Mambrú se fue a la guerra
Cuando chico cantaba con los amigos una parodia de la famosa marcha infantil “Mambrú se fue a la guerra”, que decía así: “Mambrú se fue a la guerra, montado en una perra, la perra se murió y Mambrú se jodió”, algo similar les pasó a los militares venezolanos que se dejaron fotografiar mientras un ministro cruceño negociaba con las autoridades y cívicos de Santa Cruz, después de que estos fueron atropellados y les faltaron el respeto los policías y militares que el Gobierno trajo de La Paz, fuertemente preparados, pero ¡montados en una perra!, la perra se murió en la madrugada y se fueron con todos los insultos de cobardes, corruptos, etc. etc. y como dijo el Prefecto, “con la cola entre las piernas”, como el perro del Chavo del Ocho, “con la mirada perdida, con el hocico mojado y el rabo entre las piernas”
El Prefecto convocó al pueblo a defenderse y algunos presentadores de televisión hicieron eco de ese pedido. Y hoy fue muy fácil reunir “oligarcas” de dentro del millón y algo más que existen en Santa Cruz. Nuevamente nos reunimos para demostrar lo que queremos y como lo queremos, pese a que el Gobierno nos lo puso un poco más difícil, nos pidieron que nos reunamos a dieciséis kilómetros de la ciudad y sin pagar a la gente, que voluntaria y pacíficamente se presentó en el aeropuerto de Viru Viru, con solo banderas y el corazón henchido de emoción por defender sus ideales y demostrar su rechazo a lo que ofreció el que chavemos, que fue muy nombrado en los discursos, como ¡gorila!, ¡macaco! y muchos otros apelativos, además todos nosotros coreamos nombrando a su madre.
Me sentí muy feliz de juntarme nuevamente con la gente que siempre estamos, sin diferencias sociales ni económicas, menos diferencias raciales, porque todos tenemos algo en común, todos los que asistimos a los llamados para defender Santa Cruz, somos “oligarcas” y el solo hecho de sentirme uno más de esos oligarcas me produce una gran felicidad. Esa felicidad no solo es por lo expresado, también mi felicidad provenía de haber demostrado al Gobierno que ¡no solo somos muchos!, sino que también ¡somos machos…!
“Bajo el cielo más puro de América y en la tierra de Ñuflo de Chávez”, con un sol radiante y a más de treinta y cinco grados centígrados a la sombra, nos congregamos en un número elevado de gente que se dio cita a más de dieciséis kilómetros del centro de actividad a una hora que el astro rey es más caliente y más maligno, pero no nos hizo ni mella y lo sentimos como un incentivo que nos envía Dios para ser como somos.
Espero que el Gobierno que quiso un octubre negro y tuvo “un octubre verde”, asuma conciencia de lo que nos está sucediendo y nos tome muy en cuenta para respetarnos y modificar sus actitudes. Que los militares se den cuenta que no solo los están usando para hacer “pancito con queso”, también los están usando para amedrentar a sus hermanos, a quienes deberían defender, porque ese es su mandato según nuestra constitución, constitución que está siendo pisoteada por quienes no quieren respetar la leyes y menos la más importante. Prefieren recibir unos chequecitos y cumplir las órdenes, la agenda y las instrucciones del que chavemos y que ya se desenmascaró.
Miguel Aramayo
SCZ- 19-10-2007