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Perro

26 Abr

Perro

 

Me sentía perro, era una sensación extraña, estaba seguro que era un perro vulgar y corriente, nada de pedigrí, ni ninguna otra mariconada de rosones o perendengues. Me sentía como un perro y mientras deambulaba por mi casa, triste y desolado se me ocurrió pasar por un espejo. ¡a la mierda…! ¡que sorpresa…!, retrocedí pensando que era una simple ilusión óptica y no era así, era un perro, un perro cualquiera, que ni siquiera sabía reconocerme yo mirándome al espejo. Me recosté encogiendo mis cuatro patas y dejando reposar mi pecho y mis genitales sobre la alfombra, me quedé mirándome al espejo. Noté que mis orejas se quedaron flácidas y se estiraron hasta tocar la alfombra donde está el saldo de mi anatomía, con el hocico apegado a la alfombra, todo húmedo porque era una forma de completar el aspecto de tristeza.

 

Mi mirada estaba fija observando el espejo que tenía en frente mío, mi expresión era de tristeza absoluta y sorpresa extraordinaria. Me miraba y mientras observaba, me preguntaba: ¿Es verada lo que veo?, ¿en realidad soy un perro?, o ¿es simplemente una ilusión óptica? Por el estado de ánimo que atormenta mi alma, todos los pensamientos tenían un tinte de pesimismo. Estando así se me ocurrió cerrar los ojos y dejar de mirar ese espejo que me atormentaba y en mi interior me vi alto, fornido, muy bien dotado, de cabello castaño de ojos verdes y se borró la imagen de que era un vulgar perro.

 

No sé cuánto tiempo estuve tendido en la alfombra, frente del espejo que me atormentaba con la imagen que reflejaba. sintiéndome y observándome como un simple animal doméstico, cuando en realidad soy un hombre buen mozo, inteligente y con todos los atributos que pueden ser apreciados por cualquier bella mujer y no un simple perro, que lo máximo que puede pretender es una perrita fina y mimada, una Jack Russell Terrier.

 

Alguna vez escuché o leí la expresión de “sentirse como un gusano”, por suerte mi sensación no llegó a tan bajo nivel y sentirse perro, creo que a cualquiera le puede suceder eso en algún monto de su existencia, pero uno debe ser lo suficiente valiente para superar esa situación y en lugar de sentirse de cuatro patas y arrastrándose con la mirada triste, el hocico mojado y la cola entre las piernas, es preferible darse ínfulas de grandeza y de esa manera subir el ánimo y sentirse superior.

 

Al analizar la expresión de “sentirse gusano”, me imagino que así se sienten los políticos cuando pierden una votación, pero por suerte no es mi caso.

 

Miguel Aramayo

SCZ.09-11-2018