Pecado mortal
La Paz siempre fue una ciudad centralista, siempre pensó, que por estar más próxima a Lima era la mayor del Alto Perú y en un momento determinado se creyó con el poder suficiente para gobernar todo Bolivia, desde La Paz o desde Lima y por eso la famosa “Confederación Perú Boliviana” presidida por Andrés de Santa Cruz (el primer presidente con sangre materna de india noble y Español despistado.
Siempre tuvo envidia de que la Capital de la República sea Sucre, desde cuando en Chuquisaca se instaló la Real Audiencia de Charcas, de cuando la primera universidad fue la “Universidad Real y Pontificia San Francisco Xavier”. Hace un siglo que este país mantiene a La Paz, y ella ,se aprovecha de los otros nueve departamentos, siempre la misma gente la que se adueña de los esfuerzos de los demás y los parásitos generalmente emigran de otros departamentos, ahora está manejada por orureños y cochabambinos. Pero como los políticos a 3600 metros de altura, con menor cantidad de oxigeno y más frío, sólo producen centralismo, el “tari” no les da para más.
A esos parásitos les ha dolido mucho ver que Santa Cruz, Tarija y Sucre están progresando a pasos agigantados, y que con la autonomía pueden perder su sustento, por lo tanto se han creado un instrumento, un invento que es muy fácil de manejar en manos de los que tienen el odio por principio y por finalidad. Santa Cruz siempre mostró ser altiva, siempre mostró ser pujante, siempre mostró ser diferente, pese a que ellos, los parásitos los políticos de turno, estos y los anteriores, estos más que los anteriores, siempre la menospreciaron y ahora vieron que era muy difícil retener su progreso.
Ahora se inventaron una novela (terrorismo) para decir que el que no es del MAS es un incapaz y si es “CAMBA”, no sólo eso, sino que también, es separatista, es terrorista, por el solo hecho de que en el oriente se trabaja más y se produce más, sin necesidad de ser del MAS y porque además somos más y sobre todo, somos “diferentes”, hablamos sin pronunciar las “eses”, tenemos la alegría a flor de piel, no somos mezquinos, no somos odiadores, amamos más y mejor. No somos serviles, no somos hipócritas, somos orgullosos de ser lo que somos, de cantar a la “España Grandiosa”, de tener el “cielo más puro de América” y ser la “tierra de Ñuflo de Chávez”.
Todo lo que nos caracteriza, les produce urticaria a los que nos gobiernan, porque ellos son totalmente diferentes a los “cambas”, porque darían cualquier cosa por parecerse a nosotros, por lo menos un poquito, pero “la mona aunque se vista de seda, mona, mona se queda”. Ya han pasado cien años desde que nos mataron porque queríamos progresar, porque éramos separatistas, ahora quieren repetir su hazaña. No lo lograrán, el camba es fuerte, el camba es orgulloso, el camba sabrá aguantar, para llegar a triunfar, porque el camba es boliviano porque le da la gana.
Luis Alviña