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Me siento privilegiado

19 Feb

Me siento privilegiado

Acabo de leer un libro, que terminó de ser impreso en La Paz el 2 de octubre de 1985 y cuyo autor es “don Pedro Rivero Mercado”, quien autografió el libro que tengo en mi poder, que titula “Las bienandanzas de un Quijote Cruceño”. Que corresponde a la biografía de Ramón Dario Gutiérrez Jiménez. El prefacio es firmado por don “Enrique Kempff Mercado y cuya portada y contratapa es obra del consagrado pintor y muralista, “Lorgio Vaca”. Es un libro escrito en verso.

 

Puedo decir que soy un privilegiado de haber disfrutado de la lectura de ese libro, porque no sólo muestra la calidad del autor, sino que relata la vida de un ilustre personaje. Haciéndome recordar lo bello que era Santa Cruz de antaño, no sólo por lo hermosos que ese pueblo chiquito con gente de gran valor, con raíces tan ponderadas y aspiraciones tan profundas, cuyos habitantes nunca se sintieron menos y al contrario, siempre apuntaron a ser grandes y prueba de ello son sus hijos como: Gabriel Rene Moreno, Enrique Finot, Raúl Otero Reiche, German Coimbra Sanz y muchos, muchísimos más.

 

Pero lo que relata el libro es historia muy fresca del siglo XX, que está a la vuelta de la esquina y que después de 1950 tuvo una influencia de progresión inigualable e inimaginable, al extremo que desde 1967 con una población de 90.000 saltó a casi 3.000.000 de habitantes el 2017. En cincuenta años tuvo un crecimiento exponencial y ese desarrollo ya tiene una fuerza (centrifuga) que difícilmente podrán pararla las inclemencias sociales de gente que no la quiere. Ese progreso le está quitando su encanto, lo bello que ofrecía al principio del siglo XX e incluso hasta finales del mismo.

 

Tiene pasajes tan interesantes y expresados de tal manera que dejan vibrando el corazón de quien lee esos versos y que además están expresados de tal forma, que no solamente son melodiosos, sino que son sentimentales.

 

Para que ustedes puedan apreciar algo de lo que expreso y comprueben que no es una exageración mía. A continuación, transcribiré algunos versos que elegí al azar:

 

No me recuerdo quien lo dijo – en académica pose: – que estaban todos los goces, – primero en hacer un hijo.    y después, sin descansar – trabajando como turco – en abrir la tierra en surco – y un lindo árbol plantar.

 

Mamita al notar mi ausencia – me buscó por todas partes, – se valió de miles artes – y sin perder la paciencia.    Destacó sus emisarios – en todas las direcciones, – me buscaron en canchones, – en partes y puntos varios.   Al final me ubicó – quién sabe por qué artilugio – en mi cómodo refugio – y el incidente acabo.

 

Creo que para muestra alcanza un botón y por lo tanto los dejo con la miel entre los labios, como quedé yo en este momento en el que compartiendo lo que he leído me entusiasme y ya estoy a punto de escribir en prosa, lo mucho que he sentido al leer este libro.

 

No creo haber exagerado lo que en este poquito de papel he logrado expresar de un verso que de principio a fin ocupa varias hojas, que fueron de la inspiración de don Pedro Rivero Mercado, pero con la guía y recomendaciones del relator, don Ramón Dario Gutiérrez.

 

Miguel Aramayo

SCZ.04-01-2018