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La naturaleza

9 Nov

La naturaleza

Es tan magnifico el universo, que cuando uno observa la obra de la creación, se ve tan insignificante, comparando con la belleza que muestro Dios empleó en la creación de los Insectos, los pájaros, los peses, las flores. Todo eso es tan bello que uno se queda con la boca abierta. Sorprenden colores, formas, sonidos, aromas, toda una sinfonía de perfección absoluta.

 

Generalmente lo que apreciamos como cosas hermosas, son las creaciones de Dios, que no están tan próximas a nosotros y necesitamos que nos muestren en fotos, acuarios, insectarios, exposiciones, museos, pero dejamos de apreciar lo que está a nuestro alcance, lo que está como se dice vulgarmente, “en nuestras narices”. Eso no lo vemos porque es parte, o aparentemente es común, de nuestro diario vivir: las hormigas, con su laboriosidad; las arañas, con su prolijidad al tejer sus telas; los pajaritos que cantan y nos acompañan, como es el caso de los gorriones, tiluchis, tordos, loros, sayubuces, chichuriros y de vez en cuando un canario, un cardenal o una cotorrita. Las abejas que revolotean en torno a las flores y toda la vegetación que nos rodea, flores, árboles, frutos, semillas, etc.

 

Lo más bello está en nosotros mismos. Me pongo a pensar en cada uno de los sistemas que componen nuestro organismo: digestivo, respiratorio, circulatorio, límbico, endocrino, inmunológico, muscular, óseo, nervioso, urinario, reproductor, linfático. Un conjunto de órganos y estructuras que trabajan en conjunto para cumplir algunas funciones fisiológicas en un ser vivo. Pensar en la belleza que es el cerebro humano y lo increíble que puede realizar, de donde se desprenden sentimientos que son indescriptibles.

 

Al analizar todo lo que es la creación de Dios y observar que lo máximo de su creación, el hombre, en términos genéricos, es quien desea atribuirse funciones de creador y un sin número de máquinas y artefactos, que cree inventar son copia de su propio organismo y de todo lo que nos rodea, los cuales fueron ideados para su beneficio, pero copiando, en su mayoría, artefactos que se asemejan a los sistemas de su propio funcionamiento, o de las obras de la naturaleza. Como es el caso del helicóptero que imita el vuelo de los picaflores o las libélulas, las lanchas a motor que copian de algunos peces o los aviones y planeadores observando a los pájaros, o la maquinaria pesada observando el comportamiento de algunos animales, como los elefantes o los rinocerontes, los hipopótamos.

 

Algo en lo que están avanzando los humanos, es en tratar de imitar el cerebro humano y el hombre cree que lo podrá, adelantando con lo que denomina la “inteligencia Artificial”, las “redes neuronales” y el “conocimiento profundo”, pero resulta que lo más perfecto y complicado de todos los sistemas es el “Sistema límbico”. El sistema límbico es un sistema formado por varias estructuras cerebrales que regulan las respuestas fisiológicas frente a determinados estímulos. Es decir, en él se encuentran los instintos humanos. … Está formado por partes del tálamo, hipotálamo, hipocampo, amígdala cerebral, cuerpo calloso, septo y mesencéfalo. A mi criterio, es la parte del ser humano que está conectada con su espíritu y por lo tanto es el sistema que tienen conexión con Dios, es el que recibió el soplo del Creador y es lo que nos hace superiores a los demás seres vivos y que pienso que será imposible de que el hombre lo imite, como imito otros sistemas, para hacer máquinas.

 

Miguel Aramayo

SCZ.19-10-2018