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La capacidad intelectual

26 Abr

La capacidad intelectual

Pienso que la mayoría de la gente utiliza su capacidad intelectual atendiendo sus obligaciones familiares, sociales, laborales, religiosas. Además, últimamente consume su capacidad en atender sus celulares, principalmente perdiendo tiempo en el Facebook, atendiendo su WhatsApp y las comunicaciones telefónicas.

 

Es muy poco el tiempo que la gente emplea su capacidad intelectual en leer, en sus obligaciones laborales, en muy pocos casos, leyendo los periódicos y una ínfima parte en leer revistas y un tiempo insignificante en leer libros. A partir de ese análisis, la lectura de su celular no cuenta, porque corresponde más a observar imágenes y escuchar audios.

 

La gente que emplea su capacidad intelectual en soñar, en pensar, en meditar es exageradamente poca, quizá el tiempo que cumplen con sus oraciones y obligaciones religiosas. El tiempo que están en silencio meditando es muy poco, porque emplean su mente con los problemas cotidianos, familiares, sociales, laborales y dentro de los sociales el tema político que últimamente nos preocupa sobre manera, además la televisión, el cine y conversaciones intrascendentes.

 

Es muy importante el compartir, en primer lugar, con la familia más cercana, luego el saldo de la familia y continuar con los amigos; ese tiempo es muy valioso para estar en conocimiento del pensamiento de nuestros allegados y ellos pueden captar lo que nos sucede y entre todos compartir y colaborarnos.

 

El entorno laboral también es importante, porque somos seres destinados al trabajo, la Biblia lo dice: “Ganaras el pan con el sudor de tu frente”, pero eso más que una satisfacción es una obligación, pero debemos sacar el máximo provecho a esa relación, por cuanto también hay un refrán que dice: “De Dios para abajo, cada uno vive de su trabajo”.

 

A continuación, transcribo la letra de una canción, que muestra el valor que tiene unas simples cosas: Mercedes Sosa, canción de las simples cosas: Uno se despide, insensiblemente / de pequeñas cosas / lo mismo que un árbol / que en tiempo de otoño / se queda sin hojas / al fin la tristeza es la muerte lenta / de las simples cosas / y esas cosas simples / que quedan doliendo / en el corazón.

Uno vuelve siempre / a los viejos sitios / donde amo la vida / y entonces comprende / como están de ausentes / las cosas queridas / por eso muchacho no partas ahora / soñando el regreso / que el amor es simple / y a las cosas simples las devora el tiempo. 

Enamórate aquí / en la luz mayor / de este medio día / donde encontraras / con el pan al sol / la mesa tendida / por eso muchacho no partas ahora / soñando el regreso / que el amor es simple / y a las cosas simples las devora en tiempo.

Uno vuelve siempre / a los viejos sitios / donde amo la vida.

 

Esto lo escribí con la finalidad de que mis parientes y amigos lo tomen no como un consejo, sino como una forma de pensar que quiero compartir, porque pienso que es importante no encerrarse en simples y pequeñas cosas, que nuestra mente y espíritu es mucho más amplio y no debemos desperdiciar esa capacidad de pensar que nos dio Dios a todos los humanos y sobre todo la capacidad de amar.

 

Miguel Aramayo

SCZ.28-11-2018

 

26 Abr

Me da pena

Me puse a pensar en el tiempo y el sacrificio que debe hacer una persona para profesionalizarse y adicionalmente me ubiqué en lo que debe estudiar un médico, que lo hace no con el fin de enriquecerse con la profesión, sino con la vocación de servicio a sus semejantes a la sociedad. La cantidad de años, materias, horas de estudio, de práctica, de internado.

 

El tiempo que una persona debe dedicar de su vida para estudiar medicina. Se dice por ahí que los estudiantes de medicina no duermen, no comen, no tienen vida social, etc.

Debemos saber que estudiar medicina demanda mucho tiempo, esto comienza a partir de unos años de haber empezado la carrera (en muchos casos); lo mejor que puede hacer es organizar muy bien su tiempo y sus actividades, estudiar muchísimo y cuidar toda su actividad, estudiantil y personal.

 

En el desempeño de su profesión debe continuar una vida sacrificada, debe estar a expensas de lo que le exige la sociedad dependiendo de la especialidad que eligió, porque pienso yo que existen algunas especialidades mucho más exigidas que otras, la obstetricia, la pediatría, la cirugía en general y la neurocirugía, la traumatología, la anestesiología, creo que son las más sacrificadas, a mi pobre entender. Pero estoy seguro que la medicina en general es de mucha responsabilidad.

 

Creo que la medicina es una profesión que proporciona posibilidades de vida y mejoras en la vida, pero que también está más expuesta a la muerte y no es porque el médico busque la muerte, salvo casos extremos de negligencia, pero creo que eso es muy difícil, es más el destino el que juega con la vida de los pacientes.

 

En el caso que estamos viendo y que me produce una pena tremenda. La doctora que está sufriendo las inclemencias de la justicia, que a mi criterio no tiene nada de justa. Ese médico ha participado en un sinfín de operaciones y atendió a un sin número de pacientes y tuvo la mala suerte de que le suceda lo que le sucedió, en dos eventos seguidos. Estoy seguro que esa profesional en ningún momento tuvo malas intenciones y si ella no participaba de esos dos sucesos existía más posibilidades que esas personas mueran, pero con su participación se propuso evitar la muerte, en un caso la situación fue fatal, pero en el otro caso, pese al error, el paciente ahora goza de una buena atención y la gran posibilidad de salvarse, que si la doctora no hubiera cometido el error de extirpar el riñón bueno, creo que las posibilidades de vida del paciente hubieran sido menores que las que tienen actualmente.

 

Conozco muy poco de otros casos en otros países, pero creo que la forma como están aplicando la justicia en Bolivia y particularmente en el caso de esa profesional, no muestra nada de justicia y creo que el castigo que se pretende aplicar está bien para un criminal, para un delincuente, pero no para alguien que participó en un acto que pretendía salvar la vida.

 

No conozco a la Doctora. Que está involucrada en estos hechos, pero me duele en el alma ver que quieran castigar a alguien que estudió y sacrificó gran parte de su vida para salvar a las personas y que por un hecho fortuito y nada intencionado tenga que recibir el castigo que le quieren aplicar, por el capricho de unos abogados y unos litigantes dolidos por la pérdida de un ser querido.

 

Triste. Muy triste.

 

Miguel Aramayo

SCZ.19-11-2018

 

 

26 Abr

Un buen político

Me puse a pensar en las cualidades que debería reunir un político. No puedo decir un político honrado, pero sí puedo decir un político capacitado y pienso que, como primera cualidad, debe ser astuto, lo cual incluye el concepto de picardía, que por más que uno quiera disfrazar esa palabra tienen mucho que ver con la malicia y al fin de cuentas la falta de honradez, la hipocresía y muchos atributos que no pueden ser bien vistos en otra actividad, pero que son imprescindibles para la política. Además, un buen político debe basar sus pasos en tácticas y en estrategias y debe ser un tipo experimentado o rodearse de gente experimentada. No puede ser inocente, eso sería lo peor, es preferible que tenga la malicia a flor de piel, porque la gente con la que se debe rodear son políticos y por lo tanto debe tener un grupo de asesores que manejen todo lo que requiere: Inteligencia y experiencia.

 

A continuación, escribí algo para complementar lo expresado y mostrar técnicamente cual es mi parecer con respecto a lo que debe acogerse un buen político:

 

Táctica es el sistema o método que se desarrolla para ejecutar un plan y obtener un objetivo en particular. El término también se usa para nombrar a la habilidad para aplicar dicho sistema. La táctica ayuda a poner en orden los recursos en pos de un fin. De esta forma se reduce el margen de error ya que se minimizan las acciones espontáneas o impensadas y se puede poner en práctica aquello que ya se practicó y entrenó.

 

Las estrategias se utilizan en situaciones en las que se quiere alcanzar un objetivo o en las que ocurre un hecho desfavorable y se deben tomar decisiones al respecto. Hay estrategias emergentes en las que, ante un hecho fortuito, se deben tomar decisiones rápidas, pero con una estrategia de respaldo.

 

La Ingenuidad, indica ausencia o falta de malicia y de experiencia, una deficiente comprensión o inteligencia y la ausencia de sofisticación; así como presencia de sinceridad, inocencia, sencillez, candor, pureza o candidez.

 

La inexperiencia es la falta de conocimientos, que sólo se consiguen con práctica y vivencias propias. «La inexperiencia en la política se paga caro». Falta de práctica, inhabilidad, torpeza; falta de conocimientos experimentales a quien posee una profesión u oficio. La inexperiencia puede originar responsabilidad traducida en una indemnización por daños y perjuicios. En el caso de una grave impericia puede originar sanciones penales.

 

Efectivamente, el astuto es la persona que hace uso de la astucia, por definición astucia es la “sagacidad, sutileza, habilidad para engañar o evitar el engaño y lograr un objetivo. Ardid, treta, artimaña”. (RAE). Siguiendo a la Academia: “Ardid, acción hábil con que se pretende engañar a alguien o conseguir algo.

 

Se me ocurrió escribir esto para incrementar me caudal de conocimientos, pero si le llega a un político, le puede ser de utilidad, desde luego que los que nos están dando vueltas, están en otra esfera, para ellos lo que vale es la pelea, los insultos y el cuidar su cola, porque el que más y el que menos tiene su cola de paja y me da la impresión que todos los que vemos en la tele, salvo uno o dos, los demás no tienen ni idea de lo que contiene esta mi opinión.

 

Miguel Aramayo

SCZ.14-11-2018

 

26 Abr

Política versus economía

Quisiera saber que los políticos bolivianos, por un momento vieran nuestra situación con una mente analítica, que un ser superior les permita ver la realidad, y no actuar como he visto actuar a todos los políticos desde que tengo uso de razón y saber cómo actuaban anteriormente, desde que fuimos independientes. Somos bolivianos, somos hermanos y la unión hace la fuerza.

 

Si nos “vamos al diablo”, no será mérito de los que nos gobiernan o de la oposición. Será mérito de todos los políticos, que son individualistas y que además tienen un gran defecto, son escasos de inteligencia y son ciegos totales y absolutos, simples egoístas, ególatras, narcisistas. El odio que se tienen entre ellos nos dañará a todos por igual y mucho más a los más pobres, a los indefensos.

 

Estoy seguro que en Bolivia tenemos gente capaz, que lamentablemente no es política, pero creo que son lo suficientemente patriotas, como para colaborar a los políticos en encontrar soluciones prácticas, para salvarnos de la hecatombe económica a la que nos están llevando, en un grado superlativo los políticos que nos gobiernan, y hasta cierto punto colaborados por la oposición.

 

Al leer la prensa, los estudios económicos y varios tipos de informes, nos muestra lo peligrosa que es nuestra situación económica, la deuda externa cada vez va en aumento, las reservas monetarias en descenso, los precios internacionales con tendencias que alarman, la disminución de nuestras reservas de hidrocarburos y minerales, la falta de incentivos a la inversión extranjera, por las deficiencias en nuestra legislación y sobre todo la falta de justicia y respeto a la ley principal que es la constitución.

 

La injerencia externa, principalmente de Cuba, Venezuela, Irán, Rusia, que usan a nuestros gobernantes, a los que someten a una intervención imperialista, mucho más dañina que la que alegan es el imperialismo de Norteamérica. La falta de independencia de poderes, por la ineficiencia en la selección de las personas que deberían protegernos y la falta total de institucionalidad, la falta de respeto a la verdad.

 

Lo que expresaré es una utopía, pero quisiera por un momento, alguien ilumine a todos nuestros políticos, para que elijan a un grupo de gente capaz que pueda emitir opiniones que lleven adelante los que nos gobiernan y con el apoyo de la oposición, del ejército y la policía, que actualmente no obedecen la constitución, rememos todos al mismo lado con la esperanza de salvarnos de la hecatombe a la que estamos dirigiéndonos.

 

Incluso deben intervenir los dirigentes de todas las iglesias que aporten conocimientos en beneficio de sus feligreses, que somos todos los que tenemos esperanzas en nuestro Dios, que según mi criterio es el mismo para todos los humanos, sin distinción de nacionalidades, razas, inteligencia, instrucción y posición social.

 

Un político viejo que hizo mucho por Bolivia, especialmente en la última etapa de su vida, pensó con mucha seriedad y nos dijo algo que nos salvó: “Bolivia, se nos muere, hagamos algo por salvarla”. Creo que en este momento estamos en una situación catastrófica y que debemos hacer algo, principalmente no mentirnos mostrando índices de macro y micro economía que no son la realidad que estamos viviendo.

 

Miguel Aramayo

SCZ.13-11-2018 martes 13 “No te cases, no te embarques, ni de tu casa te apartes”

 

26 Abr

La expresión del lenguaje

Es una elegancia tener un lenguaje ampuloso, pero para la gente común el expresarse con un lenguaje enriquecido, suena a farsa, a pedantería, a falta de humildad. En cambio, el expresarse en un lenguaje llano, brinda la posibilidad de llegar a una mayor audiencia.  Y el utilizar palabras, que aparentan ser ordinarias, algunas veces refuerzan el concepto, haciendo que la alocución completa ofrezca mayor comprensión, porque no es lo mismo decir: “qué pena”, en vez de expresar: “qué huevada”. En el primer caso sólo se expresa dolor, tristeza o pesar; mientras que, en la segunda forma, además de expresar pena, se demuestra rabia, rechazo y por lo tanto la demostración de sentimiento es más real, más auténtico.

 

De la misma manera el lunfardo que se emplea en algunos lugares o el empleo de modismos expresados en el lenguaje antiguo, como “disque”, “elay”; son más comprensibles para la gente del lugar, como es el caso de Santa Cruz y también el Beni o Pando. Las expresiones en lenguaje originario, que da una pena que se esté perdiendo, porque existen algunos términos, que pueden tener una traducción, pero el sentimiento al expresarlo es más convincente que el termino traducido, como el caso de las mismas palabras; no es lo mismo decir: “olor a huevo pasado”, que: “huele güero”. En el primer caso se denota que es un olor desagradable, pero el segundo, caso para los que saben diferenciar, el olor es nauseabundo, pero no es sólo desagradable, es putrefacto pero propio del olor a huevo podrido, que es un olor diferente y propio de ese producto y no otro que por feo también es diferente como: “tirurú”, que un olor a amoniaco, pero no propiamente de ese químico, sino olor nauseabundo a orines viejos.

 

Ejemplos de expresiones lingüísticas, más que idiomáticas, o quizá ambas, son las que enriquecen nuestra forma de hablar y escribir, por eso da gusto escuchar a las personas que se expresan de esa manera, sin descuidar el enriquecer el vocabulario, pero haciendo que éste no sólo sirva para exteriorizar conceptos, sino para expresar sentimientos, que quizá puedan interpretarse como términos feos, pero escuchar a un argentino decir: “!la concha bela…!”, es una expresión del lunfardo porteño que expresa una sorpresa de cariño, de confianza, de alegría, de reminiscencia. Como también se podría decir: “cunumicita linda, ojos de guapurú, boquita de achachairú…” en lugar de decir:” muchacha linda de ojos negros y boca dulce…”, la segunda expresión suena desabrida, sosa, sin ningún encanto, como lo expresado el lenguaje “camba”.

 

Podría llenar muchas páginas con todas esas expresiones, pero el objeto de esto que escribo, es para mostrar que existen formas de expresarse e incluso en la forma de conjugar algunos verbos uno puede reconocer la procedencia que quien habla, porque el “vos” es propio de algunos lugares donde reemplazan este término por “tu”, o “has” en “haced”, o habéis o “sois”.

 

De igual manera, el expresarse con palabras que parecen ordinarias, refuerzan el sentimiento que uno quiere exteriorizar al hablar o al escribir. Es como un poema, no es igual leído que declamado o recitado, en el lenguaje escrito uno puede reforzar con signos de admiración, interrogación o puntos suspensivos, que pueden ser expresados en el lenguaje oral, pero además tiene mucho que ver la expresión corporal, la mirada, la mímica, la fonética.

 

No es lo mismo leer: Mi tristeza, mi alegría, mi incredulidad, mi fe, mi pobre melancolía. Que leer: ¡Mi tristeza!, ¡mi alegría!, ¡mi incredulidad!, ¡mi fe!, ¡mi pobre melancolía…! Si a esto en la declamación las expresiones corporales y el timbre de voz le pueden dar un dramatismo mayor, que hasta pueden arrancar lágrimas de los oyentes, siempre que tengan la sensibilidad para escuchar y captar los sentimientos del orador, poeta o declamador.

 

Miguel Aramayo

SCZ.25-04-2019

 

26 Abr

Mis grandes amigos

Hace mucho tiempo que no converso, ni con las flores, ni con mis amigos animales, hormiguitas, abejas y perros. Al pensar en eso recapacité y con mucho de melancolía, pensé, pensé en que estoy cambiando, ¡ya no soy el mismo!, ¿será que estoy envejeciendo? Y ese pensamiento me produjo un escalofrío, sentí un escozor en mi espina dorsal, desde la nuca hasta el extremo inferior de mi coxis. Cerré los ojos y dejé mi cuerpo en una quietud total, un letargo que dejó sorprendido a mis sentidos.

 

Respiraba pausadamente y mi corazón latía en un rítmico y profundo “tic, tac, tic, tac”, mis labios estaban cerrados, pero percibía el movimiento de mi legua acariciando mi paladar, las encías y la parte posterior de mis dientes y notaba el burbujear de mi saliva. Mis miembros inferiores y superiores estaban paralizados en posición horizontal y mis oídos sólo percibían una musica de una orquesta sinfónica, en un ritmo que me mantenía como elevado del espacio donde reposaba mi humanidad. En algún momento mi mente percibía como que me estaba sintiendo igual que si fuera el mismo bicho descrito por Franz Kafka, el famoso cuento Metamorfosis.

 

En ese estado me puse a meditar sobre la vida y rebobiné desde que asomaron los primeros recuerdos a mi mente y a gran velocidad repasé toda mi vida y me quedó en la boca un sabor dulce, pero no cualquier dulce, ¡No…! Era un néctar, algo delicioso, era el sabor que había dejado mi existencia desde el principio hasta ahora. A medida que me acercaba a la actualidad se fue ralentizando el pasar de los recuerdos y vi que mi vida no sólo me dejó ese bello sabor, mi espíritu también mostraba satisfacción por todo lo vivido y ningún temor por lo que continua de ese camino que nos aproxima a Dios.

 

Pienso que mi vida fue tan bella que, si tuviera que repetirla, haría de la misma manera, no tengo nada que pueda decir que quiero saltar, todo fue como quise que sea, porque en gran medida la felicidad no depende de los demás, depende de uno. Los demás aportan, incluso con algunas cositas negativas que, dependen de cada uno descartarlas, porque no son un peso tuyo, sino de los demás y que lo arrastren ellos.

 

Por todo lo que me sucedió en este momento mientras me recordaba que hacía tiempo que no hablaba con las flores y los animalitos y quise ensombrecer mi felicidad pensando en la vejez y me di cuenta que envejecer no es más que madurar, crecer, mejorar, es acercarse a Dios y uno no tiene por qué tener miedo de aproximarse a Él. Es algo similar a la fuerza de la gravedad, lo material es atraída por la tierra y el espíritu es atraído por el Altísimo, la materia cae, se convierte en polvo en cambio el espíritu se eleva.

 

Después de filosofar me he convencido que llegando a mi casa visitaré la “tapa” de las abejas “señoritas” que tengo junto a la ventana de mi escritorio y después conversaré con las flores de mi jardín. Me quedaré acariciando a “Ñoqui” el perro que es nuestra mascota y conversaré a silbos con los canarios que tengo enjaulados. Después agarraré el libro que estoy leyendo y dejaré que mi espíritu vague por donde se le antoje, como es mi eterno vivir.

 

Miguel Aramayo

SCZ.24-04-2019

 

26 Abr

Sueños molestos

–Y esos sueños son repetitivos. –Preguntó la psiquiatra.

 

–Si con relativa frecuencia –Fue la respuesta del pobre soñador.

 

La psiquiatra se levantó de su silla y camino erguida alrededor del diván donde se encontraba reposando el soñador. Cruzó los brazos en torno a su esbelto busto y entornó los ojos e hizo una mueca, como si lo que estaba atendiendo en ese momento fuera algo que le causaba preocupación.

 

–Los sueños son algo normal incluso en las personas que sueñan todas las noches y que tienen la capacidad de despertar y continuar con el mismo sueño, o en la misma noche soñar más de un sueño. Dijo esto en voz alta la psiquiatra.

 

–Lo incómodo para los soñadores es tener que repetir el mismo sueño en varias oportunidades y mucho más molesto cuando el sueño es sobre un tema que incomoda, que incluso lástima, porque en lugar de ser un sueño se convierte en una obsesión, un tormento. Y complementó con esta frase en voz alta.

 

Mientras la psiquiatra caminaba recapacitaba sobre los soñadores y los sueños más famosos en la historia, como el caso del profeta Muhammad (Mahoma) que recibía los mensajes del Ángel y mientras que los rabí experimentan las revelaciones cuando soñaban, por lo tanto, soñar, por lo menos para los musulmanes, es tener contacto con Ala o sus mensajeros, los ángeles. Pero el caso de la consulta que atendía, era que el soñador, soñaba con un hombre y que lo atormentaba con una revelación absurda, que ya era de conocimiento del soñador, pero que como un tormento se repetía constantemente.

 

–Después de ver todas las posibilidades clínicas, dijo la psiquiatra. –Lo que usted tiene es una repetición compulsiva de un hecho sucedido hace muchos años atrás y que debería haber sido borrado por su mente, pero es usted el que se atormenta y por lo tanto la solución es simple y únicamente depende de usted. Olvídese de ese problema y busque la forma de borrarlo de su mente.

 

–Por todo lo que estudié, es un problema muy simple y está en sus manos eliminarlo de su mente y como usted tiene una gran ventaja sobre todos, puede reemplazar ese sueño dañino, por otros sueños. Está en condiciones de fabricar sus sueños, por lo tanto, busque temas más bonitos, aunque ese hecho no pueda eliminarlo, colóquelo en lo más profundos de sus cosas desagradables y por encima ponga cosas feas que tapen esa obsesión, porque no es más que eso, una simple y vulgar obsesión.

 

–Doctora le agradezco sus consejos y a partir de esta noche pondré en práctica lo que me recomienda y le comentaré en la próxima consulta.

 

–No es desde esta noche ¡No…! Es a partir de ahora. –Respondió la psiquiatra. –Si en una semana no vuelve a tener su sueño tormentoso, no será necesaria ni una sola consulta más, puede vivir feliz y en paz que eso le corresponde.

 

Seguramente esa fue la charla de Alan, pero el desenlace fue otro.

 

Miguel Aramayo

SCZ.22-04-2019      

 

26 Abr

Neurobióloga

Leí un artículo que se refería a una señora que fue una notable neurobióloga. Quedé sorprendido por muchos de sus estudios en laboratorio, principalmente por dos, por el que demuestra la plasticidad del cerebro, incluso en adultos mayores; que indica que el cerebro puede desarrollarse y mejorar y no solamente degenerarse. El otro estudio, muestra que el cerebro no solo es genético, que puede desarrollarse, más y mejor en ambientes adecuados, con: buena alimentación, ejercicios físicos, espacios físicos adecuados para el desarrollo, ejercicios mentales y sobre todo amor.

 

Además de su capacidad intelectual, que me impresionó, pero que no tengo la inteligencia para poder calificarla adecuadamente; me impresionó lo que el artículo se refiere a su dedicación, para mantener su hogar y sobre todo la dedicación a sus hijos, brindándoles el tiempo suficiente y la calidad de atención que debe tener todo chico y, que es obligación de los padres el brindar un máximo de eficiencia, para un adecuado desarrollo de los hijos, varones y féminas, no sólo como aporte de la madre, también como aporte del padre.

 

Por mi experiencia y los resultados obtenidos en mi caso, creo que mis hijos han tenido la mejor madre, la que hasta ahora, después de haber transcurrido 52 años, les sigue dedicando tiempo y dando ejemplos. Esto no sólo porque ella les dio todo lo que poseía, sino que también ella fue criada en un ambiente donde disfruto de la buena atención y la crianza bajo reglas que tuvo que cumplir por parte de su padre y la dedicación y abnegación de su madre, los mismos que a su vez heredaron de los suyos.

 

Al final de cuentas el tema de la educación familiar es una cadena, sino genética, si de transmisión atreves de los tiempos de abuelos, a padre y de ellos a hijos y como dice Martin Fierro (José Hernández) “…el tiempo es una rueda y la rueda es eternidad…” y del mismo libro hay otra estrofa que viene al caso y dice: “…Mi madre tuvo diez hijos, los nueve muy regulares. Tal vez por eso me ampare la Providencia divina. En los güevos de gallina el décimo es más grande…”. Eso para demostrar que también entre los hijos se dan algunas diferencias, pese a haber tenido el mismo cariño y la misma educación.

 

Este mi razonamiento me gustaría que pudiera llegar a los más jóvenes, para que lo tengan en cuenta y sepan apreciar lo que sus padres hacen por ellos, que fue lo que ellos a su vez recibieron de sus mayores. Esa cadena no debería interferirse y es bueno que pueda ser tomada en cuenta, no sólo para el bien de nosotros, sino para el bien de la sociedad donde nos desenvolvemos.

 

Miguel Aramayo

SCZ.22-04-2019

 

26 Abr

Las fotografías

Leyendo a Manuel Vilas en su novela, quizá biográfica, titulada “Ordesa”. El episodio nominado con “51”, en la página 120, habla de las fotos que escondió su madre, en uno de los tantos cajones que poseía en su piso y que él después escudriñaba por todas partes. Nunca pudo encontrar las cosas que tenía escondida su madre, como algunas fotos, que después descubrió muchos años después de que murió su madre.

 

Al leer eso me entró la misma curiosidad que a ese escritor. Nunca vi ninguna foto del matrimonio de mis padres, sé que se casaron un 17 de febrero, también sé qué año, pero no tengo intenciones de divulgarlo; porque no me consta, yo no estuve invitado a ese matrimonio y si estuve tampoco pude observar nada, lo cual tampoco me interesa, porque tengo la seguridad que ellos me engendraron y con eso es suficiente para mi existencia.

 

A propósito de esas fotos, me puse a pensar en muchas fotos que constantemente las repaso, porque es una forma de recordar episodios que vuelven a tomar vida y nos muestran la realidad por la que pasaron los años de nuestras vidas. Desde luego que cuando observas fotos, no todo son lindos recuerdos, también hay muchos recuerdos que te entristecen, porque las personas que quedaron retratadas ya no están en este mundo, ya partieron a la eternidad y ese hecho impacta tu conciencia y ves que los años no pasaron en vano. Que los años al pasaran se fueron llevando a esas personas, personas que tanto quisiste y que todavía quieres en el interior de tu conciencia, en lo más profundo de tu mente.

 

También ves fotos en las que todos los presentes, permanecen en este mundo, pero que vos hace mucho que no los ves, esas personas también te traen lindos recuerdos, porque retornan a tu memoria momentos agradables, pero también encuentras fotos que te irritan, porque te traen a la mente momentos desagradables o personajes que te ponen negro el panorama y que era mejor que no pasen por tus manos para recordarte hechos que no pueden ser reparados.

 

Al observar fotos también te encontraras con espacios en blanco, porque fueron fotos que fueron retiradas del álbum, no por vos, sino por otras personas interesadas en que las mismas desaparezcan, porque algunas personas piensan que rompiendo fotos o recortando fotos se pueden borrar los hechos que les disgustan y que piensan que también podrían disgustar a otras personas.

 

Cuando uno es pobre y está alejado de la tecnología, conserva menos fotografías, porque tiene que cubrir necesidades más urgentes que retratarse o retratar a sus seres queridos, y en este caso, ese tipo de personas tiene menos fotos, pero esas que posee son de un mayor significado sentimental, dado que no son fotos tomadas por capricho, sino retratos que eran necesarios plasmarlos en celuloide.

 

Creo que sólo en una foto metí tijera para hacer desaparecer a todos los que me rodeaban, con la única intención de procurar borrar de mi mente algo que en ese momento me molestaba, pero ahora al verme solo reconstruyo todo el escenario que se mostraba en esa foto y me alegro de recordar, porque me muestran que logré superar todo con creces y, me apenan las personas que me rodean y para ser más concreto, una persona en particular que ahora recuerdo con pena, con pena asía esa persona.

 

No cabe duda que mirar fotos es algo muy lindo, muy divertido y mucho más si uno las mira en grupo con gente que también está en esos retratos.

 

Miguel Aramayo

SCZ.13-04-2019

26 Abr

Hamlet

He terminado de leer un libro de Sarah Lark, “La leyenda de la montaña de fuego” donde algunos de los personajes son fanáticos de Shakespeare y muy especialmente de las obras de Romeo y Julieta, Hamlet y Otelo. Ahora estoy inmerso en un libro que se titula “Ordesa” y el autor es Manuel Vilas, en ambos libros lo que más me llamó la atención es la muerte.

 

A continuación, les transcribo algo de Hamlet, que refuerza el tema que en este momento me ocupa, aunque no me preocupa, porque lo encuentro de lo más natural: “Ser o no ser, ésa es la cuestión: Si es más noble para el alma soportar las flechas y pedradas de la artera Fortuna o amarse contra un mar de adversidades y darse fin en el encuentro. Morir: Morir nada más. Y si durmiendo terminaran los dolores de cabeza y los mil choques naturales Herencia de la carne. Sería una conclusión realmente deseable. Morir, dormir – dormir – talvez soñar: ¡ay ese es el obstáculo!; porque en aquel sueño de la muerte qué sueños pueden sobrevivir cuando nos hayamos librado de la espiral mortal, debemos darnos una pausa. He aquí la reflexión que da existencia tan larga al infortunio”.

 

En muchas de las obras de Shakespeare, la muerte es parte de su literatura, como es el caso de las nombradas en el primer párrafo, también los libros de Sarah Lark que contienen muchos relatos de este hecho y es tratado con naturalidad, lo cual encuentro normal y correcto, porque la muerte es parte de nosotros, incluso en los libros religiosos, el premio o castigo final de nuestra existencia se producirán después de nuestra defunción. Mientras tanto vivimos procurando ganar méritos para cuando nos vayamos a la eternidad.

 

Leí algo que me resulto interesante y lo comparto a continuación: La muerte se ve de manera distinta dependiendo de la cultura. Hay quienes afirman que no le temen, y cuando se llega a la vejez la anhelan y la reciben con una sonrisa. Pero, ¿qué pasa después de morir o qué significa la muerte? Estas preguntas intrigan a filósofos, quienes han debatido sobre todo el significado de la vida y la muerte. Pues como dijo Séneca, nada es tan cierto como la muerte; y San Agustín “todo es incierto; sólo la muerte es cierta”.

 

A la mayoría de la gente le disgusta hablar de este tema y prácticamente es un tema descartado de conversación entre los jóvenes, pero la gente mayor, aunque no le agrade hablar de ese tema, cuando es más mayor ve con mayor naturalidad, porque después de una cierta edad ya se entra a una etapa en que es necesario pensar en ella, porque es una forma realista de afrontar el futuro y ya no se ve como un tema tétrico.

 

Jesús, siendo hijo de Dios tuvo que someterse a ese trance y cuando estuvo próximo a su destino final dijo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú quieres (Mateo 26:39)

 

El filósofo alemán Martin Heidegger definió en Ser y tiempo la muerte como algo que se presenta en el ahora de la vida del hombre. Para este filósofo lo más recomendable es que los seres humanos acepten con conciencia y libertad el camino hacia el final porque al morir el hombre “se asegura del supremo poderío de su libertad cierta y temerosa para morir”. Entonces al morir el hombre acepta su realización. El hombre “se asegura del supremo poderío de su libertad cierta y temerosa para morir” en la muerte.

 

Dice Cicerón que el filosofar no es otra cosa que prepararse para morir”, a esto añadió “Quitémosle lo raro, acerquémosla a nosotros, acostumbrémonos a ella, no tengamos nada tan a menudo en la cabeza como la muerte”.

 

Miguel Aramayo

SCZ.11-04-2019