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La obsesión

27 Dic

La obsesión

Acabo de ver una noticia en la cual se habla de un motor que puede moverse a la velocidad de la luz. Al leer esto, me puse a pensar en la “obsesión” que tiene el hombre desde hace mucho tiempo por superar la velocidad a la que pueda desplazarse. Pero no es sólo la obsesión por la velocidad la que impulsa a los hombres, también tiene el mismo sentimiento en la creación o por lo menos en la investigación de un sinnúmero de cosas que pasan por las manos humanas. Cuando a uno se le mete una idea entre ceja y ceja, generalmente no sede hasta que lo consigue y ese hecho se denomina “Obsesión”.

 

El tema de la obsesión puede ser peligroso, por ese motivo me puse a investigar y encontré la siguiente opinión sobre el tema: El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) tiene un patrón de pensamientos y miedos irracionales (obsesiones) que te hacen tener comportamientos repetitivos (compulsiones). Estas obsesiones y compulsiones interfieren en las actividades diarias y causan mucha angustia. Tal vez intentes ignorar o detener tus obsesiones, pero eso solo aumenta la angustia y la ansiedad. En última instancia, sientes la necesidad de realizar actos compulsivos para intentar aliviar el estrés. A pesar de los esfuerzos para ignorar o eliminar los pensamientos o necesidades que te molestan, estos vuelven una y otra vez. Esto produce un comportamiento más ritualista: el círculo vicioso de la obsesión. El TOC suele centrarse en determinados temas, por ejemplo, un miedo a contaminarse con gérmenes. Para aliviar el miedo a contaminarse, puede que te laves las manos compulsivamente hasta que estén doloridas y agrietadas. Si tienes obsesiones, tal vez sientas pena y vergüenza por la enfermedad, pero el tratamiento puede ser eficaz.

 

Este desorden psíquico puede desencadenar otro tipo de males como, por ejemplo, que el afectado por la obsesión se convierta en un maniático, lo que significa que la manía, conocida como “síndrome maniaco”, que es un estado elevado anormal de excitación, afecto y nivel energético. Aunque la manía es comúnmente asociada como una “imagen refleja” de la depresión, la elevación del estado de ánimo puede ser euforia o irritabilidad.

 

Por todo lo analizado, tanto el tema de las obsesiones, que pueden desencadenar manías, con lo cual a la larga todo eso puede llevar a la depresión. A mi criterio depende mucho de cada individuo el salir de ese tipo de situaciones. Pienso que es muy complicado caer en la depresión y por lo tanto se debe comenzar por eliminar de la mente los pensamientos obsesivos o dar a los mismo un valor ínfimo, de esa manera se puede superar el tener que caer en situaciones maniáticas, con lo cual se puede descartar la depresión.

 

Pienso que existen herramientas muy fáciles para combatir la obsesión, la manía y la depresión, una de ellas es el mantener la mente distraída en otras actividades a las que el individuo le preste mayor atención y valor, como es el caso de la lectura, la música, el trabajo manual, la distracción como el cine o los juegos de azar y quizá la herramienta más poderosa sea la oración, herramienta muy utilizada por los religiosos que quieren colaborar a personas que cayeron en la depresión.

 

Miguel Aramayo

SCZ.16-10-2019