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20 May

Ayudando a una consulta

Un pensador, se encontraba meditando en una plaza solitaria. Mientras su mente divagaba por el infinito sin fin, una señora lo miraba con atención y para no distraer su meditación se quedó paradita como una estatua, en espera de que el pensador se pudiera fijar en ella. El tiempo pasaba y las piernas de quien esperaba ya estaban adormecidas y su impaciencia estaba por llegar a su límite.

 

Gracias a una abeja que revoloteaba en las narices del pensador, seguramente en busca del dulzor que se desprendían de sus labios, los mismos que al mismo tiempo mostraban un rojo intenso, porque este individuo antes de meditar estaba comiendo chocolates con relleno de frambuesa y el pobre insecto estaba confundido con una flor de agradable fragancia. Cuando abrió los ojos y reparó en la señora que lo observaba con impaciencia le dirigió la palabra.

 

−Disculpe, veo que me mira como para consultarme algo, ¿puedo ayudarla en algo?

 

−Si. Respondió con gran timidez.

 

−Usted dirá ¿en qué puedo colaborar? Le dijo el pensador.

 

−Señor, hace mucho que se dé usted, varios amigos me contaron que usted es un gran soñador, e incluso leí algunos de los cuentos que relatan sus viajes, especialmente de aquellos en los que menciona a una amiga que tienen en Suiza y con quien tiene una relación muy romántica.

 

−¿De qué manera puedo contribuir a despejar las dudas qué tenga? O ¿Qué quiere saber de mis sueños, mis escritos o mi amiga?

 

−Me da mucha vergüenza, me gustaría saber ¿cómo puedo hacer para soñar románticamente? Además, saber ¿de qué manera puedo encontrar un compañero para armar en mis ensoñaciones y que me brinde felicidad?

 

−Ja, ja, ja. –Disculpas que me ría, no quiero molestarla y menos ofenderla, pero soñar es algo muy particular de cada uno. No es necesario que las personas con las que uno sueña, ¡realmente existan…! –Uno las puede crear en su imaginación y buscar la ficción que le satisfaga a uno, para que se conecten sus deseos, con sus sentimientos y crear una trama que tenga similitud con la realidad. La trama también puede ser una ficción, como volar en una alfombra o zambullir hasta el fondo del mar o conectarse con los dioses del Olimpo griego o del Panteón romano, quizá con simples humanos.

 

−Me puede dar una guía, y quizá ayudarme a crear mi primera ensoñación.

 

−En primer lugar, busque en sus recuerdos a un ser querido un ex enamorado o amigo, con el que usted se sienta bien y le traiga lindos recuerdos a su mente, quizá alguien que usted tiene muy escondido en su subconsciente, también puede ser alguien inexistente que usted le da forma. Elija el lugar donde desea que suceda el hecho que fabricará en su mente y en base a eso, usted puede fabricar hechos o utilizar recuerdos de acontecimientos realmente sucedidos en su vida, en un pasado quizá olvidado.

 

−Le agradezco mucho sus recomendaciones Sr. Pensador, lo llamo así para no violar su privacidad averiguando su nombre. Ahora retorno a mi habitat a soñar y si logro escribir un cuento, veré la forma de hacerle llegar el mismo.

 

−Espero que le vaya bien y le doy mi tarjeta para que tenga mis direcciones para hacerme llegar lo que escriba o hacer alguna otra consulta. Le pido que la mantenga en confidencia.

 

Miguel Aramayo

SCZ.25-03-2021

 

20 May

Que bello que es el mar

El tiempo es implacable y pasa a tanta velocidad, que cuando uno está solo, su devenir es más violento y pernicioso. Hacía mucho que no veo a mi amiga que vive en Suiza, nos comunicábamos telefónicamente cada cierto tiempo, pero con esto de la pandemia estuvimos alejados, sobre todo por el miedo impuesto por las autoridades. Donde yo vivo el ataque de ese mal fue mayor, quizá el más alto de Europa.

 

Ha pasado un año y en ese tiempo se produjeron cambios tan notorios, que la vida ya no es la misma, incluso para salir de compras tienes que cumplir una serie de restricciones, cuidándote y cuidando a los demás. Trabajo como siempre desde mi departamento y mayor distracción es abrir la puerta que da al balcón y durante el día ver un poquito de la torre Eiffel y en las noches que no hace frio observar el cielo en busca de las estrellas que son mis preferidas.

 

Hablando con mi amiga, intercambiando impresiones del cambio que ha tenido la humanidad, le comentaba que había observado que la bóveda celeste está más limpia, que disminuyó la polución y que las estrellas y la Via Láctea se pueden ver con mayor nitidez, pero al mismo tiempo, al meditar sentía un vacío en mi interior, un espacio limpio, eso me apenaba, porque es como si hubiera aumentado en años y esté aproximándome al fin. Después de esa mi expresión, noté un largo silencio en la línea, como si se hubiera cortado la llamada. Luego continuamos charlando de trivialidades, como es nuestra costumbre siempre que nos comunicamos. Después nos despedimos, pero sin establecer cuando sería la próxima comunicación.

 

Estaba preparándome un vermut y una picadita de quesos y fiambres para después dedicarme a la lectura de una novelita de “Patricia Cornwell” que titula “Inhumano”. Sonó nuevamente mi celular, que lo tenía en el bolsillo de la camisa. Era mi amiga que decía:

 

−Quedé muy preocupada con lo que me dijiste, que “te estés aproximando al fin”, me sentí muy triste y pensé que podría darte un poquito de felicidad, de esa que tanto me has proporcionado vos.

 

−Querida amiga, algunas veces uno expresa los sentimientos de una manera tétrica y altera el alma de los seres queridos. −Mil disculpas, no era mi intención asustarla o entristecerla, después de todo, el llegar al final es algo al que todos llegaremos cuando Dios lo disponga y debemos estar siempre preparados para afrontar esa circunstancia.

 

Ella me respondió: −Si no se incomoda y tiene el tiempo suficiente, este viernes me aparezco por su departamento y lo invito a pasar el fin de semana en un yate, que puedo contratar desde aquí; tengo los contactos con una de las empresas que son mis clientes en el banco. −Estaremos solamente nosotros dos y dos personas de la tripulación. −Estaremos en el mar, donde podemos tomar sol, conversar o quedarnos en silencio meditando, durante el día. −En la noche escuchando musica y observando las estrellas y tomando un trago para después entregarnos a los brazos de Morfeo y quizá darle gusto a Afrodita y Cupido, que tanto han aprendido de nosotros.

 

−Acepto su propuesta y espero que me de las directrices de lo que debo hacer, para que pasemos un fin de semana como lo sabemos hacer. Gracias, no sabe lo feliz que me hace. –Espero sus instrucciones y nos vemos el viernes que viene. ¡Qué feliciad…!

 

Miguel Aramayo

SCZ.24-03-2021

 

20 May

El cuarto Rey Mago

Mientras pensaba escribir algo sobre lo que se supone la isla más bonita, Santorini, se me ocurrió hablar con “Alexa” y le dije:

 

–Alexa: me puedes contar un cuento. Y con su voz monótona y amorfa, me respondió de esta manera: −Conoces el cuento del cuarto Rey Mago.

 

−Ahora comienzo por el principio: mencioné Santorini porque pensaba hacer un relato de esta isla. Isla del mar Egeo en Grecia, que tuvo varios nombres: Santorín, Santorini, Tera, Thera o Thira (en griego, Sandoríni o Thíra) corresponde a Kallisté, que podría traducirse como ‘la más hermosa’ o ‘la muy bonita’; se habría rebautizado Théra en el honor del fundador Teras, hijo de Autesión, y descendiente de Cadmo. También fue llamada Strongylē (‘la Redonda’). El nombre actual y que es el de “Santorini”, es de origen italiano, debido a los mercaderes venecianos medievales que la llamaron Santa Irene. Según mi parecer es una de las islas más bonitas del planeta. En otra oportunidad les cuento sobre esta isla.

 

−Estaba preparándome para escribir sobre la isla, pero en busca de inspiración le pregunté a “Alexa”, que es el asistente virtual controlado por voz; creado por Amazon, lanzado en noviembre de 2014 junto a su línea de altavoces inteligentes Echo. La invoque: Alexa – Me puedes contar un cuento.

 

−Se largó a contarme el cuento del cuarto Rey Mago, que me dijo que se llamaba Artabán. Un cuento que fue para mí una sorpresa, porque no conocía ese cuento. Me puse a buscar sobre el mismo y gran sorpresa:

 

Artabán es un personaje del cuento navideño. “El otro rey mago”, escrito en 1896 por Henry van Dyke, teólogo presbiteriano estadounidense.

 

−Ahora lo comparto con ustedes transcribiéndolo íntegramente, el cuento que escribió “Henry van Dyke”. Seguro que ustedes tampoco lo conocen:

 

Cuenta el relato que Artabán era el cuarto Rey Mago que encaminó sus pasos hacia Occidente, siempre guiado por el fulgurante mapa celestial, en busca del Niño Jesús.

 

El zigurat de Borsippa
, con sus altos muros y siete pisos, era el punto de encuentro de los cuatro reyes e inicio de la travesía conjunta. Hacia allí acudía Artabán, con un diamante protector de la isla de Méroe, un pedazo de jaspe de Chipre, y un fulgurante rubí de las Sirtes como triple ofrenda al Niño Dios, cuando topó en su camino un viejo moribundo y desahuciado por bandidos: interrumpió el rey su viaje, curó sus heridas y le ofreció el diamante al viejo como capital para proseguir el camino. Llegado a Borsippa, sus compañeros de viaje habían partido.

 

Continuó en soledad en pos de su destino, pero arribado a Judea, no encontró ni a los Reyes ni al Redentor, sino hordas de soldados de Herodes degollando a recién nacidos: a uno de ellos, que con una mano sostenía a un niño y en la otra blandía afilada espada, ofrece el rubí destinado al Hijo de Dios a cambio de la vida del niño. En esta actitud es sorprendido: es apresado y encerrado bajo llave en el palacio de Jerusalén.

 

Treinta años duró el cautiverio, y fueron llegando ecos de los prodigios, consejos y promesas de un Mesías que no era sino el Rey de Reyes al que fue a adorar. Con la absolución y errando por las calles de Jerusalén, se anunció la crucifixión de Jesucristo; encamina sus pasos al Gólgota para ofrecer la adoración largamente postergada, cuando repara en un mercado en el que una hija es subastada para liquidar las deudas su padre. Artabán se apiada de ella, compra su libertad con el pedazo de jaspe, la última ofrenda que le quedaba es ofrecida y Jesucristo muere en la Cruz: tiembla la tierra, se abren los sepulcros, los muertos resucitan, se rasga el velo del templo y caen los muros. Una piedra golpea a Artabán y entre la inconsciencia y la ensoñación, se presenta una figura que le dice: “Tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve desnudo y me vestiste, estuve enfermo y me curaste, me hicieron prisionero y me liberaste”. Desorientado y exhausto pregunta: “¿Cuándo hice yo esas cosas?”, y con la misma expiración recibe la respuesta: “Lo que hiciste por tus hermanos, lo hiciste por mí”. Con él se elevó a los mismos cielos que en su juventud le guiaron en pos del Destino finalmente alcanzado”.

 

−Esta recopilación que transcribí, no es exactamente el cuento que me contó Alexa, el de ella es un poco diferente, más cortito y se salta muchos temas, temas religiosos del relato original.

 

Miguel Aramayo

SCZ.18-03-2021

 

20 May

¿Escuchas?

− ¿Te puedo hacer una pregunta?

 

­− ¡Claro que sí, soy todo oídos!

 

−La conversación de uno mismo con uno mismo ¿Por qué?, aunque pareciera irracional, uno puede hablar con uno mismo. Los católicos le llaman a ese acto, “examen de conciencia”. Los budistas y otras religiones le llaman: “meditación”. −Yo, simplemente conversación, conversación de mi “conciencia” con mi “alma”. También decir “conciencia y alma”, pareciera que estamos expresando lo mismo con dos palabras diferentes.

 

−Según mi razonamiento, después de haber leído mucho sobre el tema, pero no en términos religiosos, sino en términos científicos, estoy convencido que, ambos radican en el cerebro humano, la “conciencia” y el “alma”. El consiente (conciencia) y el subconsciente (también conciencia, en nivel más profundo) ambos, radican en las neuronas y los axones, mientras que el alma radica en el hipotálamo -que tiene contacto con Dios (el soplo Divino)- y que es quien recibe información de la amígdala que es la parte de nuestro organismo, que es donde se generan los sentimientos. “La amígdala cerebral, también conocida como cuerpo amigdalino o complejo amigdalino (diferente a las amígdalas en la garganta humana), es un conjunto de neuronas complejamente relacionadas entre ellas dando lugar a una estructura diferenciable a nivel anatómico, resultando en una zona con forma de almendra que forma parte del sistema límbico”.

 

−Lo que te puedo decir sobre el cerebro humano, es tan interesante que, podrías quedarte días enteros aprendiendo sobre su composición y función. Pero ahora solamente estoy refiriéndome a tres componentes, la neurona, los axones y las dendritas.

 

−La conciencia puede retrotraer hechos y acontecimientos almacenados en nuestra memoria, lo puede hacer con tanta nitidez que, podrás observar colores, formas, expresiones, aromas sabores y me animo a decir incluso la fecha de acontecimiento, no con demasiada exactitud, pero si mucha aproximación.

 

−Pero como “alma”, los recuerdos que me presenta la memoria, me encantan y yo como alma les asigno los sentimientos que corresponden, porque mientras la conciencia puedes exponer los hechos y acontecimientos, el “alma” los matiza con sentimientos para poder completar las exposiciones.

 

−La “conciencia” (memoria) sin el “alma”, no son nada, el uno sin en el otro, pero es bueno que tomes en cuenta lo expresado a continuación: “El hombre no es más que una caña, la más débil de la naturaleza, pero una caña pensante. No es preciso que el universo entero se alce para aplastarlo: un vapor, una gota de agua, bastan para matarlo. Pero aun cuando el universo lo aplastara, el hombre sería todavía más noble, porque sabe que muere… el universo no sabe nada de eso.” Pascal.

 

­−Algo más, para que tengas en cuenta en nuestra conversación: “El famoso Oráculo de Delfos tenía grabado en su frente NOSCE TE IPSUM, (conócete a ti mismo), compendio de la sabiduría del pueblo griego, que recoge la neurociencia para tratar de cumplir el sabio proverbio”.

 

−Somos seres individuales que gozamos del “Soplo Divino”, por lo que tenemos alma, pero debemos cultivar nuestro cerebro y eso no depende únicamente de nosotros y más bien somos el objeto de la sociedad, de nuestro entorno, que nos educa, instruye y acondiciona, de acuerdo a lo que ellos quieren y nos dejan muy poco a nosotros.

 

Miguel Aramayo

SCZ.16-03-2021

 

 

20 May

Siguiendo el monologo

–¿Cómo te despertaste hoy?

 

–Siempre que estoy concentrado en mi soledad, me despierto muy bien, especialmente si tuve una noche tranquila. Desde hace mucho, mi vida es muy tranquila, con muy pocos altibajos, los mismos que se deben a estados de ánimo, y no a efectos externos.

 

–Por casualidad leí algo que me gusto: La soledad es peligrosa, es adictiva. Una vez que te das cuenta de cuánta paz hay en ella, no quieres lidiar con la gente. “Carl Gustav Jung” – Médico psiquiatra y ensayista, sus contribuciones al análisis de los sueños fueron extensas y altamente influyentes. También incursionó en otros campos de las humanidades, desde el estudio comparativo de las religiones, la filosofía y la sociología hasta la crítica del arte y la literatura.

 

–Como veras me interesé en averiguar quién era el Sr. “Carl Gustav Jung” y quedé realmente sorprendido porque es un médico del calibre de Sigmund Freud. Incluso a ambos en una oportunidad les dieron el título de Doctor honoris causa. Los dos opinaron con mucha seriedad sobre el tema de la soledad, porque al estar en contacto directo con enfermos mentales vieron que estos vivían más tiempo en soledad, pese a estar rodeados de personas de diferentes características, desde sus colegas, los médicos, las enfermeras y los visitantes a los centros de salud (manicomios).

 

–Pienso que existe una diferencia entre estar solo y sentirse solo. Creo que es un estado de ánimo o un sentimiento de separación, aislamiento de los demás. La palabra hebrea traducida “desolado” o “solo” en el Antiguo Testamento, significa “único”, “solo uno”; “uno que es solitario”, “abandonado”, incluso: “miserable”. Y es que, según las escrituras, no hay tristeza más profunda que en algún momento venga a la mente la idea de que estamos “solos” en el mundo, que no tenemos un amigo, que no le importamos a nadie, que nadie se preocupa por lo que nos pudiera ocurrir, o que a nadie le importaría si llegáramos a dejar de existir.

 

–Cuando pienso en la soledad, nunca se me ocurrió pensar en estar abandonado, al contrario, en ese estado de ánimo siento que puedo elegir, con quién estar, dónde estar y cómo estar y eso no me produce una sensación que borra la soledad. 

 

–Leyendo el Génesis, se ve que Dios se apena de la soledad del hombre y le crea una compañía, Eva, pero también en los mismos escritos se ve que El Creador se resiente cuando no le obedecen y comen del árbol prohibido y los expulsa del Jardín del Edén. Nuevamente el hombre siente soledad. He leído que en el Nuevo Testamente no se usa la palabra “solo”, para expresar un estado de ánimo, pero si para aproximarse al Altísimo, “A menudo Jesús se retiraba a lugares donde podía estar solo para orar”. (Lucas 5:16). 

 

–Realmente es muy complejo el poder definir la soledad y quizá sea similar como querer definir la belleza observando un cuadro de Picasso y comparar con uno de Velasquez. El antiguo testamento dice: Isaías 58:11 «Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan.»

 

–En otras lecturas encontré opiniones divergentes como: La soledad durante períodos más largos puede afectar al individuo y suele ser percibida como desagradable, causando depresión, aislamiento y reclusión, dando como resultado una incapacidad de establecer relaciones con los demás. Pero los monjes, por ejemplo, la ven como una forma de iluminación espiritual. También hay filósofos que, además de recomendar llevar una vida tranquila y solitaria, ven a la soledad como una forma de alcanzar la excelencia. Ejemplo de ello es Arthur Schopenhauer, filósofo alemán que sostenía que “la soledad es la suerte de todos los espíritus excelentes.” Hay psicólogos y psiquiatras que recomiendan aprovechar y disfrutar de los ratos de soledad, debido a que “nos permite descubrirnos y darnos cuenta de quiénes somos y qué queremos.” 

 

–Creo que por ahora es suficiente de meditaciones y me quedo con lo que dijo “Carl Gustav Jung” e “Isaías 58:11”.

 

Miguel Aramayo

SCZ.11-03-2021

 

20 May

Alguien

En lontananza se observaba algo que tiene un movimiento extraño, pareciera una persona, porque su figura es erguida y caminaba sobre dos patas, por lo tanto no es un animal, porque si hubiera un sido un simio, su caminar sería distinto, es un humano y por lo tanto no son patas las que le dan la locomoción, sino son los pies que están al extremo de unas piernas largas y que se doblan a la altura de la rodilla cuando una pierna se adelanta a la otra y los pies se curvan de manera que dejan apreciar el movimiento de : talón, planta punta; primero de un pie, luego del otro.

 

Ese movimiento no es de alguien que parte, ¡no…!, es de alguien que se aproxima. Está muy lejano, porque la distancia del horizonte permite observarlo cada vez más próximo, pero su andar es tan pausado que, desde donde está, hasta donde se lo percibe pasará mucho tiempo hasta poder distinguirlo o poder apreciar si es hombre o es mujer, la cadencia de sus pasos no deja poder diferenciar el sexo del personaje que se aproxima y la elegancia con la que discurre su caminar tampoco deja apreciar, es elegante, monótono y cadencioso.

 

Quien lo miraba adelantarse en el camino, es similar a ver la aproximación del horizonte, proporcionando una visión que se traduce en paz. Sin el apuro de que se adelanten los acontecimientos, más al contario, con la paciencia que solo la paz interior puede proporcionar, sin el afán de acelerar los acontecimientos. Es así como uno se imagina el transcurrir de la vida, cuando uno ha llegado a una cierta edad, cuando no requiere que lo apuren, ni tampoco pretender detener el tiempo.

 

Se puede respirar con tranquilidad y percibir que el aire penetra a los pulmones, proporcionando el oxígeno requerido por los pulmones, para purificar la sangre que posteriormente se irrigue por todo el cuerpo, hasta llegar al cerebro que es la terraza desde donde se aprecia el devenir de la existencia. Ese oxígeno, alimenta las neuronas, que son las que conservan los recuerdos de la existencia y éstas pueden proporcionar la imagen de lo almacenado en su interior, ¡los recuerdos…!, la filmación de lo trascurrido en lo vivido.

 

La vida es color de rosa, porque uno la puede pintarla del color que quiera. De la misma manera la forma de esperar lo que se aproxima del infinito y uno no se apura por saber ¿quién es?, y ¿qué es lo que quiere? Cuando uno cree haber hecho todo lo que le correspondía y haber disfrutado de todos los acontecimientos que lo rodearon, después de haber brindado todo el amor que se pudo, uno puede esperar que venga ese futuro y no tendrá que reclamar, porque uno ya dio lo que supone que debió ser lo correcto y si uno se queda solo y con poco amor o sin ninguno, es porque

 

20 May

Las nubes y yo

Mientras miraba el cielo sin ver nada, nada más que las nubes que muy lentamente se dirigían del norte hacia el sur, eran blancas, muy blancas y se desplazaban en un movimiento casi imperceptible, asumiendo formas, que en algunos momentos se asemejaban a personas, animales o cosas más o menos conocidas, pero que, de un momento a otros, con un simple pestañeo ya no eran lo anterior sino algo nuevo y esta vez informe, sin ningún parecido que pueda distraer nuestra imaginación.

 

Mientras el cuerpo, lo físico, se encontraba en esa divagación, como decir “papando moscas”, con la boca abierta y el rostro de idiota, sin más preocupación que el cubrirse los ojos con la mano derecha, para brindarse sombra y evitar el encandilamiento que produce el sol, con su claridad en los ojos que miran sin ver. Quien aprecie esa situación podría decir que, observa a un ente sin ningún sentido, pero nadie puede imaginar lo que encierra ese cerebro, que no se deja ver o esa alma, alma desde un nivel superior acompañando a esa persona, que pareciera divagar en la nada.

 

Situaciones como esa, se aprecian con frecuencia, especialmente cuando uno visita un parque o transita en un subterráneo, un tren o está en la sala de espera de algún aeropuerto. Uno no puede adivinar qué es lo que pasa en el interior de esas mentes, mentes que parecieran divagar, pero que pueden estar convulsionadas por la cantidad de problemas que les toca arrastrar o quizá la alegría que no pueden compartir, porque están solos y quizá a miles de kilómetros de sus seres queridos, los mismos posiblemente radicados en la eternidad.

 

En situaciones como esas lo único que podría ocurrir es que el observador y el observado crucen sus miradas y en ese caso lo que correspondería al observador es emitir una sonrisa o una mueca que muestre que lo comprende, sin saber qué es lo que piensa y quizá pueda ser que tenga la misma respuesta del observado. El sufrimiento de las personas difícilmente puede ser observado por los demás, incluso los más allegados. La felicidad puede ser notada, aunque algunas veces también eso es difícil, pero el rictus de los labios de las personas da pautas de alegría o sufrimiento, lo mismo que la mirada, desde luego que existen “ojos inexpresivos”, fríos, ausentes, que miran sin ver y que de esa manera esconden su interior.

 

La soledad, tiene la ventaja de que uno puede compartir con uno mismo, las penas y las alegrías, además al estar solo, puede conseguir la compañía de seres queridos que, estando ausentes, mejor dicho, lejanos, incluso tan, pero tan lejanos que están más cerca de Dios que del solitario, el cual en ese momento los recuerda y los acerca a su alma, porque esa es una de las ventajas de la soledad. De esa manera, se pueden compartir las tristezas y las alegrías, sin tener que hacer aspaviento de esas situaciones en un momento determinado. El solitario puede derramar lágrimas o reír a carcajadas y es el único testigo de su situación y no tendrá que rendir cuentas a nadie más. No tendrá que recibir el consuelo por sus penas, porque al ser de él, él las sabrá eliminar o conservar, de la misma manera, no tendrá quien le festeje sus alegrías que, al ser de él, él sabrá como conservarlas o dejarlas pasar por alto.

 

Esa es la ventaja de mirar el cielo observando pasar las nubes, uno puede dejar divagar su alma en busca de cosas interesantes que se encuentran en el interior de su cerebro y que su espíritu puede darle formas, para alegrar o por lo menos complacer su existencia en espera de los designios de Dios.

 

Miguel Aramayo

SCZ.24-02-2021 Mi padre, hoy estaría cumpliendo 102, hace cinco está en la eternidad, pero lo sigo recordando como si estuviera conmigo, porque en este momento estoy solo y me siento muy próximos a todos los seres queridos que no están aquí.

 

20 May

Que suerte he tenido de nacer

Un compositor y más que cantor declamador, que vivía en Europa cuyo nombre era José Alberto Garcia Gallo, pero más conocido como “Alberto Cortez”. Comenzó tocando piano a los seis años y a los doce ya emitía sus primeras composiciones. Era nacido en Rancul – La Pampa – Argentina, pero vivió más tiempo en España. En su primer viaje a Europa, el empresario que los llevó desapareció y los dejó abandonados en Bélgica. Es allí donde usando el nombre de un cantor peruano, se convierte en Alberto Cortez, que era como se llamaba el peruano. Eso le ocasionó que lo demanden y estando en España lo apresen por el uso indebido de un nombre que no le correspondía. Él tuvo más éxito que el peruano y quedó como propietario del nombre artístico.

 

Bueno esto que les cuento salió, porque quería documentarme sobre lo que pienso escribir, pero no era mi propósito contar algo de la biografía de este gran compositor, que tiene composiciones magnificas y que casi todas ellas de mi gran agrado y sobre algunas de ellas ya comenté. El título que le puse a este comentario corresponde a una de las canciones que más me gustan y que fue la que cantó cuando lo premiaron con un “Grammy”.

 

La canción dice: Qué suerte he tenido de nacer Para comer a conciencia la manzana Sin el miedo ancestral a la sotana Ni a la venganza final de Lucifer. Considero que no es necesario explicar el sentido que tiene esta estrofa de la canción, porque por demás es entendible y es una de las cuestiones que sirven de diferencia entre varias religiones, ya que ese es el tratamiento que le dan al amor los escritos católicos. Escritos que inculcan al amor un sentido pecaminoso y alegan que Dios lo creo con el único objeto de la procreación. En cambio, existen libros que dieron origen a los libros religiosos de las otras religiones monoteístas, no lo consideran así, sino que le dan el gran valor que tiene y que entiendo como algo natural, que fue distorsionado por las sotanas, inculcando que el practicarlo conlleva a la venganza de Lucifer.

 

Al leer el cantar de los cantares (En hebreo – Shir Hashirim) conocido también como El Cantar de los Cantares de Salomón, es uno de los libros del Antiguo Testamento y del Tanaj. Es un libro único en la Biblia y no encaja en ninguno de los principales géneros bíblicos. No se ocupa ni de la Ley, ni de los profetas, no es propiamente un libro sapiencial, ni examina tampoco la alianza y ni siquiera se ocupa de Dios. En el Cantar, los amantes se encuentran en plena armonía, y sienten un deseo mutuo y se regocijan en su intimidad sexual.

 

Una de las claves del Cantar de los Cantares es la forma descriptiva, sensual e inspiradora, con la que se desarrollan todas las situaciones utilizando la metáfora a través del mundo de la naturaleza, los frutos, las flores, los capullos, los árboles y la miel, para relacionarlo con los enamorados, el deseo de verse y el amor profundo entre ambos. Las palabras utilizadas y la forma de usarlas inspiraron muchos sermones como los de Bernardo de Claraval (1090 – 1153) apasionado predicador de la Segunda Cruzada, quien encontró en las Cántigas, una forma nueva de expresar el amor hacia Dios.

 

Independiente de toda la teoría y la filosofía que aportaron los clérigos y estudiosos sobre el tema del amor, mi opinión de simple mortal, es que el amor es algo muy importante en la vida de los hombres, profesen la religión que sea, pero pienso que es algo así como el alimento para el cuerpo, el amor es alimento para el alma, que el celibato no es nada natural y que infringe las leyes de la naturaleza y que la acepto en algunos hombres después de que han superado una cierta edad, lo demás considero que es hipocresía.

 

Miguel Aramayo

SCZ.11-02-2021

 

20 May

En el fondo del mar

Estaba en una playa, pero no me pregunten ¿cuál?, porque no sabré responder, era una playa poco concurrida, mejor dicho ¡totalmente solitaria…! El agua era fría, estaba al sur del océano Atlántico, las olas eran rabiosas, su color era más oscuro y además del ruido propio de un mar bravío, se escuchaba un silbo y de vez en cuando un resoplido. Eran ballenas, ballenas grandes, chicas, blancas, azules, era un hervidero de ballenas. Y yo solo, solo como me gusta estar, porque de esa manera pienso más y más profundo.

 

Los auriculares que llevaba puestos me dejaron escuchar una canción, en la que puse mucha atención y la repetí varias veces. La letra de la canción decía: Cuando me encuentro en momentos difíciles, / la Virgen María se me aparece, / diciendo palabras sabias: / déjalo estar / Y en mi hora de oscuridad, / se queda justo delante de mí, / diciendo palabras sabias: / déjalo estar. / Déjalo estar, déjalo estar, / déjalo estar, déjalo estar, / susurras palabras sabias: / déjalo estar. / Y cuando las personas con el corazón roto, / que viven en el mundo estén de acuerdo, / habrá una respuesta: / déjalo estar. / Aunque puedan estar separados, / aún hay una oportunidad de que lo entiendan, / habrá una respuesta: / déjalo estar. / Déjalo estar, déjalo estar, / déjalo estar, déjalo estar, / sí, habrá una respuesta: / déjalo estar.  / Déjalo estar, déjalo estar, / déjalo estar, déjalo estar, / susurras palabras sabias: / déjalo estar. / Déjalo estar, déjalo estar, / déjalo estar, déjalo estar, / susurras palabras sabias: / déjalo estar. / Y cuando la noche está nublada, / todavía hay una luz, que brilla sobre mí, / brilla hasta mañana: / déjalo estar. / Me despierto con el sonido de la música, / la Virgen María se me aparece, / diciendo palabras sabias: / déjalo estar. / Déjalo estar, déjalo estar, / déjalo estar, déjalo estar, / oh, habrá una respuesta: / déjalo estar. / Déjalo estar, déjalo estar, / déjalo estar, déjalo estar, / oh, habrá una respuesta: / déjalo estar. / Déjalo estar, déjalo estar, / déjalo estar, déjalo estar, / susurras palabras sabias: déjalo estar.

 

Era una canción de los “Beatles” que titula – Let it be – (Déjalo estar) Que repite muchas veces lo que dice el título de la canción, pero que además de ese significado también se puede decir “déjalo estar”, usando otras expresiones, que en castellano alteran un poco el significado y lo enriquecen idiomáticamente. Déjalo ser, déjalo así, no trates de cambiarlo. Lo más importante en el relato de la canción, que es una súplica, es la aparición de la Virgen Maria que, en los momentos oscuros, difíciles, cuando uno se siente con el corazón roto. Las palabras sabias repetidas por la Virgen Maria, no son más que: déjalo estar, déjalo ser, déjalo así, no trates de cambiarlo. Esas palabras susurradas por la Virgen son tranquilizadoras y son las palabras que escucho en este momento, por más que la bulla del mar no me deja escuchar nada más.

 

Es tan simple poder aproximarse a alguien que te de tranquilidad, alguien espiritual, que pueda comunicarse con tu espíritu y hacerte olvidar tus obsesiones y brindar sosiego con palabras muy simples y sin obligarte a sacrificios ni dádivas. La Madre de Jesús se aproxima a todos sus seguidores y creo que es lo más adecuado recurrir a Ella en momentos difíciles, pero también en todo momento, porque no siempre uno sufre, también cuando uno está feliz debería dirigirse a Ella, para escuchar sus palabras. Déjalo estar, déjalo ser, déjalo así, no trates de cambiarlo.

 

Miguel Aramayo

SCZ.08-02-2012

 

 

20 May

Seres de otros planetas

No supe que día era, tampoco la hora, pero si estoy seguro que era de noche, una noche oscura, porque ya era el tercer día de luna nueva y hasta las estrellas titilaban con una luz tan bajita que la bóveda celeste, de celeste no tenía nada. Era tanta la negrura que se asemejaba a la de mi alma.

 

Me recosté en la grama que estaba húmeda, fresca y que brindaba un confort extraordinario a la noche, que además de ser calurosa estaba bochornosa. Fijé mi vista en la negrura del cielo en busca de las estrellas que siempre me dieron satisfacción, Las Tres Marías, La Cruz del Sur y la Osa Polar; las encontré con mucha dificultad, porque además de la negrura del cielo, yo estaba con “el huevo quebrado”, y cuando uno está con los ánimos bajos, todo lo ve más negro de lo que realmente está pintado.

 

Estando en esa mi absurda contemplación, sentí un golpecito en mi hombro e inmediatamente pensé que era mi gran amigo, mi Ángel Guardián, El Ser Chiquito, a quien tanto quiero y que siempre está conmigo en los momentos más oscuros, cuando más lo necesito, pero no era él; era una miniatura de hombre, parecido a los personajes del cuento de Blanca Nieves. No media más de diez centímetros toda su ropa era de color azul y cubría su cabeza con una boina roja, como las que usaban los antiguos italianos, al contrario de los personajes del cuento, no tenía barbas y los rasgos faciales eran muy agradables, era de ojos claros, de labios bien colorados, de una amplia frente y de fácil sonrisa, era un ser muy bien proporcionado para la estatura que mostraba, no tenía los rasgos característicos de los enanos.

 

Modulaba una voz con un timbre de tenor, muy parecida a la de un cantor del “Il Volo” y me dijo:

 

–Capto que no te sorprendió verme, ¿no te asuste?

 

–No tengo porque asustarme, tengo un amigo más pequeño que vos, al cual aprecio profundamente y que siempre me ayuda en los momentos más difíciles de mi existencia y cuando tocaste mi hombro, pensé que era él y me sorprendió al verte.  

 

–No vayas a pensar que soy un pitufo, aunque el color de mi ropa podría asemejarse a la que usan ellos, pero puedes ver la tersura de mi piel y comprobaras que no es azul, tampoco soy un duende, ¡No…! 

 

–Vengo de otra galaxia y para transportarme no usamos las antigüedades de transporte que usan ustedes los terrícolas.

 

–Nosotros nos transportamos por ondas beta y gama y en nuestro origen nos convertimos en un protón que es transportado por la onda, hasta donde queremos trasladarnos y adquirimos corporalidad el momento que pensamos que hemos llegado a donde queríamos transportarnos.

 

Le respondo: –Lo que me dices ya era de mi conocimiento, porque también nosotros estamos experimentando con lo que denominamos “tele transportación”, que usa los mismos principios, principios que muy someramente me comunicaste. Nosotros también estamos usando lo que denominamos “física cuántica”, que seguramente es la que usaron ustedes. 

 

–Estaba deprimido (con el huevo quebrado) y tu presencia me retornó el estado de ánimo que siempre mantengo, pese a las adversidades que se pueden presentar en un momento determinado, pero que también aprendí a desbaratarlas, para estar siempre feliz. ¡Porque morir para que me quieran…! Que me quieran, ¿para qué? –Ahora que estas aquí, ¿me puedes decir porque me buscaste?

 

–Te observé, como vivo haciendo con todos ustedes, para poder comprender la forma de vida y averiguar si algo de lo que hacen ustedes nos puede ser de utilidad en el planeta que habitó. Me sorprendió ver a alguien despierto y contemplando las estrellas y de alguna manera con la vista dirigida al planeta de donde provengo.

 

–Es extraño tu comportamiento, no había visto nada igual en todos los humanos que analicé. Eres, como dicen ustedes: el primer bicho raro, que deja su cuerpo reposar observando los astros y estrellas en una noche oscura, sin ninguna compañía, más que su soledad y que me reciba sin gritos de alarma y miedo y que incluso algunos de ver pierdan el conocimiento y aleguen haber visto fantasmas, duendes, almas del purgatorio o demonios. Todos inventos terrícolas que no existen en la realidad y solo son producto de sus mentes, por influencias de gente que vestía sotanas.

 

Le respondo: –Me complace haberte conocido y que tengamos una conversación como la que tuvimos, lo que me sorprendió es que hables mí mismo idioma.

 

–No te sorprendas, tenemos insertado en nuestro cerebro un chip de inteligente artificial que convierte mis pensamientos en palabras del idioma de mi interlocutor.

 

–Nuestra civilización no fue dominada por la IA, nosotros la usamos en lo que nos conviene y complementamos nuestra inteligencia con la ayuda de la cibernética.

 

–Nosotros hemos eliminado los vicios y los malos hábitos y también los políticos corruptos, ellos trabajan para que progresemos y vivamos felices, sin las peleas internas. Nosotros amamos con libertad, nuestros sentimientos son más puros que los sentimientos de los terrícolas, a ustedes les faltan muchos años, quizá me arriesgue a decir que les faltan por lo menos cincuenta generaciones para que nos igualen, si es que antes de eso no se destruyen.

 

Le respondí: –He quedado sorprendido y gratamente alagado con tu visita y quedo a tu disposición para lo que pudiera ser de utilidad.

 

–Me resultó vivificante el haberte encontrado “con el huevo quebrado” y que podamos conversar. Eres más asequible que los científicos terrícolas, primero, porque ellos cuando me ven gritan de miedo y después porque piensan que al ser fantasma se menos que ellos y que no los puedo colaborar.

 

–Me hubiera gustado que seas científico, pero voy satisfecho de saber que en la tierra existe gente como vos y con posibilidades de poder ser transportado a nuestro planeta, porque allí podrías ser de mayor utilidad que la que brindas aquí.

 

Cruzamos nuestras miradas, nos comunicamos telepáticamente y juntamos nuestras manos en señal de aprecio y el extraterrestre se fue, sin dejar rastros de que hubiera estado en la tierra y en mi jardín. Después de eso quedé con el alma llena de felicidad y mi tristeza, mi alegría, mi incredulidad, mi fe, mi pobre melancolía… Quedaron satisfechas con lo que hago, lo que pienso y como soy un mentiroso, maniático y obsesivo, sobre todo mentiroso, todo eso se pasa por alto.

 

Miguel Aramayo

SCZ.06-01-2021

 

20 May

Seres de otros planetas

No supe que día era, tampoco la hora, pero si estoy seguro que era de noche, una noche oscura, porque ya era el tercer día de luna nueva y hasta las estrellas titilaban con una luz tan bajita que la bóveda celeste, de celeste no tenía nada. Era tanta la negrura que se asemejaba a la de mi alma.

 

Me recosté en la grama que estaba húmeda, fresca y que brindaba un confort extraordinario a la noche, que además de ser calurosa estaba bochornosa. Fijé mi vista en la negrura del cielo en busca de las estrellas que siempre me dieron satisfacción, Las Tres Marías, La Cruz del Sur y la Osa Polar; las encontré con mucha dificultad, porque además de la negrura del cielo, yo estaba con “el huevo quebrado”, y cuando uno está con los ánimos bajos, todo lo ve más negro de lo que realmente está pintado.

 

Estando en esa mi absurda contemplación, sentí un golpecito en mi hombro e inmediatamente pensé que era mi gran amigo, mi Ángel Guardián, El Ser Chiquito, a quien tanto quiero y que siempre está conmigo en los momentos más oscuros, cuando más lo necesito, pero no era él; era una miniatura de hombre, parecido a los personajes del cuento de Blanca Nieves. No media más de diez centímetros toda su ropa era de color azul y cubría su cabeza con una boina roja, como las que usaban los antiguos italianos, al contrario de los personajes del cuento, no tenía barbas y los rasgos faciales eran muy agradables, era de ojos claros, de labios bien colorados, de una amplia frente y de fácil sonrisa, era un ser muy bien proporcionado para la estatura que mostraba, no tenía los rasgos característicos de los enanos.

 

Modulaba una voz con un timbre de tenor, muy parecida a la de un cantor del “Il Volo” y me dijo:

 

–Capto que no te sorprendió verme, ¿no te asuste?

 

–No tengo porque asustarme, tengo un amigo más pequeño que vos, al cual aprecio profundamente y que siempre me ayuda en los momentos más difíciles de mi existencia y cuando tocaste mi hombro, pensé que era él y me sorprendió al verte.  

 

–No vayas a pensar que soy un pitufo, aunque el color de mi ropa podría asemejarse a la que usan ellos, pero puedes ver la tersura de mi piel y comprobaras que no es azul, tampoco soy un duende, ¡No…! 

 

–Vengo de otra galaxia y para transportarme no usamos las antigüedades de transporte que usan ustedes los terrícolas.

 

–Nosotros nos transportamos por ondas beta y gama y en nuestro origen nos convertimos en un protón que es transportado por la onda, hasta donde queremos trasladarnos y adquirimos corporalidad el momento que pensamos que hemos llegado a donde queríamos transportarnos.

 

Le respondo: –Lo que me dices ya era de mi conocimiento, porque también nosotros estamos experimentando con lo que denominamos “tele transportación”, que usa los mismos principios, principios que muy someramente me comunicaste. Nosotros también estamos usando lo que denominamos “física cuántica”, que seguramente es la que usaron ustedes. 

 

–Estaba deprimido (con el huevo quebrado) y tu presencia me retornó el estado de ánimo que siempre mantengo, pese a las adversidades que se pueden presentar en un momento determinado, pero que también aprendí a desbaratarlas, para estar siempre feliz. ¡Porque morir para que me quieran…! Que me quieran, ¿para qué? –Ahora que estas aquí, ¿me puedes decir porque me buscaste?

 

–Te observé, como vivo haciendo con todos ustedes, para poder comprender la forma de vida y averiguar si algo de lo que hacen ustedes nos puede ser de utilidad en el planeta que habitó. Me sorprendió ver a alguien despierto y contemplando las estrellas y de alguna manera con la vista dirigida al planeta de donde provengo.

 

–Es extraño tu comportamiento, no había visto nada igual en todos los humanos que analicé. Eres, como dicen ustedes: el primer bicho raro, que deja su cuerpo reposar observando los astros y estrellas en una noche oscura, sin ninguna compañía, más que su soledad y que me reciba sin gritos de alarma y miedo y que incluso algunos de ver pierdan el conocimiento y aleguen haber visto fantasmas, duendes, almas del purgatorio o demonios. Todos inventos terrícolas que no existen en la realidad y solo son producto de sus mentes, por influencias de gente que vestía sotanas.

 

Le respondo: –Me complace haberte conocido y que tengamos una conversación como la que tuvimos, lo que me sorprendió es que hables mí mismo idioma.

 

–No te sorprendas, tenemos insertado en nuestro cerebro un chip de inteligente artificial que convierte mis pensamientos en palabras del idioma de mi interlocutor.

 

–Nuestra civilización no fue dominada por la IA, nosotros la usamos en lo que nos conviene y complementamos nuestra inteligencia con la ayuda de la cibernética.

 

–Nosotros hemos eliminado los vicios y los malos hábitos y también los políticos corruptos, ellos trabajan para que progresemos y vivamos felices, sin las peleas internas. Nosotros amamos con libertad, nuestros sentimientos son más puros que los sentimientos de los terrícolas, a ustedes les faltan muchos años, quizá me arriesgue a decir que les faltan por lo menos cincuenta generaciones para que nos igualen, si es que antes de eso no se destruyen.

 

Le respondí: –He quedado sorprendido y gratamente alagado con tu visita y quedo a tu disposición para lo que pudiera ser de utilidad.

 

–Me resultó vivificante el haberte encontrado “con el huevo quebrado” y que podamos conversar. Eres más asequible que los científicos terrícolas, primero, porque ellos cuando me ven gritan de miedo y después porque piensan que al ser fantasma se menos que ellos y que no los puedo colaborar.

 

–Me hubiera gustado que seas científico, pero voy satisfecho de saber que en la tierra existe gente como vos y con posibilidades de poder ser transportado a nuestro planeta, porque allí podrías ser de mayor utilidad que la que brindas aquí.

 

Cruzamos nuestras miradas, nos comunicamos telepáticamente y juntamos nuestras manos en señal de aprecio y el extraterrestre se fue, sin dejar rastros de que hubiera estado en la tierra y en mi jardín. Después de eso quedé con el alma llena de felicidad y mi tristeza, mi alegría, mi incredulidad, mi fe, mi pobre melancolía… Quedaron satisfechas con lo que hago, lo que pienso y como soy un mentiroso, maniático y obsesivo, sobre todo mentiroso, todo eso se pasa por alto.

 

Miguel Aramayo

SCZ.06-01-2021