Pensando en el amor
Pensando en el amor
Toda mi vida me pasé pensando en el amor y hasta ahora sigo de la misma manera y creo que moriré así, con ese pensamiento. Claro que muchas veces (generalmente) soy un bruto para expresar mis sentimientos. Por eso siempre me gustó leer poesías. No sólo de grandes poetas, también leer cualquier poesía. Me satisfacen las que expresan amor. Muy pocas veces me atraen los poemas por la métrica y la técnica con la que se expresan algunos personajes. Mucho más me gusta el tema y la musicalidad de los versos. La mayoría de las veces he memorizado algunos versos y tengo en mi cabeza una cantidad de esos, aunque sea en fragmentos. En algunas personas encontré que lo que escriben es realmente poético, como el caso de Armando Manzaneros, que, siendo un artista de la música y el canto, sus composiciones son poéticas, como: «una tarde vi llover y no estaba tú», tú me hiciste ver que la semana tiene más de siete días». Podría nombrar un sinfín de palabras escritas por este artista, pero ahora fijaré mi atención en Jorge Luis Borges, alguien que merecía tener el premio Nobel de literatura, pero que se lo negaron por su forma de ser y porque a los electores no les gustó lo que decía.
Borges, cuando él hablaba del amor se expresaba (lo que pienso yo) de una manera realista, no de una manera ficticia o romántica y me impresionó algo que dijo: «He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer: no he sido feliz», pero creo que él amó intensamente y la prueba de su amor es haberse casado por poderes con Maria Kodama y la convirtió en su heredera universal, cuando decidió que lo enterraran en el cementerio Plain Plais de Ginebra donde descansa actualmente.
A continuación, transcribiré algunas de sus frases de amor que más me impactaron:
Cada persona que pasa por nuestra vida es única. Siempre deja un poco de si y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrá de los que no nos dejarán nada. Esta es la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.
Yo no hablé de venganza ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón.
Quizá, los que no están enamorados son los que se equivocan.
Uno está enamorado cuando se da cuenta de que la otra persona es única.
El verbo leer, como el verbo amar y el verbo soñar, no soporta el modo imperativo.
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.
Podría escribir mucho más sobre temas de amor, porque esa es uno de mis grandes defectos, —manías y obsesiones—, pero me freno y dejo puntos suspensivos (…) porque con seguridad, en otra oportunidad volveré sobre el tema. Por ahora quiero repetir algo que escribí para mi madre y si no me equivoco decía así: fui hecho con amor, amamantado con amor y criado con amor… Contrariamente a lo que sentía Borges, yo sí puedo decir que ¡fui feliz…!, ¡que soy feliz…!, y no puedo esconder ni disimular mi amor.
Miguel Aramayo
SCZ.01-05-2023