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El maestro

9 Abr

El maestro

Acabo de concluir la lectura de la novela de Javier Sierra que titula “El Maestro del Prado”. Un libro difícil de leer, porque es una mezcla rara de ficción y realidad. La ficción no es muy convincente y la realidad es pesada, no es un tema que sea del agrado de muchas personas; en mi caso, continué la lectura porque me encanta observar obras de arte, incluso dentro de lo que escribo están los comentarios de algunas pinturas famosas, si no me equivoco, una o dos de las que son nombradas en esta novela, como ser el caso de “El entierro del Conde de Ordaz”.

 

Este libro es una guía muy interesante del museo de El Prado, y de la descripción

súper detallada de algunas pinturas famosas, pero no en sentido crítico pictórico, ¡no!, a la descripción, adiciona algunos criterios que aparentemente el autor los plasmó con una doble intención y por lo tanto uno observa la obra con mayor cuidado y siguiendo las recomendaciones del escritor. Eso hace que uno descubra aspectos muy interesantes, que son aportes culturales que enriquecen al lector.

 

Además, que conocí mucho más del museo del Prado, también me enteré de algunos temas biográficos de los artistas que gozan del prestigio de estar en esa casa, y me enriquecí de temas históricos que no hubieran estado a mi alcance, si no tenía la oportunidad de leer ese libro.

 

En el curso de la lectura, como es mi estilo, subrayé algunas frases, que las transcribo a continuación:

 

Cosa de gran virtud es prepararse para un buen morir.

 

Carlos V abdicó de todas sus coronas y se retiró a un monasterio en la provincia de Cáceres hasta que falleció.

 

La gota y las hemorroides lo tenían consumido de dolor a Carlos V y llegó en persona a organizar sus exequias.

 

La profecía de Isaías aseguraba que al Mesías no se le quebraría ni un solo hueso del cuerpo. Esto porque en la crucifixión les quebraron las canillas a los ladrones para que mueran más rápido.

 

El papa Juan Pablo II dijo la misa en el cáliz que se supone es el Santo grial conservado en España.

 

Esta novela se la recomiendo a los amigos que estén interesados en el arte pictórico de las obras expuestas en los museos del Prado y el Escorial, pero si no tienen esa afición les resultará una obra estéril, pero si cae en sus manos inicien la lectura, quizá los sorprenda como me sorprendió a mí, que me gusta el arte, la historia y las narraciones fantasiosas.

 

Miguel Aramayo

RJ.30-03-2018 Viernes Santo.