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Detector de mentiras

26 Abr

Detector de mentiras

El cuento de Pinocho, relato del niño a quien se le crecía la nariz cada vez que mentía, pero mi madre tenía otra forma de descubrir cuando yo le mentía, por algo extraño, ella llegaba a ver pasar caballos a toda velocidad por mi frente, es decir que mi frente se presentaba como si fuera una pantalla de televisión, cuando mentía se iluminaba en forma tenue, yo no lo notaba, pero mi madre sí, ella me decía: –No seas mentiroso. –Lo estoy viendo en tu frente. –Me estás contando historias, creyendo que soy cotuda. O directamente me encaraba diciendo que “un pajarito le había contado la verdad”.

 

Esta mañana leyendo las noticias, encontré la que relataba de unos científicos españoles que habían hecho un descubrimiento, el mismo se podía considerar el mejor detector de mentiras, este sistema es más exacto que el famoso polígrafo, casi infalible, con muchas pruebas realizadas.

 

A continuación, les hago una transcripción de lo leído, con muy pocos cambios de mi ingenio: Los científicos de la Universidad de Granada. Investigadores, pertenecientes al Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) de la UGR, han diseñado el modelo de laboratorio más exacto hasta la fecha para averiguar si una persona miente o dice la verdad. Este sistema, basado en la técnica de la termografía, toma como base el denominado “Efecto Pinocho”, según el cual cuando un sujeto miente la temperatura de su nariz desciende, y la de la frente aumenta, entre otros cambios térmicos faciales.

 

La termografía ofrece un nivel de exactitud de hasta el 80% (un 10% más que el polígrafo). El investigador principal de este trabajo, Emilio Gómez Milán, apunta que, las dos regiones de la cara claves para medir este “Efecto Pinocho” son la punta de la nariz y la frente. “Cuando mentimos, la temperatura de la punta de la nariz desciende entre 0,6 y 1,2ºC, mientras que la de la frente sube entre 0,6 y 1,5ºC. Cuanto mayor sea la diferencia de cambio de temperatura entre ambas regiones de la cara, más probable es que esa persona esté mintiendo”, apunta el experto.

 

La razón de este fenómeno es bien sencilla. Cuando alguien miente, se produce una respuesta emocional en su cuerpo, la ansiedad, que se manifiesta en la temperatura de la nariz. “Pero también se produce una respuesta cognitiva, porque para mentir tenemos que pensar, planificar nuestras excusas, analizar el contexto…, y esto nos provoca una carga cognitiva o una fuerte demanda de control atencional que se traduce en un aumento en la temperatura de la frente”, explica Gómez Milán. Dicho de otro modo, señala el autor, “para mentir hay que pensar, y por eso aumenta la temperatura de la frente, pero también nos ponemos nerviosos, algo que provoca un descenso de la temperatura de la nariz”.

 

Han pasado tantos años desde que se escribió el cuento de Pinocho, (Pinocchio en italiano) es la marioneta de madera protagonista del libro “las aventuras de pinocho”, escrito por Carlo Collodi, seudónimo de Carlo Lorenzini (Florencia 1826-1890), y publicado en un periódico italiano entre 1882 y 1883. La historia cuenta que cuando este muñeco le mentía a Geppetto el carpintero que lo creo y que por lo tanto era su padre, a Pinocho se le crecía la nariz. Hace más de 60 años mi madre decía que observa en mi frente pasar caballo a toda velocidad, cuando yo mentía, porque mi frente se iluminaba como si fuera una pantalla y en ese entonces no se conocían las pantallas.

 

Seguramente las madres de esos científicos españoles tenían referencia de Pinocho y los caballos en la frente, por eso hicieron sus experimentos basados en la forma como se conocía antes a los mentiros, ahora logran demostrar científicamente ese método.

 

Miguel Aramayo

SCZ.12-11-2018