La pasión según Carmela y la Ladrona de Libros
Pareciera que cuando compro libros, una mano que viene de arriba me guía, para ayudarme a decidir en la selección, yo no hago esta tarea basado en lo que dicen los periódicos, las revistas o las recomendaciones de amigos, lo hago en una forma muy particular, que la comparto con ustedes por si vale de algo mi experiencia. Leo la contratapa donde en forma muy escueta expresan el contenido del libro, leo la pestaña que corresponde a una de las tapas, superior o inferior donde se presenta una reseña del autor y la otra pestaña donde generalmente la editora detalla las obras del mismo autor y por último revisó a que edición corresponde, cuantos volúmenes se editaron y en que año la que corresponde a la que tengo en la mano. Después leo unas cuantas paginas, dos o tres, del principio, del medio y del final, del final sólo una y con eso ya tengo los elementos para la decisión, eso hago con por lo menos cuatro libros y después selecciono dos y los compro. Hago eso con la finalidad de que si mi selección no fue buena tengo para eliminar uno en medio camino y continuar con el otro. Casi nunca le fallo y para iniciar la lectura aplico una técnica muy conocida por todos nosotros, que es: “ta, te, ti, to, tu, para que la leas tú”.
Lo último que seleccioné así fueron: “los Pilares del mundo” y “La Ladrona de Libros” (Marcus Zusak – editorial Sudamericana), comencé por e primero y no lo dejé hasta completarlo, era largo, más de 1500 hojas, pero con un contenido que satisfizo mi interés por leer y me dejó mucha enseñaza. Una vez concluido éste, seguí con el segundo que me resultó muy difícil al principio, pero cada vez que pensaba dejarlo después de las próximas diez hojas, en esas hojas volvía a encontrar el interese que se prolongaba por más de cincuenta hojas y cuando declinaba nuevamente el interés, seguía otra diez hojas, así fue hasta concluir con el libro, retornar el deseo hasta que hace un momento llegué al fin y no me arrepiento de haberlo concluido, porque también es otra obra que me dejó una enseñanza.
En el primer párrafo expresé que: “Una mano que viene de arriba me guía, para ayudarme a decidir en la selección de los libros que escojo leer” y, que por extraña coincidencia me dejan una lección en concordancia con la situación que vive nuestra pobre y querida Bolivia. El último por ejemplo, muestra el sufrimiento al que fueron llevados los alemanes por un loco, loco que quiso imponer su librito “Mi lucha” (en alemán “Mein Kampf”). El loco logró imponer su librito, pero ese pueblo tuvo que sufrir lo indecible y llegar a situaciones de terror desgarrador, pero llegaron al fin y ahora después de sesenta y tres años de haber concluido esa pesadilla ya están nuevamente entre los grandes países del mundo, con solamente un simple recuerdo en la mente de los que ya están por abandonar este mundo o muchos que ya lo abandonaron.
El otro libro nombrado en el titulo es “La pasión según Carmela” de un autor argentino (Marcos Aguinis – editorial Sudamericana), que también hace muy poco que concluí su lectura, que me muestra las peripecias que tuvieron que sufrir en Cuba los una vez fueron guerrilleros y cayeron en desgracia, por la prepotencia de otro loco que es el que llevó a este pueblo también a una desgracia, que ya está por cumplir cincuenta años(sin que su teoría y el librito del otro loco hubieran dado frutos buenos) y en la cual hasta el que fue su mano derecha tuvo que ser separado de la gloria que ese otro loco quiso para él solo y que a su hombre fuerte lo desplazó, para que no le haga sombra, hasta que lo mataron en Bolivia y ahora sólo queda para ícono de poleras y consignas de desvelados e idealistas en contra mano de la corriente de unir al mundo, de la globalización.
Miguel Aramayo
SCZ. 12-10-2008