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Recopilando

20 Sep

Recopilando

No es justo que los civiles estemos opinando con tanta frecuencia sobre temas políticos y que estemos dedicando gran parte de nuestro tiempo a pensar en política, a pensar que nos espera y vivir con “el Jesús en la boca” y rezando para que dé cordura a quines nos gobiernan y a su vez rogando que ellos, ellos los que nos gobiernan no manden pagados a nuestros hermanos para que nos matemos entre nosotros. Eso no es honrado, es ¡malo!, es ¡perverso…!, lo que han hecho en Pando y que ya lo vienen haciendo en otros lugares y ahora en Santa Cruz, no es honesto. Buscar que nos matemos entre hermanos porque unos somos un poquito más blancos que otros, porque unos son más pobres que otros y sobre todo porque unos son mas ingenuos e ignorantes, que creen lo que les dicen los políticos de turno, que hace doscientos años los están usando en su beneficio, que cuando consiguen lo que quieren con esas muertes de inocentes de ambos bandos, se olvidan del bando que usaron comprando.

 

Si el rol que nos corresponde desempeñar a los civiles en el contexto de “nación”, en el contexto de “país”, es el de ciudadanos respetuosos de cumplir nuestros deberes y exigir que quienes nos gobiernan, “nuestras autoridades”, cumplan su parte a cabalidad, a cabalidad quiere decir que ellos, los que nos gobiernan, también tienen que respetar las mismas leyes que debemos respetar todos los ciudadanos de un país, de una nación, para eso tenemos una ley que es la superior de todas: “la Constitución Política del Estado” (La CARTA MAGNA), que debe ser el pacto que nos permita trabajar y vivir en democracia. El respeto a nuestras leyes y principalmente a ESA. La Constitución, debe estar protegida en primera instancia por la “policía”, que cuidará de que cumplamos las normas y ellos se encargarán de cuidar nuestra seguridad. También tenemos un ejército que velará por la soberanía y sólo podrá cuidar el orden interno en caso de que la policía sea rebasada, pero en ningún caso en forma simultánea y NO tan sólo para proteger a los miembros de un partido político, que por azares del destino le tocó gobernar.

 

A mi entender “gobierno” no es solo el poder ejecutivo, también tenemos un poder legislativo constituido por dos cámaras, la cámara baja o de diputados y la cámara alta o de senadores y entre ambos forman “el congreso”, además existe otro poder, que es el poder judicial, que independiente del poder político, no es elegido por el voto popular, sino que para dar una mayor seguridad a los ciudadanos tienen otra forma de selección y conformación y un orden jerárquico que debe ser respetado por los otros poderes, por la policía, el ejercito y cada uno de los miembros de esta sociedad, incluidos los políticos.

 

No es posible que un Presidente diga, que no le interesan las leyes de la república, que él puede hacer lo que le de la gana, “después sus profesionales adecuarán las leyes a su antojo…” No es posible que una parte del poder judicial obedezca las ordenes del ejecutivo, en desmedro de los ciudadanos y que gente elegida a dedo por el Presidente tenga mayor autoridad, incluso mayor autoridad que el Presidente y que tenga la facultad de ordenar ¡fuego!, para matar a ciudadanos desarmados y además deseosos de colaborar en este desorden, para que quien postula y lucha  que sea por la paz y no el caos.

 

No es posible que el Presidente permita que un presidente extranjero le de ordenes, por el mero hecho de que tiene su misma tendencia ideológica, si es que eso se le puede llamar ideología y que ese señor desde Venezuela quiera hacer lo que le da la gana con todo un país, país que no le corresponde ni pertenece, con sus instituciones, con su ejercito y que permita que algo tan dañino, como es la droga, tenga el apoyo del gobierno para continuar en la impunidad, e incluso se permita la soberbia de eliminar los controles internacionales que avisan que es lo que está sucediendo en ese ámbito.

 

No es posible que el Presidente mienta tanto y con tanto cinismo, como es el caso de las acusaciones que hizo delante de varios presidentes en la última reunion, llorando y quejándose de lo que a él le conviene, omitiendo y falseando otros conceptos, para de esta manera desorientar la opinión de otros presidentes, que por el hecho de estar bajo su misma óptica de izquierda se olviden de algo más del 50% que vivimos en este pueblo y que no le den a ése 50% la posibilidad de opinar y mostrar la realidad desde “la otra cara de la moneda” y opinen sin imparcialidad y en franca intromisión en asuntos internos.

 

No es posible que nuestro Presidente y su entorno palaciego se porten con tanta hipocresía asistiendo a actos religiosos (misa en celebración de la efemérides de Cochabamba) y, asistan a una celebración católica y ni bien trasponen el umbral y llegan al atrio de la iglesia, no hagan la señal de la cruz que es lo que nos identifica a los católicos y levanten el puño diciendo “socialismo, patria o muerte…”. Si uno de los mandamientos, no solo de los católicos, musulmanes, judíos, e incluso bárbaros que sin tener mandamientos tienen un código genético, código en el que “matar”, no solo que es pecado, es un acto malo, es denigrante, pero ellos lo dicen con tanta convicción, como si estuvieran diciendo “viva Bolivia”, sin captar el sentido de “muerte”, que es sinónimo de matar y matar es malo.

 

 

 

Miguel Aramayo

SCZ. 20-09-2008