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Arañita maravillosa

8 Ago

Arañita maravillosa

Un personaje muy interesante, un muchacho de pocos años, más de cuatro y menos de cinco, cuyo nombre es: José Miguel. De unos ojos verdes muy grandes, remarcados por unas pestañas que resaltan y sorprenden por su tamaño y cantidad, en una cara que muestra una sonrisa que es muy bonita cuando está de buen humor y que denota enojo cuando está de mal humor. Amigo del Hombre Araña y de los Power Ranger,  que le encanta ponerse un chaleco azul, tejido por su abuela. Se encontraba de vacaciones en Santa Cruz, un día a las ocho de la mañana, del octavo día, del mes de agosto del octavo año del siglo XXI.

 

Mientras esperaba que le preparen su desayuno se puso a investigar por diferentes lugares de la casa, en busca de aventuras y en una de las habitaciones donde se guardan los cachivaches y que está ubicadas debajo de la grada, simulando ser una ducha, pero que en realidad es un espacio que almacena varias cosas. Jose vio algo chiquito que brillaba en un rincón, con una intensidad sorprendente, una luz que se parecía al azul del cielo pero que se podía comparar con un color electrico, intenso, con la forma de una alcuza, algo similar a la lámpara de Aladino. Jose tomó el objeto entre sus pequeñas manos e intentado sacar la tapa, comenzó a frotarla sin darse cuenta, en el afán de ver su contenido, se encontró con una sorpresa… Junto con la tapa salió un personaje chiquito, de unos ojos muy azules, casi tan azules y brillantes como el brillo que tenia la alcuza, su tamaño no pasaba de los cinco centímetros, su aspecto era muy normal tenía por ropa una camisa de manga corta, un pantalón gris clarito, con cinturón de cuero y mocasines de la mismo tonalidad que el cinturón. El personaje tenía un parecido asombroso con el abuelo, se podía decir que era idéntico a éste, con la diferencia que él no tenía lentes.

 

Era el Ser Chiquito, que como de costumbre emergía de su escondite en el momento menos pensado, pero esta vez le jugó una broma al abuelo, porque sin su autorización abordó al nieto, al más pequeño de los nietos, que por casualidad tiene mucho de parecido físico con el abuelo y por consecuencia también se parece al Ser Chiquito. Entre ambos no hubo ningún temor y comenzaron a conversar como si hiciera mucho tiempo que se conocían. José Miguel inicio la conversación, investigando sobre Chiquito, pero este en poco tiempo lo guió hacia la conversación que él quería sostener. Hablaron de los viajes que Chiquito hizo con el abuelo y le contó que en uno de los viajes en alfombra mágica llegaron al hotel más importante de los Emiratos y que también estuvieron con Jose, en un yate con el Jeque y en otra oportunidad en el palacio del Emir.

 

Le prometió que en la primer oportunidad que tuvieran, harían un nuevo viaje en alfombra y que le presentaría a los amigos magos que tenemos en el desierto y que sobrevolaremos con él por los lugares que el elija y que los juegos y los amigos que le conocerá serán mucho más interesantes y valientes que el Hombre Araña o los Power Ranger.

 

En lo mejor de la charla escucharon que la mamá de Jose lo llamaba, porque el desayuno se enfriaba, se despidieron con un apretón de manos y la promesa de que se encontrarían nuevamente. Chiquito le dijo que estaba a sus órdenes y que lo esperaría en el mismo lugar y en la misma alcuza, luego de lo cual entro a ese recipiente, que fue cerrado por Jose y colocado en el mismo lugar, después de lo cual perdió el brillo y quedo como un trasto viejo en un rincón.

 

Miguel Aramayo

SCZ. 8-08-2008