Alhelí
No son muchas las flores que se prestan para formar poemas, sea como tales o en canciones. Quizá las más populares son las rosas, los claveles, las violetas, las hortensias, pero el alhelí o simplemente alelí, quizá sólo se nombre en una canción, que por su letra es tan bonita que me llamó la atención.
La letra dice así: Lindo capullo de alelí / Si tú supieras mi dolor / Correspondieras a mi amor / Y calmaras mi sufrir / Porque tú sabes que sin ti / La vida es nada para mí / Tú bien lo sabes / Capullito de alelí / Lindo capullo de alelí / No hay en el mundo para mí / Otro capullo de alelí / Que yo le brinde mi pasión / Y que le dé mi corazón / Porque tú eres la mujer / A quien he dado mi querer / Y te juré lindo alelí / Fidelidad hasta morir / Por eso yo te canto a ti / Mi capullito de alelí / Dame tu aroma seductor / Y un poquito de tu amor / Porque tú sabes que sin ti / La vida es nada para mí / Tú bien lo sabes / Capullito de alelí / Tú bien lo sabes / Capullito de alelí. “Rafael Hernandez Marin”
Pero los humanos somos tan caprichosos y románticos que con poquitas palabras podemos hacer versos bellos, que no sólo muestren lo hermoso del universo, sino que también nos convenzan que podemos crear situaciones de profundo amor, como la otra canción que transcribo a continuación:
Si nos dejan / Nos vamos a querer toda la vida / Si nos dejan / Nos vamos a vivir a un mundo nuevo / Yo creo podemos ver / El nuevo amanecer / De un nuevo día / Yo pienso que tú y yo / Podemos ser felices todavía / Si nos dejan / Buscamos un rincón cerca del cielo / Si nos dejan / Haremos con las nubes terciopelo / Y ahí juntitos los dos / Cerquita de Dios / Será lo que soñamos / Si nos dejan / Te llevo de la mano corazón / Y ahí nos vamos / Si nos dejan / De todo lo demás se los olvidamos / Si nos dejan / Si nos dejan. “José Alfredo Jimenez Sandoval”
Así como esos dos versos de esas bellas canciones, muestran la capacidad que tenemos los hombres, de expresar nuestros sentimientos, con palabras y con musica. La combinación de letra y música, son capaces de que nuestros espíritus trasciendan la rutina del quehacer diario y nos separemos de lo mundano, para llegar a estar más cerca de Dios, inclusive logremos estar rodeados de nubes. Nubes que nos permitan construir un nidito de terciopelo y podamos calmar nuestros dolores, con un poquito del aroma seductor de una flor, que al mismo tiempo nos dé la sensación proporcionándonos mucho, pero mucho amor.
No creo que exista mucha gente, que se burle de los pensadores de forma romántica, presiento o creo que, hasta los más apáticos, sienten la vibración de su espíritu ante melodías convertidas en acordes y arpegios. Logrando elevarnos del suelo y brindándonos la posibilidad de soñar y convertir esas sensaciones en ilusiones, en ensueños y sueños que pasan a ser palabras de amor en formas de poemas o de letra de hermosas canciones. Canciones que inclusive puedan ser bailadas, transmitiendo y compartiendo vibraciones corporales y no simplemente espirituales, hasta convertirse en el “chasquido de un beso febril”.
Miguel Aramayo
SCZ.23-07-2020