Juegos y juegos
Particularmente no me gusta jugar con extraños, para eso prefiero mis nietos, a los que les puedo enseñar algún juego como el domino, el ajedrez o el banco inmobiliario, desde luego que también es interesante la loba, corazón (churuca) o el telefunken que es un juego de cartas que de vez en cuando juego con las amigas de mi mujer y sus maridos, del que hacemos campeonatos, para reír, comer bien, tomar unos tragos y sobre todo cultivar la amistad de muchos años.
A la política la veo como un juego indeseable, pero como vivimos en este país al que le cambiaron de nombre últimamente, debemos participar de ese juego, pero es necesario observar para jugarlo, porque es más complicado y mentiroso que “El truco”. Este juego hace mucho que continua con los mismos políticos, mejor dicho con el mismo estilo de políticos. Pensamos que cambiarían, después del 2006, pero siguen siendo los mismos, incluso no cambiaron de color, de color de piel y los que se suponía tendrían la oportunidad de gobernar siguen siendo utilizados, así como los usaron en la guerra de la independencia (1810 – 1825).
Tuvimos una larga fila de presidentes y gobiernos, el primer presidente, simbólico, que no hizo nada, fue el libertador Simón Bolivar, el segundo el Mariscal Antonio José de Sucre, éste tuvo que salir de Bolivia, rajando, herido, decepcionado de los políticos, de los bolivianos (los alto peruanos). Después de él hubo hasta nuestros días una larga sucesión de gobiernos (85) que hicieron más o menos lo mismo, siempre fueron ellos los que se beneficiaron del pueblo, protegiendo a su entorno, una veces los mineros (la mayoría del tiempo, incluso hasta nuestros días) otras veces protegiendo otros interés, como es el caso de ahora, protegiendo a los cocaleros.
Fueron 85 presidentes en 188 años, lo que da un promedio de 2,2 años por presidente, lo que muestra ¡la continuidad que tienen los gobiernos!, el actual tiene mucho parecido al gobierno de Mariano Melgarejo. De los 85 presidentes sólo 7 gobernaron un promedio de 7 años, totalizando 50 años, que descontado de los 188 años, da un promedio de 1,8 años para cada presidente. Las personas que más tiempo gobernaron son dos el Dr. Victor Paz Estenssoro que duro un total de 12 años en cuatro oportunidades, que realmente hizo una revolución en todos los campos, pero también se aprovechó de los originarios y el General Hugo Banzer 11 años en dos periodos, periodos en los que crecimos, pero se olvidó de los originarios.
En todos esos gobiernos los originarios, siempre fueron utilizados y son un grupo étnico en extinción, porque cada vez son menos los que quedan en el campo, donde viven en extrema pobreza y los que se van asimilando a las ciudades, donde comienzan siendo muy pobres, pero como son tan trabajadores y ahorran hasta el último centavo, poco a poco se convierten en gente con muchos recursos que ya son manejados por sus herederos que después de un tiempo se desentienden de ellos para disfrutar esa riqueza y multiplicarla y mimetizarse con los “no originarios”. Son gente egoísta, acaparadora, informal para el pago de impuestos y el cumplimiento de leyes, que su único objetivo es tener más y mostrar su poder. Muy raras veces incursionan en política, pero los tienen a los políticos bajo su servicio.
Me pasé a otro tema, siendo que al inicio seleccione el tema del juego, porque quería mostrar que la política es un juego, pero el juego de la política tiene mucho parecido con tres juegos, con el ajedrez porque se debe aplicar mucha “táctica” y “estrategia”, porque se juega en un tablero y con fichas con funciones específicas y movidas preestablecidas. Con el póker porque se debe actuar fríamente y mostrar “cara de palo”, pero además con el truco, porque se debe utilizar el engaño, la mentira y la burla. Para el juego de la política se requiere mucho tiempo y muchos recursos, además que se debe tener un carácter muy especial.
El juego actual, tiene jugadores muy hábiles, entrenados en el exterior, principalmente en Cuba y en Venezuela, los jugadores locales, también tienen amplia experiencia, como ex militares, ex guerrilleros, con algún tiempo en la cárcel y con amplios conocimientos manejando ONG y practicando el sindicalismo activo. Por lo tanto pueden hacer mejores jugadas que la oposición, que está amedrentada, desorganizada y sobre todo sin ningún financiamiento y ese jueguito es con plata.
Miguel Aramayo
SCZ. 8-01-2013