info@miguelaramayo.com

Justicia. ¡Justicia…! ¿Justicia?

18 Nov

Justicia. ¡Justicia…! ¿Justicia?

Justicia: Con sólo punto final, con signo de admiración, o con signo de interrogación, puede tener una entonación diferente, una inflexión de voz que se pronuncie con timbre de tonalidad diferente, pero el  sentido, el concepto seguirá siendo el mismo, además que debería ser una palabra sublime, para los católicos, los judíos, los musulmanes, o cualquier otra religión. Puede ser “Justicia Divina”, “Justicia Ordinaria”, “Justicia social”, “Justicia militar” o lo que tan de moda está, “Justicia comunitaria”, que de justicia no tienen nada, porque es simple ¡barbarie…!

 

A continuación presento lo que expresa el Diccionario de la lengua española de la Real Academia española, luego lo que expresa un famoso escrito y al final mi opinión:

 

justicia.    (Del lat. iustitĭa).

1. f. Una de las cuatro virtudes cardinales, que inclina a dar a cada uno lo que le corresponde o pertenece.

2. f. Derecho, razón, equidad.

3. f. Conjunto de todas las virtudes, por el que es bueno quien las tiene.

4. f. Aquello que debe hacerse según derecho o razón. Pido justicia.

5. f. Pena o castigo público.

6. f. Poder judicial.

7. f. Rel. Atributo de Dios por el cual ordena todas las cosas en número, peso o medida. Ordinariamente se entiende por la divina disposición con que castiga o premia, según merece cada uno.

8. f. desus. Ministro o tribunal que ejerce justicia.

9. f. coloq. desus. Castigo de muerte. En este mes ha habido dos justicias.

10. f. ant. alguacil (‖ oficial inferior de justicia).

11. m. justicia mayor de Aragón.

12. m. desus. justicia mayor de Castilla.

 

José Hernández. Fue un gran poeta autodidacta, periodista, soldado y luchador federalista  cuyo poema Martín Fierro, es considerado un clásico de la literatura Argentina. Nació el 10 de Noviembre de 1834,  y murió 2n 881.Entre 1852 y 1872, durante una época de gran agitación política en Argentina, defendió la postura de que las provincias no debían permanecer ligadas a las autoridades centrales, establecidas en Buenos Aires. En el año 1853 viste uniforme militar y combate en Rincón de San Gregorio contra las fuerzas del coronel rosista Hilario Lagos. Obedeciendo a sus ideales combatió luego bajo las órdenes de Urquiza, intervino en las batallas de Pavón y de Cepeda (1859) y luchó junto al caudillo López Jordán en la última rebelión gaucha contra el gobierno de Sarmiento, un desdichado movimiento que finalizó en 1871 con la derrota de los gauchos y el exilio de Hernández al Brasil. Dos años más tarde, al regresar a la Argentina, continúa su lucha por otros medios, como la fundación del periódico “Revista del Río de la Plata”, en el que defendió posturas federalistas, la publicación de una serie de artículos en “El Argentino” y la edición del diario “El Eco” de Corrientes. Más tarde tendría la oportunidad de difundir sus ideas como legislador, ya que se desempeñó como Diputado (1879) y como Senador por la Provincia de Buenos Aires (1881). El 28 de noviembre de 1872 el diario “La República” anuncia “El gaucho Martín Fierro” (Martín en honor de Martín Güemes) y lo publica en forma de entregas. En diciembre aparece editado por la imprenta “La Pampa”, precedida por una importante carta del autor a su amigo y editor Don José Zoilo Miguens. La obra comenzó a venderse en las zonas rurales. Era leída en grupo, en fogones o pulperías y su gran éxito se debió a que pintaba con veracidad las vicisitudes del gaucho y los paisanos se reconocían en la desgracia del protagonista. En 1879 se publica la continuación de la obra, llamada “La vuelta de Martín Fierro”, en una edición ilustrada por Carlos Clérice. Ambas partes conforman el “Martín Fierro”, extenso poema nativo calificado de obra maestra en su género, que logra la interpretación sociológica de una época y de una sociedad, aúna lo lírico, lo descriptivo, lo satírico y lo épico, alcanzando los caracteres de una epopeya. Transcribo de esa obra algunos concepto que para el gaucho es la ¡justicia!

 

En las coplas entre el Moreno y Martín Fierro, en el canto treinta hay unas estrofas en la que Martín le consulta al Moreno: “… Y te quiero preguntar / lo que entedés por ley”. El Moreno responde: “… La ley se hace para todos. /  Más sólo al pobre la rige”. “La ley es tela de araña, / en mi inorancia lo explico. / No la tema el hombre rico; / Nunca la tema el que mande, / Pues la ruempe el bicho grande / Y sólo enrieda a los chicos.” En otra estrofa dice: “Es la ley como la lluvia: / Nunca puede ser pareja, / Pero el asunto es sencillo: / La ley es como el cuchillo: / No ofiende a quien la maneja.” Otra estrofa dice: “Le suelen llamar espada, / Y el nombre le viene bien: / Los que la gobierna ven / A dónde van dar el tajo; / Le cái al que se halla abajo / Y corta sin ver a quién.”

 

A mi criterio la justicia es relativa y, mejor que la explicación que nos dá el diccionario, es la definición que hace José Hernández, porque es más gráfica y puede ser entendida incluso por los que aplican la “Justicia Comunitaria”, aunque ésta última, para mí, no es más que asesinato, masacre, barbarie.

 

Luis Alviña.