Ayudando a una consulta
Un pensador, se encontraba meditando en una plaza solitaria. Mientras su mente divagaba por el infinito sin fin, una señora lo miraba con atención y para no distraer su meditación se quedó paradita como una estatua, en espera de que el pensador se pudiera fijar en ella. El tiempo pasaba y las piernas de quien esperaba ya estaban adormecidas y su impaciencia estaba por llegar a su límite.
Gracias a una abeja que revoloteaba en las narices del pensador, seguramente en busca del dulzor que se desprendían de sus labios, los mismos que al mismo tiempo mostraban un rojo intenso, porque este individuo antes de meditar estaba comiendo chocolates con relleno de frambuesa y el pobre insecto estaba confundido con una flor de agradable fragancia. Cuando abrió los ojos y reparó en la señora que lo observaba con impaciencia le dirigió la palabra.
−Disculpe, veo que me mira como para consultarme algo, ¿puedo ayudarla en algo?
−Si. Respondió con gran timidez.
−Usted dirá ¿en qué puedo colaborar? Le dijo el pensador.
−Señor, hace mucho que se dé usted, varios amigos me contaron que usted es un gran soñador, e incluso leí algunos de los cuentos que relatan sus viajes, especialmente de aquellos en los que menciona a una amiga que tienen en Suiza y con quien tiene una relación muy romántica.
−¿De qué manera puedo contribuir a despejar las dudas qué tenga? O ¿Qué quiere saber de mis sueños, mis escritos o mi amiga?
−Me da mucha vergüenza, me gustaría saber ¿cómo puedo hacer para soñar románticamente? Además, saber ¿de qué manera puedo encontrar un compañero para armar en mis ensoñaciones y que me brinde felicidad?
−Ja, ja, ja. –Disculpas que me ría, no quiero molestarla y menos ofenderla, pero soñar es algo muy particular de cada uno. No es necesario que las personas con las que uno sueña, ¡realmente existan…! –Uno las puede crear en su imaginación y buscar la ficción que le satisfaga a uno, para que se conecten sus deseos, con sus sentimientos y crear una trama que tenga similitud con la realidad. La trama también puede ser una ficción, como volar en una alfombra o zambullir hasta el fondo del mar o conectarse con los dioses del Olimpo griego o del Panteón romano, quizá con simples humanos.
−Me puede dar una guía, y quizá ayudarme a crear mi primera ensoñación.
−En primer lugar, busque en sus recuerdos a un ser querido un ex enamorado o amigo, con el que usted se sienta bien y le traiga lindos recuerdos a su mente, quizá alguien que usted tiene muy escondido en su subconsciente, también puede ser alguien inexistente que usted le da forma. Elija el lugar donde desea que suceda el hecho que fabricará en su mente y en base a eso, usted puede fabricar hechos o utilizar recuerdos de acontecimientos realmente sucedidos en su vida, en un pasado quizá olvidado.
−Le agradezco mucho sus recomendaciones Sr. Pensador, lo llamo así para no violar su privacidad averiguando su nombre. Ahora retorno a mi habitat a soñar y si logro escribir un cuento, veré la forma de hacerle llegar el mismo.
−Espero que le vaya bien y le doy mi tarjeta para que tenga mis direcciones para hacerme llegar lo que escriba o hacer alguna otra consulta. Le pido que la mantenga en confidencia.
Miguel Aramayo
SCZ.25-03-2021