Los brujos
Un grupo de Yatiris y Kallaguayas (Brujos y curanderos) se pusieron a acullicar (mascar coca) y brindar con la Pacha Mama (La Madre Tierra) ofreciendo una challa. En lo que estaban más concentrados se les presentó el Dios Inti, que muy serio y en su idioma (quechua) se dirigió a ellos en estos términos:
– Queridos originarios, estoy viendo con mucha sorpresa y gran tristeza que estamos siendo engañados, ya no soporto más este avasallamiento. Desde mi trono vi con cierto beneplácito que uno de nosotros podría ser Presidente de Bolivia y lo respaldé yo, e intercedí ante la Luna y Pacha Mama para que lo ayuden, pero la mayor ayuda se la dieron los políticos de una cantidad de siglas como MNR, ADN, MIR, UCS, etc. etc.
El Yatiri que parecía ser el mayor de jerarquía del grupo congregado para ver la suerte de Bolivia, respondió a Inti, en su mismo lenguaje y con gran ceremonia:
– Respetable Inti, nosotros también estamos muy preocupados porque entre los originarios comenzaron a surgir algunos originarios que nos parecen infiltrados por sus apellidos alemanes, franceses, españoles (Beckar – Ric – Aguilar – Morales – De La Quintana – Vargas – Garcia) y no es solamente su apellido sino que también son de un aspecto físico diferente a nosotros, son blancos, de ojos claros, con barba llena, de cabello rubio. Lo que más nos molesta es que se visten con trajes de diseñadores que creemos son enviados por el Tío y se perfuman con algo que seguramente les proporciona la China Supay, y para rematar todo, ya usan corbata y abrigo.
– Hijos míos, dice Inti, con una voz entrecortada, ¡yo también estoy muy triste! por todo eso y estoy viendo que los nuestros, los que apellidan, Choquehuanca, Ayma, Condori, además de algunos que también son nuestros, que por un error genético se apellidan Patzi, Muñoz, y muchos otros apellidos españoles, están siendo engañados, y hasta puedo decir que están embrujados, les han aplicado algún maleficio y los están haciendo hacer cosas que no corresponden a nuestra cultura, como viajar en primera y con guardaespaldas y amigos.
También interviene el Kallaguaya mayor y le dice a Inti con mucho respeto: – ¡Oh Dios poderoso!, que nos has dado la hoja milenaria para curar nuestros males, ayúdanos a ver nuestro futuro, pero más que eso, ¡poder corregirlo!, porque ahora ¡nos tienen confundidos! y vemos que los oligarcas quieren hacer más por nosotros que lo que deberían estar haciendo los originarios.
– Hijos míos, ¡no me creerán!, pero hasta yo me siento ¡impotente y confundido!, los originarios que nos debían gobernar están enyetados, y sus colaboradores que se dicen originarios están aliados con venezolanos y cubanos, que están muy escondidos y mimetizados y que ellos ¡si! podrán destruir nuestra cultura milenaria y también la cultura de los oligarcas del oriente. Debemos hacer una danza entre todos nosotros y orar a nuestros antepasados, aunque Sacsahuamán, el Cuzco, Machupicchu y Tiahuanaku solo son para postales, por lo tanto quizás recurriendo a la Mamita de Cotoca, a la Virgencita de Urkupiña, la Virgencita de Copacabana, El Señor de los Milagros y la Virgencita de las Mercedes, y con el apoyo de los rezos de los Tata Curas, podremos encontrar el camino de retorno a la realidad y nuestra verdad.
El Yatiri y el Kallaguaya mayor, gritan al unísono, ¡Inti!, ¡Pacha Mama!, además de lo que dices pensamos que nosotros los hermanos bolivianos, razonando un poco y eliminando a los malos, que nos tienen con este mal, podremos encontrar de nuevo el camino, ¡somos ricos!, ¡somos buenos!, ¡somos inteligentes!, y sobre todo ¡trabajadores! y queremos esta patria donde hemos nacido, por lo tanto, el futuro está en nuestras manos.
Miguel Aramayo.
SCZ 12-09-2006
