Me pican las manos
No soy político, ni politólogo, ni ninguna de esas vainas, vainas que se dedican a opinar sobre los politos y las políticas (no como femenino, sino como ciencia), sobre la base de rumores y chismes, que la mayoría de las veces no son ciertos o están tan distorsionados que no solo confunden, sino que hacen daño.
Como simple y vulgar ciudadano, que amo ¡profundamente…! mi país, mi paria, pero no como expresión eufemística. Sino como decía un notable político, que fue varias veces presidente y que en su último mandato dio señales de su gran capacidad; ese hombre en un tono cantadito decía: “…desde lo más profundo de mi corazón…”, es así como quiero a Bolivia, a su gente, su cultura, sus costumbres, pero me da mucha pena ver lo que está sucediendo de un tiempo a esta parte. Al decir de un tiempo a esta parte, me refiero a un tiempo más largo, pero no quiero extenderme fijando fechas.
Considero que la política es una ciencia, una ciencia muy compleja, porque toca lo más recóndito del ser humano y para la mayoría de los ciudadanos una ciencia manejada por gente que falla y sus fallas no siempre son de buena fe, de inocencia, de falta de conocimientos o de falta de capacidad. La gran mayoría de las veces esa gente lo hace con malas intenciones, algunas veces por propia voluntad y la mayoría de las veces dirigida por agentes externos con segundas intenciones.
Me da la impresión, que hace mucho daño la prensa, la publicidad, porque todo esto genera una corriente de “dimes y diretes”, que generan una corriente de desinformación, de chismes, rumores y comunicaciones distorsionadas. Creo que los buenos políticos deberían saber jugar el ajedrez, saber mover sus fichas en base a “tácticas” y “estrategias”, pero sobre todo con “el pico serrado”, porque hay un refrán que dice: “a boca cerrada no entran moscas”.
Me da mucha pena ver cómo se maneja la política y cómo se comportan los políticos, creo que estamos en un momento extremadamente difícil en el que se necesita que todos los políticos distintos al partido que nos gobernó por 14 años, se unan en forma secreta e intercambien criterios y armen una estructura para defender la democracia como algo sublime y establezcan las bases sobre las que debe operar la sociedad, porque deberíamos ser los ciudadanos los que determinemos lo que queremos como mayoría.
Me da la impresión que la gente que nos dirige en este momento y los que ya tuvieron la experiencia de gobernar tiene criterios sólidos y si requieren ayuda profesional la deberían buscar, de manera que la estrategia a seguir sea coherente con la táctica y todo lo que hagan sea por el bien de todos y desprendiéndose de sus ambiciones personales.
Los ciudadanos, en 21 días hemos mostrado que es lo que queremos y nos hemos unido de una manera franca, en torno a un hombre y a un ideal, hemos recurrido a la oración pero también a la ilusión, porque no solo los apegados a la religión pelearon esos días apoyándose en Dios, también los que se dicen ateos pelearon por el mismo motivo, movidos por un ideal común, que nos hermanó y que logro derrotar un régimen que con táctica y estrategia nos tenía subyugados y a punto de perder totalmente la personalidad.
Esto que expreso, es con el afán de poder llegar al mayor número de personas que piensan de la misma manera que yo, que queremos lo mejor para nosotros y para nuestros hermanos, los que estamos actuando y los que vendrán biológicamente detrás de nosotros.
Miguel Aramayo
SCZ.09-12-2019