El del gallo ningüento
Estaba en el desván de la casa viendo una cantidad de cachivaches y me llamó la atención una botella de color ámbar, pero no tan oscura como las botellas de cerveza, además su forma era original, más parecía el embase de un perfume. La tomé en mis manos y la sentí con un peso superior al que tienen cualquier botella que contenga full líquido, No era de perfume, porque tenía un corcho con aspecto especial y con un sistema de cierre muy original. Me costó un poco extraerlo del pico, pero al final lo conseguí. Salió un olor muy particular, primero parecía perfume, pero después tenía más olor a ajos y almizcle, no era desagradable, pero si penetrante, ese olor correspondía a algún gas porque se fue formando una tenue nube de un color similar al de la botella, mejor dicho era el color que aparentaba la botella, que a medida que se vaciaba mostraba que en realidad era cristalina.
Ese gas se fue convirtiendo en un genio. El genio que salió de una botella, era un genio que pertenecía al Islam, estaba vestido de túnica, turbantes y unas sandalias con puntitas medio dobladas hacia arriba. Le pregunté –¿Cómo te llamas? Y con una voz con acento a “baizano” me respondió: –Me llamo Muhammad Abdallah y vengo de muy lejos, mi familia originalmente eran beduinos de origen cristiano. –¿Sabes que estás en Santa Cruz de la Sierra, “la autonómica”?. –Si me imaginaba, porque por más que hace mucho que estoy encerrado en este frasco mi espíritu puede divagar. –¿Tienes amigos?, –aquí ninguno, pero tuve un amigo venezolano, que es un hombre muy especial, se llama Ilich Ramírez Sánchez, más conocido como “Carlos”, que creo que ahora anda por algún lado de Francia, ese amigo es el causante de que esté en la botella, él tenía un seguidor boliviano, que hace poco lo mataron aquí y que si no me equivoco le decían “comandante Eduardo”.
–Agradezco mucho que me hubieras liberado. A cambio de eso y que me obsequies una alfombrita que acabo de ver, te puedo contar un montón de historias que están de moda, que llegaron a mis oídos a través del vidrio de la botella. Y por la comunicación telepática que mantengo con algunos amigos de la Yihad, que ahora están dando vueltas por aquí y por Venezuela. Ellos me contaron que un ministro colla de origen croata que tenía un amigo croata de origen colla, que lucho en los Balcanes y que tiene un amigo camba del MAS, éste el del MAS, viajó a Europa y se contactó con el contacto del croata colla, que lo puso en comunicación comandante Eduardo, que siendo camba de origen búlgaro lucho en Croacia, este recibió unos pesos del camba masista y aceptó venir a Bolivia, trayendo algunos de sus amigos, todos muy coquetos, que les gustaba mucho sacarse fotos y publicarlas en el facebook, a quienes les prometió que los haría artistas en su próxima película. El comandante, puso mucho interés en el viaje, porque como periodista podía hacer mucho, además en su corazoncito de pelao, le quedó el sentimiento de querencia por su tierra camba, pero no se dio cuenta que le estaban mintiendo y lo estaban haciendo “pisar el palito” y el cometió un grave error, estaba trayendo gente que no sabía hablar español, claro que el croata colla le serviría de traductor, pero nunca pensó que también serviría de bocón para quienes lo contrataron.
El camba masista, que los había contratado les daba plata, les conseguía entrevistas, les organizaba reuniones, pero todo eso correspondía a ordenes que a su vez el camba recibía desde La Paz de quienes en realidad eran los financiadores de la “célula”, incluso los hizo viajar allá para tomarles fotos, filmarlos y acumular evidencias que usarían después de matarlos, En muchas de las reuniones. a quines hizo pisar el palito, fue a gente que de alguna manera debía ser utilizada con el mismo fin, a las cuales les mintieron y ahora los tienen pringados. El comandante Eduardo un día se dio cuenta que el camba les estaba metiendo y el camba también se dio cuenta, porque se olvidó su agenda y cayó en su propia trampa, pero como él tenia todo el apoyo los hizo desaparecer, aprovechando de una reunión de presidentes en el exterior, que serviría de tapandepe. http://ilichramirez.blogspot.com/
Cuando estuvieron en Santa Cruz, les consiguió un comando local, eran dos gorditos, que cuando jóvenes quisieron mucho a su pueblo, pero ahora grandes la vida les había fallado y trabajaban de “cazadores – pescadores” y lo que cazaban o pescaban (mas pescado que otra cosa) lo comercializaban en el mercado de Mutualista. Para hacer las cosas más creíbles, otro genio le consigue al fiscal se un convicto que está con sida (VIH) terminal, que tiene muchos problemas económicos y legales, pero que era cumpa de los del mercado Mutualista, porque de vez en cuando, cuado no hacía una jocha, vendía jalea de Cotoca, ése enfermito, les viene como anillo al dedo a quines organizaron esta novelita, que es mejor que las de Corín Tellado. Él está dispuesto a echar “puchi” a todos lados y dejar todo firmado, después de todo el se morirá, pero dejará a su familia con unos pesitos, para que le hagan un lindo entierro y antes de morirse se arrepentirá de sus maldades para ir al cielo, pero la podredumbre la dejará para felicidad de los chicos que han inventado esa historia.
Después de esa información que me pasó el Genio, muy discretamente eligió una alfombrita, la más chiquita de las que pilló en la casa, una que estaba como un tapete encima de una cacha, la vio, la pulseó, la sacudió, e hizo una prueba de vuelo elevándose por la casa muy cerca del tumbado, desde luego que para hacer eso disminuyó su tamaño a no más de cinco centímetros. Después de esas pruebas se acercó y me dijo: –Estoy muy agradecido con lo que has hecho por mí, yo quedaré en deuda y pediré a Aláh para que te acompañé en todo y no tengas problemas, a causa de lo que te estoy contando, que no es un secreto, porque hay muchos que ya lo saben, cuando nos volvamos a ver cumpliré con otros deseos, así que puedes ir pensando.
Así terminó mi visión del genio, amigo jabibi, Muhammad Abdallah, que sentado en la alfombrita salió por la ventana y en un minuto lo perdí de vista y nunca más supe de él. Colorin Colorado, este cuento seguro que no ha terminado y me entro por este huequito, para que me cuentes otro chiquito.
Miguel Aramayo
SCZ. 5-05-2009.