Para mi madre.

La vida es un constante movimiento, siempre hacia adelante, es por eso qué cada vez somos mayores, cada vez estamos más viejos. Me siento feliz de estar festejando los noventa años de vida de mi madre y estoy seguro que ella en este momento debe estar recordando: cuando nací, cuando con pocos años ya le daba un montón de dolores de cabeza, por lo intranquilo y lo travieso que era. Pero al mismo tiempo seguro que recuerda, lo tierno, cariñoso y zalamero que era, (que soy), que con un beso, una caricia y la promesa de: ¡Nunca más…! Ya estaba todo arreglado.

Recuerdo la oración: Bendita sea tu pureza… Recuerdo: los versos de: Mariposa vagarosa, rica en tinte y en donaire… O el cuento de Pulgarcito. Recuerdo cuando le salieron las primeras canas, y yo se las arrancada cobrando un precio por ese oficio. Me recuerdo que me enseñaba a bailar tangos y boleros, pisando sus pies y abrazado a sus muslos. Recuerdo que nos gustaban los paso dobles y tengo un tango que llevo anclado en mi alma y se titula: Sentimiento gaucho.

Recuerdo, el cariño que sentía por sus hermanos y ellos por ella, especialmente Mario y Jaimito. A ambos los tengo presentes: recitando, contando chistes, riendo y comiendo. Cuanto me gustaría que ellos estén con nosotros en este momento. También me recuerdo de tía Nilda y Jaime Antequera, de tía Fanny y Hugo Antelo, de Oscar muy poco. Me recuerdo de sus tíos y primeros Arteaga, Tejerina y de muchos parientes más.

Recuerdo con algo de tristeza y mucho de orgullo: que fui el causante para que mis padres no se divorcien y recuerdo con pena esos momentos difíciles, cuando rogaba que lo perdone, no me arrepiento, aunque quizá fui egoísta. Pero lo que soy, es una simbiosis de ambos, una mezcla del amor profundo de mi madre y lo exageradamente estricto de mi padre. Y si soy así, es porque nací buen mozo y embalao para el querer.

Podría escribir mucho más, pero quiero agradecerles por compartir con nosotros. Los quiero mucho a todos. Los quiero un montón.

Miguel Aramayo.

SCZ. 14-02-2016. Mañana mi madre cumple 90 años.