El tiempo duele
Pienso que la música y las canciones nacen del alma y que ellas a su vez son el alimento que fortifica el espíritu. El cuerpo necesita de alimentos materiales, vitaminas y calorías, pero el alma requiere alimento espiritual, amor, paz, y los sentimientos son los que alimentan el alma y estoy seguro que hasta los más malos tienen sentimientos.
Lo que sucedió con nuestros hermanos mineros en Huanuni es algo que lastimó mi espíritu y me dejó sensible y me hizo recordar una canción de Nelson Net que en una de sus estrofas dice: “Por eso te pido no juegues con mis sentimientos. Porque aún está muy sensible mi parte de adentro”. Ver que nos estamos matando entre bolivianos, y quienes nos gobiernan, jueguen al fútbol, o bailan, o pronuncien discursos incitando a más odio. Eso produce lo mismo que sintió Nelson Net, y la gente que no solo tiene corazón, sino que tiene razón.
Los acontecimientos en Bolivia se están produciendo a una velocidad inusitada, porque creo que hemos entrado en una espiral del mal y pienso que eso es contagioso, además la falta de trabajo produce hambre, produce ansiedad, y ambas sensaciones producen otros efectos perniciosos y podrían desencadenar en el canibalismo. Todo eso podría ser frenado por la gente que hemos elegido como lideres, pero si ellos además de ocasionar la falta de trabajo, el hambre, la ansiedad, además incitan al canibalismo, la situación se convertirá en una tormenta. “Y quien siembra tormentas, cosecha tempestades.”
De alguna manera los que tenemos capacidad de pensar y presagiar lo que se nos viene, podemos tener la voluntad de transmitir nuestras ideas y sugerir que nos pacifiquemos, que todo esto no nos llevará a nada bueno, que somos hermanos, que somos compatriotas, que pese a diferencias sociales y étnicas somos hijos del mismo Dios, y que debemos poner el hombro entre todos para no caer en el abismo.
Debemos levantar no solo nuestras oraciones, también debemos levantar nuestras voces para desmentir a quienes están buscando que nos peleemos entre nosotros, y a quienes están hipnotizados por los malos conductores, les mostremos de alguna manera que si seguimos ese camino que nos quieren trazar, no llegaremos a ningún destino y terminaremos en la calamidad, por eso digo que pensemos y entonemos esa canción pidiendo a quienes nos gobiernan que pongan atención en estos versos que dicen: “Por eso te pido no juegues con mis sentimientos. Porque aún está muy sensible mi parte de adentro.”
Miguel Aramayo
SCZ 12-10.2006 día de la raza.
