Los libros y yo
El sábado 2 de junio de 2018 hice mi cuarta presentación en la feria del libro de Santa Cruz de la Sierra, las anteriores tres presentaciones, las realicé bajo el asesoramiento de gente experta. Esta presentación la hice como yo pensaba que podría salir mejor si la realizaba a mi criterio, sin tanta pompa, ni ceremonia y más bien con la humildad que correspondía a alguien que sin ser escritor, ¡escribe!
Hablando con uno de mis nietos, que son ocho; con el que más tiempo he compartido desde que nació y que también tiene la afición de la lectura y del que he visto algunos temas escritos, y muy bien escritos; le transmití la idea de que sea él que presente mis libros en esta feria. Cuando estábamos en esa charla, apareció el otro nieto, con el cual nos enfrascamos en largas conversaciones existenciales y se brindó a presentar un libro, el libro que corresponde a una novelita de temas religiosos, él también tiene la afición de la poesía y escribe muy lindas poesías.
Quedamos en que sería así y les preparé un bosquejo para ayudarlos a la programación de su exposición, pero les di total libertad de que ellos se expresen sin ninguna presión de mi parte, de manera que el acto sea totalmente libre. Hicimos un ensayo faltando media hora para la presentación y me pareció muy bien lo que habían elaborado. Quedé satisfecho con el trabajo que realizaron. Leí lo que serían las palabras de la persona que haría la alocución inicial y también quedé contento con eso.
Estuvo muy poca gente presente, porque era un día muy frio, pero de los asistentes la mayoría eran amigos y los parientes principales, uno de mis hijos con su esposa y los tres nietos, los colegas de trabajo, los amigos y algunas personas que asistían de puro curiosos. Después de las palabras de inicio, a cargo de una compañera de trabajo que está en lo último de sus estudios de “relaciones públicas”, Lourdes, habló mi nieto Carlos Andrés, que preparó algo escrito, comentando sobre el libro que se titula: “Esto no es cuento”, habló algo de cómo me ve, como persona y como me capta como escritor y luego hizo un breve comentario del contenido del libro y concluyó contando quien escribió el prólogo y la relación que nos une con Héctor Di Benedetto.
José Ignacio, tenía unos apuntes que le sirvieron de guía para su alocución, él también comentó sobre el abuelo y relató las largas conversaciones que tiene con él y después entró a relatar el contenido del libro: “Trabajando en temas religiosos”, se explayó en lo que consideraba un gran aporte del abuelo a temas religiosos que dejan mucha enseñanza a quien se anime a leer esa novelita, la misma que concluye describiendo las experiencias personales del escritor con dos personajes de la novela, que fueron papas y que de alguna manera influyeron en la personalidad del escritor. Concluyó diciendo que daba gracias a Dios, que el abuelo no hubiera seguido la vida sacerdotal, porque de lo contrario no hubieran existido los nietos.
Nos tomamos varias fotos para que quede el recuerdo para la posteridad, pero en mi corazón volvió a prenderse la velita que me ilumina siempre que estoy rodeado de mis parientes y amigos y particularmente rodeado del cariño de mis nietos. Extrañé mucho la ausencia de la nieta que está en Argentina, del menor de los nietos y de la mayor de las nietas.
Fue una noche muy efusiva, a mi criterio, considero como ¡un premio inmerecido!, que Dios me otorga, para demostrarme que dependemos de Él.
Miguel Aramayo
SCZ.05-06-2018