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Concentración

3 Oct

Concentración

Algunas veces estoy tan concentrado, que no me llevo el apunte, ni yo mismo, es lo que de vez en cuando escuché decir a mis abuelas: “ese tipo está ensimismado”, lo cual según el diccionario significa: “Persona que ocupa su atención en sí misma aislándose de su entorno”. Incluso se podría decir: «Un hombre, taciturno y ensimismado, que guardaba un tenso silencio y parecía hundido en un dolor nuevo para él» (fuente desconocida).

 

Pero en mi caso es simple concentración, no porque esté triste o preocupado, sino que tengo una idea fija, porque estoy leyendo algo, estoy pensando en algo, que generalmente lo convierto en letras o algo de trabajo, que tengo que resolver o elucubrando cómo darles soluciones a los problemas cotidianos o simplemente escuchando una canción que me trae bellos recuerdos, o simplemente recuerdos.

 

Como siempre mis concentraciones son buscando en que emplear mi mente y algunas veces grito, grito en busca de respuesta y ese grito es escuchado únicamente por mi corazón, como en el caso del soneto que transcribo a continuación: CREPUSCULO Sobre el verde frescor de la sabana el dorado crepúsculo caía en un suave matiz de poesía ajeno a toda concepción humana. Una maravillosa filigrana era la selva al expirar el día. Un adulce (1) tristeza me envolvía, tanto más hondo cuanto más arcana (2). Cuando la noche en invasión de duelo, por una escala azul bajó del cielo, sentí en el corazón como una aurora… Lancé un grito de reto a lo infinito, y en la quietud suprema de la hora sólo en mi corazón vibró aquel grito. Agustin Acosta, Cuba, Matanzas 1.886-Miami. 1.979 Fue Telegrafista y estudió Leyes. 1(hacer dúctil un metal o también endulzar una relación familiar). 2 (secreto o recóndito).

 

Siguiendo esa misma concentración se me ocurrió leer algo de una Santa (Sor Teresa del Niño Jesús) de la cual siempre recuerdo un poema que dice: “…Esta divina prisión, del amor en que yo vivo, ha hecho a Dios mi cautivo, y libre mi corazón; y causa en mí tal pasión ver a Dios mi prisionero, que muero porque no muero…”.

 

Como además de mi concentración siempre me suceden cosas que me hacen pensar que soy un privilegiado, porque se me presentan cosas que avivan mi susceptibilidad, como este caso. No había porque quiera averiguar algo más de esta Santa que, nació un 2 de enero, igual que mi mujer y murió el 29 de septiembre, fecha de mi cumpleaños.

 

La pequeñez de Teresa, sus limitaciones se convierten en alegría, más que en desaliento. Porque es allí donde se realiza el amor misericordioso de Dios para con ella. En sus manuscritos lo describe como el descubrimiento del «caminito». En febrero de 1895 empezará a firmar sus cartas añadiendo regularmente «pequeña» antes de su nombre. Desde ese momento, Teresa utiliza el vocabulario de la pequeñez para recordar su deseo de una vida oculta y discreta. Ahora también lo utiliza para expresar su esperanza: cuanto más se sienta pequeña ante Dios, más se podrá contar con él. En mi caso desde muy chico tuve y tengo un gran amigo: El Ser Chiquito, o simplemente Chiquito, que siempre me acompaña y me imagino yo, que es mi Ángel de la guarda.

 

A continuación, transcribo algo que he podido leer, al quererme enterar de la vida de Sor Teresa del Niño Jesús, en eso también hay frases pronunciadas por ella en los innumerables escrito y que a continuación las presento en letra cursiva:

 

«Por fin he encontrado mi vocación, MI VOCACIÓN ES EL AMOR …« De hecho, la vocación al amor incluye a todas las demás; Así se cumplen todos los deseos de Teresa. «Comprendí que el amor encierra todas las vocaciones, que el amor lo es todo, que el amor abarca todos los tiempos y todos los lugares, en una palabra, que el amor es eterno”. Teresa se esfuerza, cada vez más, para vivir enteramente por el amor. Y se esfuerza por vivir este amor en la compañía de todas sus hermanas de comunidad, especialmente con las que tienen temperamentos difíciles.

 

Miguel Aramayo

SCZ.03-10-2017