de estudios que me profesionalice. El entorno, los amigos principalmente, los catedráticos, los colegas ode trabajo, la familia, los vecinos, el pueblo, la región, el país, influyen en forma permanente para adicionar a los conocimientos lo que se llama la cultura. Música, forma de hablar, forma de expresar sentimientos, gustos por la comida y la bebida, cariño por los amigos y las personas que se destacan en esa sociedad, como don Humberto Bruno – Decano de la Facultad, Armando Téllez y Walter Porras – secretarios del Decanato, don Germán Coimbra S. – Secretario del Rectorado y catedrático de Historia Económica, además de un hombre querendón de Santa Cruz que nos contó muchas anécdotas de este pueblo y nos brindó la posibilidad de leer sus poesías. Todo eso influyó en lo que ahora puedo brindar en retribución a este lindo pueblo y tengo la seguridad que lo que haga o diga en su beneficio no es nada en compensación con lo recibido.

 

Al leer la historia de este pueblo, pero no sólo lo que sale en los libros, sino lo que sale de la boca de la gente, gente mayor que te relata no solo lo que vivieron, sino lo que recibieron de enseñanza de sus mayores, y éstos de sus padres y abuelos, lo que se denomina tradición oral, que es la mayor cultura que poseen los pueblos, la que trasmitida de boca a boca, dio origen a escritos como la Torá, la Biblia, el Nuevo Testamento, y el Corán. Escritos que son el pilar de las tres religiones monoteístas y que tienen la misma procedencia, que se originaron en el mismo lugar y con la misma gente, gente que fue transfiriendo sus creencias, de generación en generación, hasta encontrar a los “escribas” que de diferentes maneras lograron plasmar en escritos esas tradiciones, escritos que ahora son corroborados por los arqueólogos, teólogos y un sin número de profesionales, que están mostrándonos que esos hechos narrados en los libros religiosos correspondieron a hechos históricos acaecidos en situaciones y momentos históricos que correspondieron a la realidad y que ahora pueden demostrar que lo expresado era verdad, verdad sustentada por escrito, muchos años después de su acontecimiento.

 

Haciendo una mezcla de lo que entiendo como cultura, como tradición y viendo el momento actual que nos toca vivir y observar la forma de reaccionar de esos no más de diez personajes que están manejando la política de este país y se están aprovechando del lo ellos llaman “Movimientos Sociales”, que no son más que “masas amorfas” que están siendo utilizadas con un costo económico y un aprovechamiento de las comunicaciones, pero ¡no! en beneficio de ellos mismos, sino en beneficio de un plan trazado desde no se donde, y financiado desde donde y por quien chavemos. Por ese motivo ¡me hago el sabio…! y recordando algo que aprendí en colegio, en La Salle, cuando el Hermano Enrique (el que decíamos conde, marquez y duque) era nuestro profesor de filosofía y nos hablaba de las características del carácter humano.

 

Sin ser psicólogo o psiquiatra me animo a clasificar a la gente de Santa Cruz, dentro del grupo de gente pacifica, cariñosa, afectiva, franca, estable, el grupo de gente que se conoce como Ciclotímicos: tienen un humor básico con una tendencia oscilante, de manera que a lo largo del tiempo evolucionan en fases: a momentos de alegría le siguen gran tristeza, después vuelven a estar alegres… en los momentos de alegría su relación con el mundo es muy fácil, se les llama sintónicos, porque establecen una sintonía con todo lo que les rodea. Son personas muy adaptables, sociales, realistas además son muy extrovertidos, tienen una gran facilidad para establecer relaciones con los demás.

 

La gente que nos gobierna en este momento por lo contrario están dentro del grupo denominado Esquizotimicos: es un humor básico más estable. Tienen una actitud retraída, su conducta frente al mundo es fría y reprimida. Se les llama atonicos cuando tienden a distanciarse del medio, no sintonizan con el medio ambiente, se refugian en su mundo interior, que eso también se les llama introvertidos o autísticos. Cuando se descompensan estos sentimientos psiquiátricamente se le llama psicosis esquizofrenica, hay una gran dificultad para establecer relaciones con los demás.

 

El grupo psíquico al que pertenecen nuestros gobernantes desarrolla diferentes tipos de enfermedad, cuyos trastornos cualitativos principales se muestran a continuación:

 

Acedía: es la anestesia de los sentimientos. La vivencia que domina en el paciente es de vacío emocional de la vida.

Rigidez afectiva: bloqueo afectivo o congelación de la afectividad. Es la incapacidad del sujeto para modificar el estado de ánimo a pesar de la intensidad, el cual permanece fijado en la euforia, en la tristeza o en la normalidad.

Labilidad: es el extremo opuesto a la rigidez, son variaciones bruscas e inmotivadas de gran intensidad y de breve duración del estado de ánimo sin que haya ningún motivo para ello. Se cambia de un estado de alegría a tristeza.

Incontinencia emocional: se produce una expresión aparatosa de la menor variación del estado de ánimo. Hay una dificultad para contener las emociones. Ante mínimos estímulos tristes, lloran mucho y viceversa.

Inversión de los afectos: el paciente odia a quien debería amar y viceversa, se invierten los afectos.

Indiferencia afectiva: también llamado embotamiento afectivo: perdida de la resonancia interna de los afectos. El paciente permanece indiferente frente a los afectos, ya no siente el cariño que sentía por las personas que quería, el mismo lo considera patológico.

Paratimia o inadecuación afectiva: afecto paradójico de la afectividad. Las emociones no se ajustan a las vivencias pero se corresponden al contenido de sus vivencias.

Ambivalencia: es la existencia de dos impulsos opuestos hacia la misma cosa y en el mismo tiempo. Hay sentimientos contradictorios hacia un objeto, persona… puede existir amor / odio por una persona sin ambos se junten.

Deformación catatimica o afectiva: deformación de la realidad como consecuencia de un determinado estado de ánimo o estado afectivo. Si estoy alegre lo veo todo muy bien y de color de rosa.

Perplejidad: estado de desconcierto, indecisión, asombro…

 

 

Miguel Aramayo

SCZ. 16-08-2008