Amor
Hay un bolero que dice: “amor es el pan de la vida, amor es un algo divino, amor es un algo sin nombre, que obsesiona al hombre por una mujer…”. Pienso que hay muchas más palabras para poder adornar lo que es el amor y este sentimiento se hace más visible, pienso yo, principalmente en dos oportunidades, cuando una pareja de jóvenes contrae matrimonio y cuando una mujer tiene un hijo.
Todos los actos humanos ensalzan esas dos situaciones, sin importar la religión que profesen cada pueblo, lo principal, lo más importante en toda sociedad, es la piedra fundamental de la misma, la unión entre un hombre y una mujer, que no solo se buscan por necesidades biológicas, sino principalmente por atracción espiritual (amor), amor que los materialistas pueden decir que es la consecuencia de reacciones químicas que producen feromonas, que son las causantes de esa atracción, pero estoy seguro que para que el organismo produzca esas substancias, el espíritu influye en el cerebro y eso se llama amor.
Si nos ponemos a pensar que el “amor es el pan de la vida”, veremos que es lo más cierto, una persona sin alimento, sin pan, muere de inanición. De la misma manera una persona sin amor, me da la impresión de que muere, aunque esa muerte solo sea una muerte espiritual, ahora eso no quiere decir que necesariamente se requiera de una pareja para tener ese alimento, ese alimento, también me imagino que lo provee Dios, porque “Dios es amor” y por lo tanto aquellas personas que le dedican su vida a Él no mueren espiritualmente.
Rescatando lo dicho en el párrafo anterior “amor es un algo divino”, se corrobora lo que en mi entender “Dios es amor”, y se me ocurre que la unión de un hombre y una mujer, por amor, no solo es un acto aislado, sino que es la consecuencia de algo buscado por Dios y con el objeto principal de la procreación, porque no existe amor sino no se da origen a nuevo ser, si no se procrea.
Ayer estuve en el matrimonio del hijo de un gran amigo y al ver las expresiones de felicidad, de amor, de espontaneidad de la pareja y escuchar las palabras del sacerdote en su homilía y la lectura de las palabras puestas por Dios en la Biblia y escuchar lo tierno de las expresiones de Tobías y Sarah, cuando contrajeron matrimonio, me dejó “la piel de gallina” y me sentí mucho más espiritual, al extremo de decir que percibí el contacto con Dios, porque “Dios es amor”.
Hacia mucho que no sentía tantas y tan lindas sensaciones de amor, de amistad, realmente quedé muy feliz de haber estado en esa ceremonia de matrimonio y después de haber participado de la celebración, puedo decir que sentí, según mi entender, el mismo sentimiento que sintió Jesús, cuando estuvo en las bodas de Caná, Caná de Galilea y esto completa lo que expresé al principio, que la otra expresión de amor es cuando una madre tienen un hijo y por lo tanto en mis apreciaciones de ayer me imaginé la felicidad de María, la madre de Jesús, cuando lo tuvo y pudo pedirle a Él que multiplicase el vino que se había agotado, para que la fiesta continúe, al mismo tiempo que continuaba la felicidad.
Miguel Aramayo
SCZ. 17-02-2008