Pienso, repienso y recontrapienso
Cuando uno está lejos de sus seres queridos, por más que uno esté viviendo en la gloria, o esté en el Vaticano alojado en el castillo vacacional del Papa, “Castel Gandolfo” y tenga oportunidad de rezarle directamente a la “Divina Piedad”, esculpida por Michelangelo di Lodovico Buonarroti Simoni. Uno sufre al leer las payasadas a las que nos tienen acostumbrados quienes gobiernan nuestro país, y cuando digo gobiernan, no sólo me refiero al “poder ejecutivo”, también me refiero al “poder legislativo”. Lo sucedido en esta última payasada ha sido patético y así lo he leído en diferentes medios de comunicación y lo expresado por diferentes opiniones.
Bolivia tienen una democracia de juguete, sus legisladores son simples marionetas, marionetas charlatanas, las de ambos bandos, lo que se ve desde el exterior o desde cualquier parte, incluso así se vea desde la estratosfera y aun desde el cielo. Todos son fantoches, lo que se ve, se lee y se percibe, se asemeja mucho más a un programa de “lucha libre” (los titanes del ring) en la que los contrincantes pelean en grupo y apuestas sus melenas por sus mascaras, para atraer la atención de los chicos y de los incautos que son atraídos por esos programas. Cada luchador trata de embellecer su físico, de cuidar su melena, de afear su mascará o endurecer sus facciones. Se golpean el pecho, levantan las manos gritan, se arrojan objetos, para Mostar su poderío, para después partir las recaudaciones con el dueño del espectáculo.
Así lo he visto al Presidente nato del congreso, el Vicepresidente de la República de Bolivia, que todavía no me acostumbro a llamarla como la han denominado en la nueva constitución, que también es otro sainete. Con amenazas a “Sancho, Pedro y Martín” y después se ve, como otro miembro de una de las cámaras lo llama de ¡cobarde!, ¡maricón! Entre los “padres de la patria”, se dicen sandeces, no tienen el más mínimo respeto por la dignidad del contrincante, no conocen ni por asomo las normas de urbanidad. De ver esos padres de la patria uno preferiría se huérfano o “hijo del vecino”.
Cuando uno escucha a uno de los “senadores” decir que tienen preparada la renuncia colectiva todos los senadores miembros del oficialismo, y después alguien que piensa un poco más, les dice que eso es perjudicial políticamente y les quita posibilidades, pero además arriesgan sus ingresos mensuales, cambian de postura y largan otra serie de improperios. Todo este teatro lo largan en vivo y en directo, sin el menor empacho y con la mayor “cara dura”. Después se juntan en el palacio y los asesores les dan otra estrategia que también les falla.
El jefe viendo que está perdiendo terreno se lanza en una huelga de hambre, en una dieta política de adelgazamiento, (huela cosmética, como él la llama, cunado los que la hacen son de la oposición) creyéndose “María Barzola” o tratando de imitar al grandioso “Mahad Magandi” y tan solo es visto como un caprichoso jefe de sindicato cocalero (como lo que realmente es), quiere salir con sus gusto, con su capricho y es el paso previo para “tirarse al suelos, ensuciarse la ropa y ponerse a llorar”, para que le den gusto con su ley y poder ser reelegido en diciembre, incluso prefiere canjear los escaños prometidos a los “originarios”, a los “indios” para que le den la oportunidad de ser reelegido olvidando a los que le dieron sus votos.
Todos, sí se sienten triunfadores y como dice Centa Reck: “Todos felices comiendo perdices”, pero según otro periodista (Eneas Biglione) que habla del Padrón biométrico, diciendo que es el “As” bajo la manga de Evo Morales (www.hacer.org/report/2009/04/bolivia-padron-biometrico-el-as-bajo-la.html ). No conforme con una ley electoral favorable a los designios del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales busca ahora imponer en Bolivia un sistema de padrón biométrico particularmente similar al de Venezuela, en el nombre de la modernización y el avance tecnológico. Y ahora todos felices.
Para terminar, he leído una novela que se llama “La apelación” y cuyo autor es John Crisham. Una novela editada en septiembre del 2008 que muestra como puede la tecnología, la plata, la planificación, los especialistas, para distorsionar un juicio que dicto una sentencia en buena ley y que los afectados mueven al gobierno, a los especialistas, porque tenían plata y consiguen cambiar un juez para que en la apelación, el juez comprado, el juez fabricado de a favor de los perversos y destruyan la legalidad de un proceso. Esa novela ( www.rhm.com.ar ), es el ejemplo de lo que está sucediendo, porque quienes dirigen este gobierno son unos consultores (Cejis) cuyos miembros son ampliamente conocidos por la opinión publica, que están haciendo todo en base a estrategias, y planes muy estudiados, elaborados y con el apoyo de asesores externos, que han tomado a Bolivia como el animalito de laboratorio para alcanzar un objetivo, objetivo que a todas luces es utópico, mentiroso, falso y apartado de nuestra realidad nacional.
Luis Alviña